Las cargas sobre familias, el abandono y la brutalidad que se está dando en Idomeni o en Lesbos, en las fronteras Macedonia, con los muros de Europa, con el acuerdo con Turquía, son demostraciones de que la Europa fortaleza que se levanta contra los trabajadores/as y los pueblos, se saca la careta. Turquía cobra para evitar que los inmigrantes lleguen a la UE, mientras tiene manos libres para seguir asesinando el pueblo kurdo. El acuerdo Turquía-UE no parará la inmigración pero aumentará el sufrimiento y la muerte de los centenares de miles que necesitan un lugar para vivir.

La llamada crisis de refugiados es la otra cara de la moneda del intento de Rusia, Irán, la UE y los Estados Unidos, de estabilizar el régimen de Bashar el Asad. Mientras unos hablan de paz y tregua el régimen, con Rusia e Iran, sigue bombardeando y mantiene feroces asedios en Alepo y las ciudades rebeldes. Pero la marcha de refugiados a Europa avanza proporcionalmente a la consolidación de Asad en el régimen sirio. Con él no hay futuro para el pueblo y se aleja también la posibilidad del regreso de muchos y muchas de estas refugiadas a su tierra.

Como es evidente, los objetivos de esta gran coalición son destruir las zonas rebeldes, no el Estado Islámico. El ISIS ha permitido crear en occidente la imagen del mal perfecto, muy útil para recortar libertades, para mantener el estado de excepción en Francia mientras se encarcelan los sindicalistas de Goodyear o Air France, mientras se intentan imponer leyes antiobreras. La UE se construye contra los derechos democráticos más elementales, como los de asilo y acogida. Pero si es posible gasear familias con niños en territorio de la UE y no pasa nada, el escenario permite un recorte generalizado de libertades, el avance aún más decidido hacia estados policiales. La política de estos gobiernos, extendiendo el miedo e imponiendo la represión es el caldo de cultivo en el que crece la extrema derecha. Defender a los y las refugiadas es defender nuestras libertades.

Exigimos a todas las organizaciones que se reclaman de los y las trabajadoras y de los pueblos a unir fuerzas y llamar a la movilización contra la UE y el acuerdo con Turquía. Defendemos las libertades democráticas. Derroquemos los muros de la Europa del capital. Solidaridad con el pueblo sirio contra el régimen, el ISIS y los bombardeos de Rusia y la OTAN.