Artículos de actualidad de la UIT-CI




Artículos de actualidad sobre Ucrania



8M en Lleida y Barcelona: OTRO AÑO LAS CALLES FUERON FEMINISTAS!



Estás aqui : Portada » Temas » Sindical

SEAT: 13 delegados de CCOO se marchan a USOC

Sin movilización, crece el sindicalismo amarillo

Josep Lluis del Alcazar, 2 de julio de 2013




Lo que pasa en la SEAT es un
referente de lo que pasa dentro
del movimiento obrero. Es
importante, por este motivo,
analizar la progresión del
sindicalismo corporativo, con
la fuga de delegados de CCOO
para constituir, un sindicato de
empresa, el Sindicato de
Trabajadores de SEAT (STS)
que se ha integrado en la
USOC, y que pasa a ser la
segunda fuerza sindical en
dicha empresa, por detrás de
UGT. A nuestro entender este
es un motivo de preocupación
y reflexión.

Las elecciones de 2011 venían
precedidas por una intensa campaña
por el inicio de la producción del
Q3 en verano. En el 2009, después
de que gracias a las grandes presiones
de la patronal y las fuertes
subvenciones del Gobierno central
y autonómico, impusieran, mediante
referéndum, fuertes concesiones
laborales. El objetivo político y empresarial
iba más allá de la SEAT,
había que pasar un mensaje claro
a las/os trabajadoras/es: «si queréis
conservar vuestro puesto de
trabajo se tiene que aceptar –sin
discutir- los dictados de la patronal». Después de SEAT, Nissan
tomó el relevo, a principios del
2011. Tras dejar colar el posible cierre
de la planta en Zona Franca,
volvía a imponer, con referéndum
incluido, nuevos retrocesos históricos.

En febrero del 2011, la UGT conseguía
en las elecciones de SEAT
una subida en delegados que le
permitía, por primera vez, obtener
la mayoría absoluta, tanto en la
SEAT de Martorell con 22 delegados,
como en el Comité
Intercentros, con 41 delegados.
CCOO y CGT retrocedían. En paralelo
se hacían las elecciones en
Nissan. Un sindicato corporativo el
Sigen, afiliado a la USOC, era el
único que subía a Zona Franca de
Barcelona (pasaba de 9 a 11),
mientras el resto de sindicatos perdían,
el que menos UGT. Sigen-
USO, con 27 delegados en todos
los centros de la multinacional rozaba
la mayoría absoluta, sobre los
55 totales.

Han continuado los chantajes
patronales, cada vez con menos
resistencias, hasta que llegó la rotura
de CCOO, produciéndose una
situación particularmente grave en
Martorell. Así, pierde 7 delegados
de los 11 que le quedaban en el
2011 y viéndose relegada a cuarta
fuerza sindical de la fábrica, por
detrás de la CGT con 6. Con otros
6 delegados que rompen en otros
centros, se constituyen el STS que
se integra en la USOC. El secretario
general de STS-USOC y
miembro del comité de empresa,
Manolo Gálvez, justifica la ruptura
por «falta de autonomía» de la
sección sindical a la hora de negociar
y presiones de la dirección
de CCOO, pero las presiones por
la ruptura parecen tener más a
ver con la posible asignación de
un nuevo modelo en los próximos
meses, y como explica sin tapujos
el secretario general de la Federación
Estatal de Industria de
USO, Pedro Ayllón, «la USOC tiene
el modelo idóneo de sindicalismo
para una multinacional, sea
japonesa o alemana».
Las multinacionales siempre han
apoyado y necesitado el modelo
pactista y desmovilizador de CCOO
y UGT, para imponer innumerables
retrocesos de las condiciones laborales.
Pero una vez más se ha
demostrado aquello de que «Roma
no paga a traidores», de que la patronal
no se casa con nadie, ni vive
de reconocer servicios prestados.

Además no tiene ningún problema,
cuando ya no le sirven o son un
obstáculo para ir más lejos, para
deshacerse de sus viejos aliados,
ni para potenciar un sindicalismo
amarillo ligado a los intereses de la
empresa, o prescindir del sindicalismo
si es que puede hacerlo.

Desmovilización y
fragmentación de la clase
obrera

Ahora la pregunta es obligada:
¿Cómo se ha llegado a esta situación?
La dinámica de movilización o
la desmovilización no es una cuestión
solo de una empresa, por grande
que sea, como SEAT o NISSAN.
La dinámica se impone desde el
choque entre los intereses globales
de la clase trabajadora frente a la
patronal y el gobierno situado a su
servicio. A lo largo de años el
entreguismo y el pactismo de CCOO
y UGT han ido permitiendo reforma
tras reforma, retroceso tras retroceso, y lo que es más importante
han contribuido a la fragmentación
de la clase obrera, debido a las diferencias
sustanciales de intereses
que la han dividido objetivamente,
y que permitían que un día la mayoría
aceptara el discurso de las direcciones
sindicales mayoritarias
basado en premisas como por
ejemplo que había que dejar caer
«los eventuales», que hacía falta
una nueva escala salarial «para los
nuevos», más y más
subcontrataciones, la entrada de
ETTS…

En consecuencia crearon
infinidad de intereses materiales
concretos que permitieron una profunda
división como clase y su debilitamiento.
La patronal y el Gobierno
sabe que más allá de ganar
o perder un punto de beneficios, lo
que hace falta es debilitar al enemigo
de clase, mañana ya caerá
no un punto, sino dos o tres o
muchos de golpe.

¿Hasta dónde puede llegar esta
espiral de degradación/división de
nuestra clase? Nadie lo sabe. La
patronal siempre piensa en una nueva
medida para aumentar la
plusvalía que nos saca. Y si el retroceso
continúa, un día le sobrará
hasta el sindicalismo de la USOC.
¿Por qué no reducir los costes que
suponen sus liberaciones? El límite
solo lo pone la lucha de las/os trabajadoras/
es, la lucha de clases a
nivel de la fábrica y a nivel general.
No hay punto intermedio, o nos
dejamos tomar todo y caemos en
condiciones de esclavitud o no hay
otro camino que la lucha.

Reconstruir la confianza en
la lucha, organizar.

La SEAT ha sido un referente indiscutible
de la lucha obrera. El miedo
y el individualismo para intentar
salvarse uno mismo es el peor de
los caminos, porque cada vez que
retrocedemos o perdemos compañeras/
os todas y todos somos más
débiles para la siguiente confrontación.

No sirve la resignación, sirve
cambiar la actitud, recuperar la
confianza en la lucha… y para eso
hay que tener claro que todo empieza
con la organización, el debate
colectivo y la recuperación de las
asambleas. La organización es también
la construcción del sindicalismo
combativo como la CGT o
construir «a salto de mata» hacia
la izquierda una evolución en los sindicatos
mayoritarios exigiendo un
cambio de política, implicándose en
la construcción de una alternativa
política. Nos hace falta una línea
política para reunificar los sectores
de trabajadores que están divididos,
y rechazar todo sectarismo que introduzca
obstáculos en la lucha.

Ir a la versión en catalán