Las tierras andaluzas vacías, los pueblos llenos de mujeres y hombres parados, un ejército de mano de obra disponible a cualquier precio y a cualquier hora. Estas son las consecuencias de lo que vienen haciendo los grandes terratenientes con nuestra Andalucía para enterrarnos vivos a los jornaleros y jornaleras andaluces.

Las reformas laborales, las crisis, los recortes y la pérdida de derechos con que la burguesía ha ido a degüello contra la clase trabajadora sin excepción y contra todos los sectores de la producción, nos ha llevado a los trabajadores/ as a mas explotación, mas precariedad y en muchos casos a rozar la esclavitud. Todo esto se acrecienta mucho más en aquellas profesiones que llevan siglos sufriendo estas condiciones, como los Jornaleros/as andaluces y extremeños.

Situación actual

A día de hoy, la situación de los jornaleros/as es algo más que caótica. Los cultivos que daban mano de obra han desaparecido, hoy todo el trabajo en el campo está centrado en los dos monocultivos imperantes en Andalucía, la recolección de la aceituna y la naranja, que prácticamente se recogen en la misma época del año (otoño-invierno).
Los trabajos de recolección en estas faenas están casi totalmente mecanizados por lo que generalmente la mano de obra se reduce casi en dos terceras partes de la que se empleaba unos años atrás. Los terratenientes fortalecidos aun más, si cabe, por los gobiernos, han aprovechado la ocasión para hacernos retroceder 40 años; vuelta a la jornadas de sol a sol, 9 horas diarias en la mayoría de los tajos, el trabajo a destajo con salarios de miseria en algunas recolecciones como la aceituna de verdeo –este año ha habido cuadrillas de jornaleros/as que no alcanzaban los 20 euros en bruto por jornada-, aumento de los ritmos de trabajo al son de las máquinas hasta que reviente la máquina o el jornalero/a, manigeros, encargados y patrones que abusan y humillan sin contemplaciones en los tajos alardeando de que «si no te interesa ahí esta el camino, que parados hay muchos y tengo gente de sobra esperando tu sitio» ¿Dónde están los sindicatos jornaleros? No cabe duda de que los Jornaleros/ as no han interesado nunca a ningún gobierno y mucho menos a la burguesía, siempre basando la defensa del campo en las subvenciones por tenencia de tierras y en canjearnos por máquinas, sin importarles para nada el hambre de nuestros pueblos.

Esto no llevó nunca a los jornaleros/ as a rendirse, las organizaciones jornaleras predominaban en las mayorías de los pueblos, las luchas, las huelgas, la exigencia de reforma agraria han sido constantes durante años… por eso es incomprensible el abandono a su suerte y el desinterés de los sindicatos hacia los jornaleros/as. Hace años que Comisiones Obreras del Campo dejo de existir para pasar a llamarse Sindicato Agroalimentario, donde se incluye a los trabajadores de los grandes supermercados y a todos los relacionados con el sector de la alimentación, con lo que un trabajador de un Carrefour puede firmar el convenio de la recolección de la aceituna sin haber visto un olivo en su vida. Lo mismo ocurrió con la Federación de Trabajadores de la Tierra de UGT, ahora Federación Agroalimentaria, mismo perro distinto collar. Por otra parte está el SOC, Sindicato de Obreros del Campo, último referente de la organización y la lucha jornalera en estos años, pero desde su integración en el SAT, y a pesar de que la mayoría de dirigentes provenían del SOC, lamentablemente ha abandonado la lucha y la organización obrera centrándose solo en fines políticos y con ello en la colaboración de clases.

La limosna del Subsidio Agrario

El tan criticado por la burguesía y mal llamado PER, un sistema creado hace 30 años, un plan que pasaba por darnos unas migajas y que no pensáramos en la tierra, que es donde les duele; un Subsidio Agrario cuyo derecho a percibirlo está en manos del patrón. Este Subsidio no fue gratis, se conquistó a través de la lucha porque todos sabemos que la burguesía nunca nos ha regalado nada. Pese a que muchos jornaleros/ as no hemos estado nunca de acuerdo con este sistema por considerarlo injusto, insolidario, clientelista y, en muchos casos, aprovechado por la pequeña burguesía de los pueblos que perciben el Subsidio sin ni siquiera ser trabajadores/ as, también es cierto que sin esta prestación miserable cientos de miles de familias estarían abocadas a pasar hambre en nuestra tierra. Debido a las reformas y a la falta de peonadas no todos los Jornaleros/as de Andalucía o Extremadura inscritos en el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) percibimos el subsidio, algo más de 175.000 jornaleros/ as percibimos el subsidio el año pasado de los cerca de 500.000 inscritos.

Valga este dato como ejemplo real; un jornalero/a percibe de subsidio al año 2.556 euros, el terrateniente Mora Figueroa Domeqc algo más de 6.000.000 de euros al año en subvenciones de la PAC (Política Agraria Común, de la Unión Europea) sólo por tener tierras.

Únicas alternativas

Cuando casi todos han renunciado a la defensa de una Reforma Agraria como solución a los problemas del campo y de los pueblos andaluces, hoy más que nunca hay que exigirla, lucharla y conseguirla como única alternativa; una Reforma Agraria basada en la expropiación de tierras a los grandes terratenientes sin indemnización alguna, una reforma que implique la utilización social de la tierra, una reforma en profundidad de los canales de distribución, comercialización y transformación de los productos agrarios, eliminado la dependencia actual de los grandes especuladores y cadenas de alimentación que dominan el mercado, una Reforma Agraria que respete la tierra y a las personas que la trabajan y la habitan.

La reorganización de los Jornaleros/as, recuperación de las luchas en los tajos, las asambleas, la formación ideológica de los jóvenes, con el objetivo puesto en la Huelga General indefinida en el campo andaluz.

Javier Ballesteros (Jornalero andaluz )