El día 2 de marzo se cumplieron 40 años del asesinato de Salvador Puig Antich, ejecutado por garrote vil en la prisión Modelo de Barcelona. Había sido condenado a muerte por un Consejo de Guerra, lleno de irregularidades. Franco se negó a indultarlo.

Salvador Puig Antich era militante del MIL (Movimiento Ibérico de Liberación) grupo que se dedicaba a hacer atracos para editar propaganda libertaria y para ayudar a las cajas de resistencia de las huelgas obreras. Fue detenido el 25 de septiembre de 1973. Durante su captura se produjo un tiroteo en el que murió un policía. Nunca se probó que Salvador fuera el causante de la muerte del agente, puesto que se alteraron las pruebas.

Durante su proceso, las principales fuerzas políticas catalanas, incluida la Asamblea de Cataluña, se negaron a realizar movilizaciones en defensa de Salvador Puig Antich, abandonándolo en manos del régimen franquista. El filósofo Josep Ramoneda recuerda que « Puig Antich murió sin que casi nadie hiciera nada para evitarlo»(1). Pero este «casi nadie» no era la izquierda revolucionaria del momento (Liga comunista, Liga comunista Revolucionaría, el Movimiento Comunista y otras organizaciones) que realizó acciones de protesta para defender la vida de Salvador a pesar de las diferencias políticas y de los riesgos que esto comportaba. En Europa, también fue la izquierda revolucionaria quien se movilizó para protestar por el procesamiento y la condena a muerte de Puich Antich.

Cuarenta años después se recordarán las circunstancies de su proceso. La violación de la propia legislación franquista, la alteración de las pruebas, la crueldad del régimen. También se dirá que el MIL era un pequeño grupo anarquista que, además, en el momento de la detención de Puig Antich se había disuelto o que el mismo Salvador era un joven alocado. Pero los protagonistas políticos de la oposición antifranquista continuarán callando y escondiendo su responsabilidad en el abandono de Puig Antich en manos del verdugo de la dictadura.

Lucha Internacionalista reivindica la lucha de Salvador Puig Antich y de sus compañeros del MIL como revolucionaria, más allá de las diferencias políticas con su ideología libertaria y con sus acciones.

(1) http://elpais.com/diario/2006/09/26/catalunya/1159232847_850215.html