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Entrevista a los activistas opositores sirios

, 1ro de junio de 2012




Frente Obrero (Turquía) hizo una entrevista el 14 de abril a varios activistas opositores sirios en Hatay, la ciudad frontera a Siria, y visitó el campo de refugiados Bohshin en Reyhanli. Participaron en la entrevista Mohammed Isa y Cemil Saib, activistas que intervinieron activamente en la Revolución siria y que tenían que salir de su país por el terror del Estado sirio.

Mohammed Isa es abogado, vivía en la aldea Duma cerca de Damasco antes del comienzo de la Revolución. Cemil Saib es de Deir-El Zor; era estudiante de económicas y trabajaba en un restaurante antes de la revuelta popular. Ambos participaron en la formación del Consejo Nacional Sirio (CNS), pero opinando que a los de CNS les importaba ocupar puestos de poder más que derrotar a Bashar al-Asad, se desvincularon del Consejo. Actualmente trabajan en aprovisionar ayuda humanitaria a los campos de refugiados y a las ciudades rebeldes en Siria.

Frente Obrero –¿Nos pueden explicar vuestra participación en la Revolución y lo que habían vivido después?

Mohammed Isa – Después de la victoria de la Revolución tunecina en enero 2011 empezamos discutir en Facebook sobre dar la misma lucha en Siria. A partir de febrero comenzamos salir a la calle cada noche. En el principio del marzo decidimos convocar una manifestación delante de la oficina del primer ministro. Repartimos octavillas ante el edificio del ministerio. Me han detenido rápidamente. Nos torturaron en la cárcel. A los finales del marzo Assad prometió liberar los detenidos. Me liberaron a mí también. Pero al salir de la cárcel, nos pusieron otra vez en coches y nos trasladaron a otra cárcel. Nos dijeron que estábamos otra vez detenidos y otra vez empezó todo el proceso de interrogación, tortura, etc.

El 30 de marzo nos dejaron libres. Cuando salí de la cárcel en Duma se organizaban manifestaciones de cientos de miles de personas. Una de las razones de dejarnos libres los de Duma, fue garantizar el fin de las movilizaciones en Duma. He quedado por algo de dos semanas en Duma, en la casa de mis padres. Esos días vinieron activistas a mi casa para hablar conmigo me informaron que las movilizaciones habían extendidos también en otros lugares. Seguí participando activamente en la lucha. Anunciaba todas las movilizaciones en Internet y también enviaba información a los canales como Al-Yazira, Al-Arabbiya.

A los finales del mayo recibí una carta de un alto mando de los servicios e seguridad, querrían hablar conmigo. Entonces deje la casa de mi familia y intenté ser más cuidadoso y no tropezarme con los puntos de control. La policía vino el 5 de junio a mi casa para buscarme. Amenazaron a mis padres para que dijeran dónde estaba yo. Así que decidimos que yo dejara el país. Los compañeros controlaron si tenía mi nombre apuntado en las listas de aduanas fronterizas, y luego pasé a Jordania, donde tenía contactos con los activistas. De allí fui a Egipto. Dí entrevistas en Egipto sobre el proceso revolucionario en Siria. Unos diez días más tarde en Egipto, a oposición siria en Turquía me llamó y me pidió que participara en las reuniones de contacto en Estambul. Así que fui a Estambul. Cuando las negociaciones en Estambul llegó a un punto muerto me trasladé a Hatay y empecé a trabajar para aprovisionar ayuda a los refugiados en los campos.

Cemil Saib – Ya antes de que comenzara la Revolución estaba harto del régimen y era opositor, pero no pertenecía a ningún grupo político, como lo era Mohammed. Me habían encarcelado en 2000 cuando Assad asumió el poder, algo que no me parecía constitucional y lo decía abiertamente en mi entorno.

Cuando empezó la Revolución estábamos muy impresionados del proceso tunecino y pensando que teníamos que hacer algo nos agrupamos en Deir-El Zor. Luego empezamos organizar manifestaciones callejeras. El 10 de marzo las fuerzas de seguridad hicieron una redada en el restaurante donde trabajaba. Así que huí de la ciudad y varios días deambulé de un pueblo al otro. Participé activamente en las movilizaciones. En junio, con la excusa de la formación del Ejército de Siria Libre y los choques en Cizr el-Shuhur, el ejército bloqueó el norte del país. A los principios de julio pasé a Turquía. Soy uno de los últimos que pudieron conseguir estatus de refugiado del Gobierno turco. Pues, Turquía dejó de dar esa estatus a partir del 15 de julio a los que venían de Siria. Actualmente los refugiados en los campos son “visitantes” sin ninguna condición jurídica.

Al llegar a Turquía, me invitaron también a mí a las reuniones en Estambul. Conocí a Mohammed allí.

MI – Cemil, aún estando en Siria, daba declaraciones con su propio nombre. Su valor llamó la atención de las fuerzas de seguridad, y por sus declaraciones fue conocido por todo el mundo.

FO – ¿Qué tal las condiciones en los campos?

MI – En el principio las condiciones en los campos eran pésimas. Pero después de tres o cuatro meses se mejoraron. En eso ayudó mucho la prensa internacional y las organizaciones cono Human Rights Watch; nosotros también denunciamos permanentemente las malas condiciones de los campos. A pesar de la mejoría, aún tenemos varios problemas. Por ejemplo, en los últimos meses repartieron a los refugiados medicamentos caducados. Aunque no son tan caducados que puedan provocar envenenamientos, son bastante pasados para no tener ningún efecto de curación.

