Lucha Internacionalista apoya la nacionalización parcial (51%) por parte del Gobierno argentino de YPF y de su filial YPF gas, propiedad hasta ahora de la multinacional Repsol. El petróleo argentino y los recursos naturales pertenecen al pueblo y nunca debieron venderse. Recordemos que este proceso de privatizaciones salvajes fue impuesto por el FMI al pueblo argentino para el pago de una deuda externa tan fraudulenta como la que hoy sufrimos aquí. El imperialismo español no sólo lo aprovechó con YPF, sino también con Aerolíneas Argentinas, grandes bancos, agua y teléfonía... Fue un expolio.

Defendemos el derecho de los pueblos para recuperar el control sobre sus fuentes de riqueza con la expropiación sin indemnización de estos recursos para ponerlos bajo el control obrero. Esta es la garantía para que esos recursos sirvan a las necesidades de la población y a los trabajadores argentinos les queda camino para lograrlo, ya que ni lo garantizará un gobierno que antes apoyó la privatización, ni ahora actúa consecuentemente con el resto de las acciones de YPF ni con las otras multinacionales.

Rechazamos particularmente las declaraciones del PSOE y los dos grandes sindicatos alineándose en el frente de defensa de las multinacionales. Las direcciones de CCOO y UGT intentan meter a los trabajadores/as en la lógica del capital defendiéndola tanto para Argentina como contra los propios trabajadores de aquí. Abiertamente muestran su “preocupación” porque no se cumpla con las leyes internacionales, se rompa la "necesaria estabilidad y seguridad de las empresas españolas en la zona" –Secretario General de Químicas de CCOO, FETIQ- o afirman que "No solo afecta al beneficio, sino al conjunto de la estrategia de Repsol y a su capacidad financiera para hacer otros proyectos industriales. Tenemos una gran inversión allí" –Coordinador de UGT en Repsol-.

El nacionalismo que intentan imponernos de “Argentina ataca los intereses de España” busca anular las diferencias entre las clases y alinearnos tras los intereses de las clases dominantes argentinas o españolas. REPSOL es un conglomerado de grandes bancos, constructoras y petroleras, con más del 50% de capital extranjero y el resto con accionistas españoles de los que nos han metido en esta crisis como CaixaBank, BBVA, Sacyr Vallehermoso, Unicaja (que está absorbiendo a otras de las subvencionadas con dinero público)… sólo declara en el estado español un 25% de sus beneficios, y mientras en el 2011 los incrementaron en un 11,9%, el salario de sus trabajadores subía un 1,7%. Nuestros intereses como trabajadores/as no son los de REPSOL, sino al contrario, son los de los y las trabajadoras argentinas. La nacionalización de YPF ataca los intereses del capital financiero y abre nuevas posibilidades para que ese proceso se extienda: ese el miedo de la UE, el FMI, los grandes poderosos del planeta. Temen que sus intereses puedan ser sacrificados para dar satisfacción a las necesidades de las masas trabajadoras.

El camino de la nacionalización es también aquí la respuesta a las grandes empresas que intentan cerrar y despedir trabajadores, la banca, las grandes empresas de sectores estratégicos -como electricidad, transportes...-.

Nacionalización sin indemnización y bajo control obrero.

Con los petroleros argentinos

El martes 17 de abril se tomó posesión de Repsol en Comodoro Rivadavaia (Chubut). Los petroleros argentinos estaban en ella viviéndola como un triunfo tras un año de lucha por los 2.800 trabajadores que estaban en lo que sería el equivalente a un ERE de suspensión por la bajada de producción, huelgas por los retrasos en el pago de salarios o por accidentes laborales producto de la falta de las mínimas condiciones de seguridad. Empezó 2012 con nuevas huelgas que se extendieron en febrero con la ocupación de 2 plantas por el no cobro de salarios,… y se preparaba un paro general contra Repsol. Las autoridades intentaron encauzar el movimiento convocando el 15 de marzo una masiva concentración en Playa Bonita (en el límite entre Chubut y Santa Cruz, plena zona petrolera) para informar de que sacaban a licitación las áreas en manos de Repsol en las dos provincias, entre las ovaciones de los más de 12.000 asistentes. Por eso, el día de la toma de posesión de Repsol, los petroleros lo tomaban como un triunfo propio, pero recordaban a los nuevos gestores que sus reivindicaciones y su lucha no cejaría hasta lograr: el pleno empleo, la vuelta al trabajo efectivo de los 2.800 trabajadores y las condiciones laborales, de seguridad y ambientales mínimas que venían defendiendo.

Información telefónica de petroleros chubutenses del 19/04/12