El miércoles 18 de diciembre acompañamos a los trabajadores y trabajadoras de Panrico y de la CGT del metal, que organizaron conjuntamente piquetes en los cambios de turno de Seat en Martorell. Además de difundir y extender la lucha de Panrico, estos piquetes querían responder a la acción de Seat, que ese día regalaba Donuts a sus trabajadoras y trabajadores. Este “detalle” de la empresa, más que hacia sus trabajadores, parecía destinado a los propietarios de Panrico ya que suponía un boicot a una huelga indefinida que, en su novena semana, no sólo está siendo objeto de seguimiento de parte de la clase trabajadora sino que también lo es para un sector de la burguesía.

Además de puntos de información, los piquetes sirvieron para que muchas y muchos trabajadores de Seat dejaran sus Donuts en manos de los y las trabajdoras de Panrico, como acto de apoyo a su lucha y haciendo de la solidaridad entre los trabajadores la mejor respuesta a la acción de la patronal.

Al día siguiente los centenares de Donuts donados por los trabajadores de Seat fueron entregados por los de Panrico a miembros de la Cruz Roja.