En el momento actual vuelve a plantearse
la necesidad de una política clara para que
la crisis no caiga sobre los trabajadores y
trabajadoras, que son quienes han producido
realmente los grandes beneficios
exhibidos estos años por las multinacionales.
Precisamente esos beneficios son los
que deben servir para contrarrestar los
efectos de la crisis sobre los trabajadores
y las capas populares. La lucha por la
reducción de la jornada laboral sin reducción
de salario, para el reparto del trabajo
entre la mano de obra existente, y el
ajuste de los salarios al incremento de los
precios, pasan a ser una de las claves de
esa política. Es lo que llamamos la ESCALA
MÓVIL DE SALARIOS Y HORAS DE
TRABAJO, una reivindicación que pone en
cuestión la viabilidad del capitalismo como
sistema económico capaz de solucionar
los problemas de la humanidad.

Entre las noticias de la crisis económica,
junto al incesante reguero
de privatizaciones, el aumento del
paro, el recorte de derechos laborales
y sindicales y las subidas de
precios, reaparece la amenaza de
nuevas reestructuraciones en la industria.

Los periódicos han anunciado
reducciones de personal a
escala global en las empresas más
importantes del automóvil (General
Motors, Opel, Renault...). El hecho
de que estas medidas no se anuncien
sólo en nuestro país, viene a
demostrar que el actual proceso de
“reestructuración” es parte consciente
de un plan global imperialista.
En palabras de la LIT-CI, nuestro
partido mundial: “...Es una parte,
pero parte importante, de las
respuestas del imperialismo a la crisis
que lleva a una retracción de la
producción y a la caída de la tasa
de ganancia. Uno de los aspectos
de una política general del imperialismo
para conseguir amortiguar la
crisis y obtener algo de “oxígeno”
con que retardar una gran crisis económica,
base material de un proceso
revolucionario. Estas medidas no
revierten la tendencia general de crisis
del imperialismo, su objetivo es
atenuarla. Su aplicación pasa a ser
más necesaria en este momento particular
en que hay claras señales del
inicio de una crisis económica mundial.”

Prolongaciones de jornada y
aumentos de productividad, el incremento
de horas extras, la bajada de
los salarios, son complementados
por EREs y deslocalizaciones. Las
conquistas de años de luchas son
arrebatadas, los derechos laborales
y sindicales recortados, y el desempleo
crece... para que los beneficios
de las grandes empresas vuelvan a
aumentar. Esa política de ajuste, con
diferentes nombres, es la que hacen
los gobiernos y las patronales
en todas partes, con-tando para su
aplicación con el apoyo incondicional
y el sostenimiento político e ideológico
de la burocracia sindical y de
las direcciones traidoras del movimiento
obrero.

En este panorama, los trabajadores
de la General Motors de São José
dos Campos, en Brasil, y su Sindicato,
miembro de la Coordinación Nacional
de Luchas (CONLUTAS), consiguieron
reciente-mente una victoria
impresionante, rechazando mayoritariamente
las propuestas de precarización
del trabajo y el Banco de Horas
(acumulación de las horas extras realizadas
para descontarlas de la jornada
y no pagarlas), teniendo como
contrapartida la posibilidad de 600
nuevos puestos de trabajo (con salario
inferior, subvencionados y de un
año de duración).

Ante la negativa, la empresa ha
constituido un supuesto FRENTE EN
DEFENSA DEL EMPLEO que agrupa
a empresarios (de la construcción
civil, comercio e industria), a la
cámara municipal, la alcaldía y la
iglesia, y que cuenta con el apoyo
de la CUT y de FORÇA SINDICAL.
Anuncia que presentará una nueva
propuesta de reestructuración y buscará
el apoyo de la comunidad antes
de someterla a los trabajadores.
La patronal trabaja incluso con la hipótesis
de realizar un plebiscito en la
ciudad. Sus argumentos no suenan
a nuevo: los metalúrgicos de la GM
sólo defienden sus privilegios...

La confrontación con el plan de
la multinacional y sus aliados ha sido
tomada en serio por el Sindicato
Metalúrgico y por la CONLUTAS en
todo Brasil, en defensa de la REDUCCIÓN
DE LA JORNADA DE
TRABAJO SIN DISMINUICIÓN DE
SALARIO para combatir el desempleo,
resguardando los derechos de
los trabajadores, y exigiendo al gobierno
de Lula que presente una ley
en este sentido. La campaña ha
empezado a obtener apoyos en
otras grandes fábricas metalúrgicas,
donde sectores de los trabajadores
de base ya son solidarios con la
lucha, en contra de sus dirigentes.

Como parte de la campaña, se
aprobó dirigir una carta a las familias
de los obreros de la región, explicando
la propuesta; el Sindicato
editó un boletín específico para otras
plantas de la GM, distribuido con
ayuda de la CONLUTAS y del PSTU.
También editaron, junto a otros
sindicatos de CONLUTAS y de la
INTERSINDICAL un boletín específico
para los metalúrgicos de otras
bases, y se proponen hacer llegar
la campaña a los medios de la ciudad,
utilizando radio y televisión.

La LIT-CI impulsa una campaña
internacional consistente en aprobar
mociones de solidaridad en sindicatos,
secciones sindicales, comités
de empresa, organizaciones...

Las mociones deben mencionar el
“APOYO A LA LUCHA DE LOS
TRABAJADORES DE LA GENERAL
MOTORS DE SÃO JOSÉ DOS
CAMPOS EN DEFENSA DEL EMPLEO
SIN REDUCCIÓN DE DERECHOS
(LOS DERECHOS NO SON
PRIVILEGIOS) Y POR LA REDUCCIÓN
DE LA JORNADA SIN REDUCCIÓN
DE SALARIOS”, y deben
ser enviadas a:

comunicacao@metalurgicosjc.org.br

orgbase@sindmetalsjc.org.br.

+ Info:

www.emdefesadosdireitos.com.br/

Web de Conlutas:

www.conlutas.org.br/