Un pueblo de 16000 habitantes que se resiste a los recortes y que lucha por sus derechos, un pueblo trabajador rodeado de multinacionales como la Henkel, Coca Cola, Repsol, Lucta, Corte Ingles, un municipio que acoge a miles de obreros y obreras venidos de toda la comarca.

Al calor del 15M, justo cuando se ocupaban las plazas, en Montornés empezaba la resistencia contra el cierre de las urgencias médicas. En un municipio de 16.000 habitantes unas 1.000 personas salían a la calle y marcaban un ritmo distinto y creaban una nueva organización del pueblo, de su gente, a la vieja usanza, recogiendo la experiencia del asociacionismo vecinal, de la transición, pero con un componente democrático contagiado de la nueva situación política y conciencia de las masas.

A la vez irrumpe en el ayuntamiento IC-EUA con mayoría absoluta y con ellos se inaugura también una nueva relación entre la gente y sus dirigentes municipales. Esta nueva relación se conjuga por la lucha de los vecinos, lucha de carácter popular, con el freno de sus dirigentes electorales, que aparece de diferentes formas. La falta de democracia municipal, el autoritarismo y la fidelidad institucional que hace que el divorcio se profundice a pesar de que no se refleje en las urnas y que la euforia primera de ver como la izquierda ganaba las municipales se desvanece en apatía y división.

Recibir al exconseller Felip Puig, inaugurar empresas con el expresident Mas, o constantes reuniones con los dirigentes empresariales, etc. contrasta con la no subrogación de 27 trabajadores del polideportivo, que se municipaliza, pero dejándolos en la calle, la inoperancia de la empresa municipal o el enfrentamiento con la AA.VV. del centro que pelea contra el estacionamiento limitado que querían imponer.

En estos días vuelve de nuevo a la actualidad la necesidad de la construcción de la residencia-centro de día en nuestro municipio, un proyecto que todos los partidos prometen en sus programas pero que ninguno cumple y donde ahora los vecinos y vecinas volvemos a tomar la palabra para forzar que se haga cuanto antes.

De una subvención de 550.000 euros de la Diputación, de unos terrenos ya reservados en su día, el gobierno municipal hace ya 5 años que decidió aparcar el proyecto y desviar el dinero a otras cosas, olvidándose de la democracia vecinal y las prioridades más elementales. Esto está provocando una campaña de recogida de firmas vecinal que ya lleva más de 2.500 firmas para presentar una moción al Parlament de Catalunya a la vez que ya hay prevista una asamblea de vecinos y vecinas donde sea la gente la que decida qué hacer.

Las luchas defensivas que se han dado en los últimos años se deben de transformar en todos los lugares, en luchas ofensivas, por pequeñas que sean: tenemos que darle la vuelta a la sartén y empezar a golpearles nosotros. No debemos permitir que las viejas direcciones tradicionales de los trabajadores y el pueblo sigan frenando una y otra vez, acabemos con las barreras de los burócratas llámense IU-IC-EUA-ERC o como sea.

Paco Montalvo
activista vecinal de Montornés del Vallés