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Fathi Salaaoui, militante de la LGO y fundador del Frente Popular de Túnez

«La revolución tunecina tiene que continuar»

Redaccíón, 13 de mayo de 2013




Lucha Internacionalista.
¿Cómo fue tu militancia bajo la
dictadura de Ben Ali?

Fathi Salaaoui: Empecé a militar
bajo el régimen de Habib
Bourghiba, el año 1984. Entonces
Ben Ali era uno de sus comandantes.
En el mes de enero
del 84 hubo la revuelta del pan,
donde perdí un primo y me encarcelaron
durante 9 meses. Después
bajo Ben Ali sufrí dos intentos
de asesinato. Pensamos en
poner en marcha una corriente
trotskista y fundamos la Organización
Comunista Revolucionaria
(OCR). Había conocido el marxismo
a través de un camarada argelino:
fue como un regalo. Mi
familia era de origen minero, de la
ciudad de Kef: crecí con el miedo
de que mis padres o tíos murieran
en la mina. Cuando leí el Manifiesto
Comunista me di cuenta
que aquello era una respuesta. Leí
El Capital cuando estaba en la prisión.
A los 16 años empecé a pensar
en la revolución. El marxismo
me parecía como la vida misma.
También leí y tuve contacto con
estalinistas, pero aquello no me
gustaba. Conocí el trotskismo a
través de los camaradas
libaneses. Entendí que no se podía
hacer una revolución por etapas,
que la revolución tenía que
ser permanente y mundial.

LI.- ¿En qué momento está la
revolución tunecina?

FS.- Tiene altibajos. Ahora es tamos en un punto alto, aunque nos
mataron uno de los grandes camaradas,
Choukry Belaïd. Continuamos
nuestra lucha. Ya hemos perdido
una parte demasiado grande
de nuestras vidas y de nuestra salud
con la dictadura. Intentamos
ser mejores para ser útiles a nuestro
pueblo y a todos los pueblos
del mundo. Ennahda [formación
islamista mayoritaria en el gobierno]
es un partido integrista, que
intenta utilizar la religión para dar
una apariencia democrática, pero
en el fondo es un partido fascista,
que instrumentaliza las creencias
del pueblo. Desde el gobierno, los
islamistas están imponiendo recortes
y están endeudando el país,
lo que supone más pobreza para
el pueblo, mientras ellos se enriquecen.

LI.- ¿Cómo se desencadena la
revolución?

FS.- Fue como subir una escalera:
la huelga de hambre de Taoufik
Bien Brik el año 2000, las protestas
de 2005 y el estallido de la cuenca
minera de Gafsa el 2008. Allá también
nos detuvieron. En periodos
intermitentes me he pasado 16 años
en la prisión. Y del mismo modo que
luchábamos contra la dictadura de
Ben Ali lo haremos contra la de
Ennahda. Para nosotros son dos
caras del mismo régimen. Para luchar
contra Ennahda fundamos con
otros compañeros el Frente Popular,
estamos creando grupos en todas
las regiones. Empezamos cinco
partidos. Fijamos una plataforma
y llamamos a todos los camaradas
a unirse. Ahora tenemos 13 partidos
y muchas organizaciones cercanas,
como la Unión de
Diplomados en Paro, la Asociación
de Mujeres Democráticas o Raid-
Attac. Y también queremos establecer
contactos internacionales
con organizaciones de la izquierda
de todo el Mediterráneo.

LI.- ¿Cuáles son los principales
elementos programáticos?

FS.- Denunciar la dictadura de
Ennahda y exigir condiciones de vida
dignas para nuestro pueblo: sobre
todo sanidad pública y trabajo. Pensamos
que alrededor de la UGTT
se puede fijar una salida para los
trabajadores, los parados y los pobres.
Defendemos la formación de
un gobierno de trabajadores alrededor
de la UGTT. Decimos al pueblo
que no tenga miedo, que luche,
que reaccione contra la violencia
que Ennahda impone a través
de los salafistas para asustarnos.

LI.- Este año va a haber elecciones.

FS.- No sé si las llegarán a hacer,
pero está claro que con el dinero
Ennahda intentará aprovecharse
de la gente para encubrir
su fracaso. Tenemos que combatirlos
continuando la revolución,
porque lo que quiere Ennahda es
dar continuidad al régimen. Nosotros
tenemos que luchar por un
cambio de fondo. Tenemos que
alentar al pueblo a hacer política,
a comprender lo que está pasando.
Porque si el pueblo entiende que
Ennahda no está trabajando por el
pueblo también los echarán, como
hicieron con Ben Ali. Y harán lo
mismo con la derecha de Nidah
Túnez: son las dos caras de la misma
moneda. La revolución continúa
avanzando, aunque a veces
parezca que va atrás.

LI.- ¿Cómo queréis construir
una organización revolucionaria?

FS.- Queremos hacerlo con los
trabajadores: con la UGTT, con la
Unión de Diplomados en Paro y
con la Unión General de Estudiantes.
Construirnos entre el pueblo y
los trabajadores para actuar. A nivel
internacional buscamos el apoyo
de los camaradas de la izquierda
y de los marxistas para salir
adelante con el proceso revolucionario.
Compartimos las mismas inquietudes
aquí, en Egipto, en Siria,
Bahréin, Yemen, Marruecos y Argelia.
Luchamos contra el imperialismo
en todo el mundo.

LI.- ¿Qué piensas de lo que
pasa en Siria?

FS.- La revolución siria ha sido
un proceso más complejo que la
de Túnez porque allá hay las armas
y también el peso de
Hezbollah, que en el fondo aprendió
de la experiencia del Partido Comunista
Libanés. Ahora se ha desvelado
su auténtica naturaleza:
antes se decía que luchaba por los
libaneses contra Israel, ahora está
junto a Bashar Al-Assad, el imperialismo
y el capitalismo. Ahora
nuestros compañeros de la izquierda
libanesa y siria tienen mucho
más fácil denunciarlos: el líder de
Hezbollah, Hassan Nasralla, estaba
muy bien visto en todo el mundo árabe. Pero en
Siria se ha puesto del
lado del régimen, del
imperialismo y del
capitalismo y contra
el pueblo. Esto es
una oportunidad
para todos los comunistas
árabes y
del mundo, porque
en el fondo
Hezbollah era un
obstáculo para un
proceso revolucionario
en la región.
Pienso que es muy
importante el acuerdo
a que se llegó en
Túnez para la campaña
internacional
de solidaridad con la
revolución siria desde
las organizaciones
de izquierda. En
este marco, en Túnez
estamos trabajando
en la semana
de solidaridad internacional
y en la organización
del congreso
de finales de
junio. Desde aquí
quiero invitar a todas
las organizaciones
de la izquierda a participar.

LI.- ¿Cómo ves
la situación en Europa?

FS.- Tenemos la
esperanza de que
haya una revolución
en Grecia, España
o Portugal. Quizás
no es inmediato,
pero se está preparando.
Queremos
contribuir a
empujarla adelante.
Sobre todo en Grecia,
ni la UE, ni los
Estados Unidos han
podido parar a la
gente. ¡Esperamos
que llegue pronto!

Entrevista realizada
en Túnez durante
el FSM por LI

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