El 9 de enero de 2013, a plena luz del día, tres activistas kurdas fueron asesinadas en el Centro de Información del Kurdistán, en París. Sakine Canisz, de 54 años, conocida como la «Rosa Luxemburgo kurda» y fundadora del PKK , Fidan Dongan, de 28, y Leyla Sauylemz, de 24 años, fueron tiroteadas dentro de la oficina. El único acusado, Omer Güney, un turco de 33 años ha sido vinculado por la fiscalía francesa al MIT, los servicios secretos de Turquía. Tres años después todavía no se ha condenado al culpable, Francia se niega a desclasificar información de defensa y el estado turco queda impune. Entrevistamos Janan Polat, compañera de las víctimas y representante internacional del movimiento de mujeres kurdas, que participó en una gira en Cataluña organizada por el Ciemen.

LI.- ¿Cómo explicas el asesinato?

JP.- La Sakine era un símbolo de la lucha del pueblo kurdo, dentro del Kurdistán y a nivel internacional: por eso la asesinaron. Guney se había infiltrado dentro de la organización unos años antes: era siempre muy discreto, no hacía nada extraño, y a pesar de que tenían medidas de seguridad se ganó la confianza de la Sakine. La recogió en la estación en su coche, la trajo a la oficina y las mató a sangre fría. Los días siguientes continuó participando de los actos como si no hubiera pasado nada.

Creemos que pretendía continuar matando. Se ha demostrado que era un agente secreto turco porque había viajado en varias ocasiones a Turquía, tenía archivos de muchos activistas kurdos en su portátil e incluso hay grabada la llamada en que recibe la orden de matar. Pero Francia dice que no se puede actuar contra el estado turco.

LI.- Cómo valoras la política de Erdogan en el Kurdistán?

JP.- Prometió encontrar una salida en la cuestión kurda y empezaron las negociaciones con el PKK, pero después hizo lo contrario; no quería una solución democrática sino obtener una mayoría para convertir Turquía en un sistema presidencialista. Cuando el HDP entró en el parlamento el 7 de junio, con 80 diputados y el 13% de los votos, amenazó este proyecto, porque ya no es sólo un partido kurdo, sino un proyecto para todos los turcos que luchan contra su régimen, con muchas organizaciones y sindicatos de la izquierda turca.

Entonces empezó una guerra sucia contra los kurdos, como los años de plomo de la década de los 90. Ha habido centenares de muertos, entre los cuales también mujeres y criaturas, estado de excepción, toques de queda, asedios a todas las regiones kurdas. El pueblo kurdo no lo aceptó y empezó la resistencia. Y esto coincidía con los ataques del Estado Islámico: en Rojava cogieron a una miliciana, la violaron, la desnudaron y arrastraron por el suelo. Los ataques de la policía turca han continuado, y Erdogan los ha defendido. Se aprovecha de estos ataques a civiles: podemos entender una guerra contra la guerrilla, pero no masacres de civiles y por eso empezaron los ataques del PKK a comisarías de policía.

LI.- Erdogan siempre acusa al Estado Islámico

JP.- En Suruç hubo un atentado en qué mató 33 jóvenes kurdos que querían ayudar a la reconstrucción de Kobane: acusaron al Estado Islámico, pero el caso es que el Estado turco está en la primera línea de apoyo a Daesh, porque no quieren que el proyecto de confederalismo democrático que ya se está aplicando en Rojava tenga éxito como un ejemplo para el Kurdistán y para el conjunto del Próximo Oriente. Después atacaron directamente los locales del HDP. El PKK declaró una tregua para que las elecciones se pudieran celebrar con normalidad, y después vino el atentado de Ankara. No hay precedentes de un ataque como este. ¿Quiénes son los responsables? Creemos que fue organizado desde el Estado.

¿Por qué no había policía junto al parlamento? ¿y los servicios de seguridad? ¿Por qué las ambulancias tardaron una hora en llegar?, ¿por qué la policía no las dejaba pasar? ¿Por qué lanzaron gases lacrimógenos sobre los heridos y la gente que los estaba ayudando? ¿Cómo es que ningún mitin del PKK no ha sido atacado por los yihadistas? ¡Todos los ataques han sido contra la izquierda y las organizaciones kurdas! ¡Y todavía no han encontrado a los culpables! Todo ello es una comedia.

LI.- Trabajáis en una campaña para la liberación de las mujeres de Sinjar en Irak, secuestradas por Estado Islámico

JP.- El 2014 Estado Islámico atacó Sinjar, una ciudad de mayoría jazidita. Mataron miles de personas y secuestraron entre 5.000 y 7.000 mujeres, de diferentes religiones y pueblos. Las están vendiendo en mercados de esclavos de Bagdad y Mosul. Son sistemáticamente violadas, y la mitad de ellas son niñas. Es un feminicidio en toda regla.

LI.- ¿Qué planteáis ante la situación en Siria ?

JP.- Los kurdos de Siria nos defendemos del Estado Islámico, que tiene el apoyo de Turquía para atacarnos. Pensamos que el régimen de Al-Assad, no tiene ni puede tener ningún papel positivo para construir en el futuro una Siria democrática. Pero tampoco tenemos un acuerdo político sobre el futuro con la resistencia árabe contra el régimen. Hemos colaborado puntualmente con el Ejército Sirio Libre contra el Estado Islámico pero este acuerdo no se ha generalizado.