La huelga llega a un momento difícil, la sentencia es un golpe sobre las ilusiones que se habían depositado para derrotar el ERE. Es una sentencia política, pues la huelga de Panrico es ya un referente para muchos trabajadores/as y jóvenes y han querido cerrar la puerta. Los jueces son un instrumento de la patronal y el Gobierno, parte de un aparato de estado que defiende los intereses de clase de la burguesía. La sentencia no es firme porque contra ella han anunciado recurso CCOO y CGT.

Sin la huelga el ERE hubiera sido aprobado -o consentido- por CCOO. Ahora se ve en la sentencia: CCOO “reconoció la existencia de pérdidas” de la empresa, “hay un acta notarial en la que CCOO justifica expresamente la concurrencia de causas” del ERE, y “nunca CCOO cuestionó nada acerca de la composición y constitución de la comisión y sólo tras la firma del acuerdo es cuestionada.” Y remacha: “CCOO ha hecho público un comunicado en el que admite el desgobierno de la planta y la existencia de actos violentos en el centro de Sta. Perpetua” (ya se había advertido en la asamblea que la utilizarían en los juicios y se pidió que CCOO lo retirara). Es decir, el juez se permite el lujo de responder la impugnación de CCOO con su actuación. Por eso deslegitima la demanda de CGT contra quien no podría utilizar esos argumentos.

Primero CCOO intentó desactivar la huelga argumentando que judicialmente se iba a ganar. Luego, al ver que seguía la huelga y se ponía como objetivo llegar con fuerza al juicio, maniobra para aplazarlo esperando desconvocar la huelga (votación por urna), pero tampoco lo consiguió. Ahora, con la sentencia en la mano, desde la dirección de CCOO del comité de empresa se acusa a los trabajadores de lo largo del conflicto (“desde diciembre ya era cuestionable”) y de las ilusiones depositadas en la sentencia (“más vale una mala negociación que una buena sentencia”), y nos dice: “los trabajadores se empeñaron en llegar al juicio cuando lo que había que haber hecho es negociar con la carta de la retirada de la impugnación”. Pero las cosas son justo al revés. 1) Si la huelga es larga ha sido por la cantidad de maniobras y el aislamiento al que la ha sometido la dirección de CCOO para evitar llegar al juicio. 2) la negociación que proponía la Generalitat y la dirección de CCOO era haber avalado desde hace tiempo los despidos. 3) La huelga ha forzado una sentencia que no ha podido cerrar –a diferencia del ERE o de la negociación propuesta- la lucha contra los despidos.

No vamos a ir con medias tintas: el fallo favorece la empresa que, según El País “aplaude que la Audiencia no haya fallado la nulidad del Expediente.” Sin embargo, al prohibir los del 15 y 16 y al considerar que los del 2013 y los pendientes del 2014 no se ajustan a derecho. Así pues, los compañeros/as despedidos quedarían improcedentes, por lo que la empresa debe optar entre readmisión o la indemnización. En Sta. Perpètua, a diferencia de otros centros, la empresa no se ha animado a aplicar aun ningún despido este año debido a la huelga. Por ello, aunque la sentencia es un palo, los objetivos de la lucha contra los despidos siguen abiertos: que los del 2013 se reincorporen, igual que los disciplinarios y que no puedan aplicar los del 2014.

¿Cómo continuar la lucha? Después de siete meses de lucha sin casi fisuras, lo más importante que tenemos en la mano ahora y para el futuro es la unidad de la plantilla. Defender esa unidad para continuar la lucha es esencial. No se puede acabar entrando fragmentadamente (aunque un sector aparezca como más radicalizado) no sólo porque no podremos conseguir los objetivos actuales, sino porque no podremos parar la ofensiva inminente de la empresa. O se salvan los 200 o se hunden los 200. La ruptura de la unidad se va a pagar muy caro con represalias de la patronal.

La decisión de volver o no al trabajo debe tomarse según las fuerzas pero con el acuerdo previo de acatar la mayoría para mantener la unidad. Obviamente es mejor seguir la huelga limitando el tiempo y alrededor de los dos puntos más concretos: 1) readmisión (no indemnización) de los despedidos del 2013 y 2) los 6 disciplinarios. Pero la continuidad de la huelga no puede ser un objetivo en sí. En cualquier caso, con o sin huelga, es imprescindible un plan de lucha unitario que incluya, además de los puntos citados y los despidos del 2014, la defensa de los salarios y la denuncia por la vulneración del derecho de huelga contra la empresa y la Generalitat.

Lucha Internacionalista seguiremos estando al lado de vuestra lucha, sea cual sea la decisión.

VIVA LA LUCHA DE LOS Y LAS TRABAJADORAS DE PANRICO

Sta. Perpètua 19 de mayo de 2014