El principal problema en los campos es que los sirios que vienen aquí no tienen ninguna condición jurídica y por ende no tienen ningún derecho legal. Demandamos del Gobierno turco que otorgue inmediatamente el estatus de refugiado a los que viven en los campos. El Gobierno turco dice que se les otorgara ese estatus cuando les traslade a Kilis, ciudad en sudeste de Turquía. Pero sospechamos de esa promesa, porque si la gente tiene la condición jurídica de refugiado, tendrá derecho a salir de los campos (actualmente no les permiten salir de los campos), a desplazarse a terceros países, a trabajar, etc, lo que no quiere el Gobierno. Si no, el Gobierno turco puede perder la oportunidad de jugar con la “carta de los refugiados” en el escenario internacional.

FO - ¿Qué opinan de la oposición en Siria?

MI – Cuando empezaron las movilizaciones en Siria ningún grupo político tenía protagonismo. La gente salía a la calle espontáneamente y demandaba libertad y democracia. Con tiempo partidos políticos empezaron a tener peso. Por ejemplo, los Hermanos Musulmanes estaban muy recelos en el principio de la Revolución, y decidieron participar en ella después de tres meses. El Gobierno turco y otros poderes internacionales empezaron a apoyar a los Hermanos Musulmanes. Turquía piensa que los Hermanos Musulmanes tienen una fuerte base en Siria y que luego de la derrota de Assad los Hermanos llegarán al poder. Através de ellos y utilizando la carta de Sunnísmo calculaban jugar un rol determinante Siria. Por otra parte otros poderes internacionales destacaban de que los Hermanos Musulmanes impedirían el fortalecimiento de los islamistas radicales. Pero cuando la Revolución empezó los Hermanos no tenían ningún peso en Siria y no apoyaban a las revueltas.

Cuando la Revolución llegó a un punto muerto y al recibir apoyo internacional, los Herman Musulmanes empezaron a fortalecerse. Esa organización prefiere que el proceso revolucionario quede en un impasse más que la derrota inmediata de Assad. Porque piensan que así sus bases se ampliaría y con la caída de Assad la gente le empujaría al poder. Por otra parte, el Gobierno turco facilita el trabajo de los Hermanos Musulmanes en los campos de refugiados y quiere que los Hermanos tengan monopolio político en los campos. Por eso han habido muchas quejas y actos de protesta en los campos.

En cuanto al Consejo Nacional Sirio, éste se compone de los Hermanos Musulmanes y Heyet-al Tensik el Vahdel Vataniye (Comité para Coordinación de Unidad Nacional, un movimiento liberal y secular). Aunque el ex dirigente del Comité, Burhan Galyun se aparece como el líder del Consejo Nacional, el control del CNS lo tienen los Hermanos Musulmanes. Nosotros, a pesar de participar en la creación del CNS, luego nos rompemos con él porque no se enfoca en la derrota del régimen sirio. En vez de eso, se preocupan en cómo repartir los cargos en el periodo de pos Assad. Sobre todo cuando vimos que el Consejo hablaba una cosa en el interior y otra cosa al exterior, y cómo hacían juegos sucios bajo de la mesa, nos distanciamos de él. Podemos decir que, si los Hermanos o Heyet al-Tensik o el Consejo Nacional no hubiera existido, nuestra revolución sería mucha más fuerte, pues lo que impide el avance de la Revolución es precisamente la actitud ambivalente. Mientras el terror que utiliza el Gobierno sirio impide que se involucre más gente en la Revolución, la posición ambivalente y prolongada de la oposición desmoraliza aún más al pueblo.

FO - ¿Qué opinan de la situación actual de la Revolución y sobre el Plan Annan?

MI – Nosotros queremos derrotar al régimen con movilizaciones masivas y pacificas. Pero por esto Assad tiene que retirar sus tanques y francotiradores de las ciudades. Pero él también sabe que si hace esto, no podrá controlar la Revolución y será derrotado. No apoyamos al Plan Annan porque mientras sigue el régimen en pie y Assad sin castigo la Revolución nunca puede triunfar. Assad no ha retirado sus tanques de las ciudades como está previsto en Plan Annan. Por otra parte, sabe que si cumple eso las protestas masivas otra vez empezarán, así que no puede permitirlo.

FO – Uno de los factores determinantes en la victoria de las revoluciones tunecina y egipcia fue, a parte de las movilizaciones callejeras, la participación en la lucha de la clase obrera que organizó huelgas y ocupaciones de fábricas, hasta declarar huelga general. En Siria ¿puede abrirse un periodo similar?

MI – Pensamos que cada revolución tiene sus características propias. En Siria actualmente la gente no puede salir a una huelga general, porque los sectores principales de la economía pertenecen al Estado. Hasta el reparto del pan está controlado por el Gobierno. Por otra parte, el régimen recibe ayuda económica desde Irán, Irak y Rusia, así que puede aguantar económicamente una huelga general. Por lo tanto, una posible huelga general en Siria parece muy difícil.

FO - ¿Qué ayuda demandan del Gobierno turco y de las organizaciones internacionales?

MI – El Gobierno turco, la Medialuna Roja y IHH (la organización de derechos humanos en Turquía) facilita ayuda humanitaria. Por otra parte, los periodistas nos preguntan si el Gobierno turco arma la oposición siria. Tal cosa nunca ha ocurrido. Visitamos muchas veces los campos donde hay militares sirios disidentes. El Gobierno turco había prometido suministrar armas, pero nuca lo cumplió.

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