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8M: IMPRESIONANTE DEMOSTRACIÓN DE FUERZAS DEL MOVIMIENTO FEMINISTA



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EDITORIAL

Investidura encallada

Lucha Internacionalista, 9 de septiembre de 2016




Ahora todo a la espera de los próximos acontecimientos: elecciones vascas y gallegas el 25 de septiembre y la moción de confianza de Puigdemont en Catalunya el 28. Y que los resultados y la presión de la Unión Europea que ha dado el ultimátum para nuevos recortes el 15 de octubre hagan el milagro, sea con el PNV, sea con el PSOE, y aparezcan los votos necesarios para desbloquear el gobierno del PP. Si la carambola no se da, y el PSOE sigue rechazando el gobierno de izquierdas con Unidos Podemos y el derecho a decidir en Catalunya, vamos a las terceras elecciones.

¿Qué incógnitas pueden despejarse en estas fechas? Si Podemos suma con Bildu y se va a un gobierno de izquierdas en Euskadi, si ocurre una cosa similar en Galiza, esta vez con En Marea y el PSOE, y si se pone fecha a un referéndum unilateral en Catalunya. Con el argumento de salvar la unidad de la patria en peligro y evitar la sanción europea, el PP podría volver a hacer un último intento sobre el PSOE.

El Gobierno que salga, o el que está en funciones, aplicará de forma inmediata duros recortes para cumplir los mandatos de la UE, y queda tan poco tiempo para hacerlos efectivos y cuadrar las cuentas, que la tentación y el recurso fácil de recortar la paga extra de los funcionarios puede estar otra vez sobre la mesa. Y deberá afrontar también el enfrentamiento contra las instituciones y el gobierno catalán, con la posible inhabilitación de la presidenta del Parlament, que podría agudizar el choque con el pueblo catalán. Así pues, esperan choques importantes y el gobierno es o será profundamente más débil que los precedentes. A lo que habría que añadir una reactivación del frente vasco, quizás también el gallego, si Podemos y Bildu llegan a formar gobierno.

Esta es la nueva situación en la que el movimiento obrero y los pueblos deben tomar la iniciativa. Por un lado dando respuesta contundente ante todo intento de nuevos recortes, sea en materia de salarios y pensiones, sea en educación y sanidad pública, en el subsidio de paro o los servicios sociales. Para ello habría que exigir de los sindicatos una amplia unidad para la movilización este otoño. ¿Cómo van a permitir los trabajadores/as cargar de nuevo con la factura de las políticas de la patronal y la UE? Han subido los beneficios y la riqueza de la gran patronal, mientras se hundía en el paro y la precariedad la clase trabajadora. ¡Basta ya! Hay que parar los nuevos ataques y empezar a recuperar el enorme terreno perdido.

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