Las elecciones presidenciales
en Paraguay, realizadas el
pasado 20 de Abril, arrojaron
un resultado de carácter
histórico. El pueblo trabajador,
harto de 61 años de robo,
miseria, hambre, torturas,
desapariciones y entrega de la
soberanía, asestó una monumental
derrota electoral al
Partido Colorado. La bronca
popular se canalizó en el voto
por la dupla compuesta por
Fernando Lugo y el PLRA1, que
ganó las elecciones con el 41
por ciento, superando a los
colorados por casi 180.000
votos. El voto por Fernando
Lugo fue, en gran medida, un
voto de castigo al Partido
Colorado y al gobierno de
Nicanor Duarte Frutos.

Blanca Ovelar, candidata colorada,
quedó con el 31 por ciento. Lino
Oviedo, del partido UNACE y exponente
del fascismo, obtuvo un 22
por ciento. Por último, el empresario
y candidato del Partido Patria
Querida, Pedro Fadul, terminó con
el 2 por ciento de los votos totales.
La victoria de Fernando Lugo representa
un triunfo electoral de las
masas explotadas, aunque completamente
distorsionado, pues derrotaron
al Partido Colorado pero dieron
su confianza a un proyecto de
conciliación de clases.

El nuevo gobierno Lugo-PLRA
genera no sólo expectativas, sino
confianza e ilusiones en miles de
obreros, campesinos pobres y sectores
populares, que piensan que
ahora sus vidas van a mejorar. Sin
embargo, todo el programa y las
alianzas de Lugo van en sentido
opuesto a la sed de cambio real que
tiene el pueblo.

Es imposible que Lugo realice una
reforma agraria radical, que
implemente un plan económico al
servicio de los trabajadores o que
defienda la soberanía nacional,
mientras el PLRA sea la columna
vertebral de su gobierno. El propio
Lugo afirmó después de su triunfo
que el PLRA es “el socio mayoritario”
del nuevo gobierno, esto significa
que tendrá un peso decisivo en
su gabinete ministerial. Lugo también
dijo que incluso habrá ministros
colorados, entre ellos Dionisio
Borda, ex ministro de Hacienda del
propio Duarte Frutos.

La única alternativa clasista
y socialista en las elecciones
El Partido de los Trabajadores
(PT), sección de la LIT-CI en Paraguay,
se presentó a las pasadas
elecciones con la dupla presidencial
de Julio López y Cynthia
Fernández. Presentamos una opción
distinta, una lista compuesta
de dirigentes sociales y con un programa
claramente socialista revolucionario.
Ofrecimos una salida
para la crisis del país desde la óptica
de la clase trabajadora y eso fue
un gran acierto.

Pusimos la campaña al servicio de
las luchas. No fue casual que Tomás
Zayas, dirigente campesino y
candidato a senador del PT haya
sufrido una brutal persecución
política durante la campaña,
con cinco órdenes
de captura e imputaciones
por oponerse a las
fumigaciones con
agrotóxicos que están envenenando
a las comunidades
campesinas. Las
acusaciones provinieron de
la mafia sojera y fueron
instrumentadas por la fiscalía.
Mediante una campaña
nacional e internacional,
la justicia paraguaya levantó
esas medidas, configurándose
una gran victoria
contra el poderoso
empresariado de la soja.

Lamentablemente, la
mayoría de las demás izquierdas
(P-MAS, PCP,
PCPS) abandonaron completamente
cualquier atisbo
de política clasista y
apoyaron incondicionalmente
al proyecto Lugo-PLRA con
el argumento de lograr la “alternancia”. Capitularon incluso al propio
Partido Colorado pues, en vez de
atacarlo de conjunto, redujeron su
discurso a la “rosca mafiosa” que
“usurpó los principios agraristas y
republicanos” de dicho partido.
Lo risible es que tamaña genuflexión
ante la burguesía, ni siquiera
les valió los codiciados puestos en
el nuevo Congreso.

Los desafíos de la izquierda
y el movimiento social
La derrota del Partido Colorado y
la llegada al poder de un gobierno
de conciliación de clases como el
de Fernando Lugo, abre una nueva
situación de la lucha de clases
en el Paraguay. Es posible que se
den luchas importantes por las reivindicaciones
de los diferentes sectores
que el gobierno Lugo no podrá
atender. La situación delicada
de la economía paraguaya, agravada
por la próxima crisis mundial,
dará a Lugo poco margen para dar
concesiones a las masas.

Es preciso que las organizaciones
obreras, campesinas, estudiantiles
y populares mantengan su total
independencia del gobierno y
continúen con sus luchas. Sería un
grave error darle “tiempo” o “un
respiro” al nuevo gobierno, postergando
así las exigencias de nuestros
derechos.

Igual de peligroso, es pensar que
el gobierno Lugo “está en disputa” entre la izquierda y la derecha, como ya afirman
algunas izquierdas. El gobierno electo,
por más que parece “progresista”, está definido
en cuanto a favorecer los intereses de
las clases poseedoras. Existen categóricas
afirmaciones de Lugo que garantizan el respeto
irrestricto a la propiedad privada de los
empresarios, ganaderos y latifundistas
sojeros, así como el otorgamiento de plenas
garantías e incentivos a las “inversiones
extranjeras” en el país. Prometió además que
será “implacable” en el cumplimiento de la
Ley (burguesa).

El movimiento de masas en Paraguay y
las organizaciones de izquierda no deben
apoyar a este nuevo gobierno, ni siquiera
darle un “apoyo crítico”. Debemos construir,
con nuestras luchas, una oposición de clase,
una oposición por la izquierda.

Obviamente, no se trata de no tener en
cuenta las ilusiones de las masas a la hora
de formular las tácticas de intervención. Pero
la izquierda debe, ante todo, decir la verdad
a las masas; y ésa verdad es que éste no es
su gobierno, que deben mantener su independencia
y continuar con las luchas por sus
derechos.

Ronald León

Asunción-Paraguay

Notas

1 Partido Liberal Radical Auténtico: Ex principal
partido burgués de la oposición. Sin embargo,
avaló y sostuvo durante décadas toda la política
económica y la estructura prebendaria del Partido
Colorado, incluso ubicándose más a la derecha
en sus ataques al movimiento de masas. La
dupla Lugo-PLRA fue la cabeza de la Alianza Patriótica
para el Cambio, una coalición entre partidos
burgueses y sectores de izquierda.

Tomás Zayas es eximido de la prisión preventiva

El Juez Carlos Rafael Ortega ordenó la eximición
de prisión, por falta de pruebas, de Tomás Zayas.
Fue en el caso del supuesto intento de homicidio,
coacción y asociación criminal ...El levantamiento
de la prisión preventiva y del estado de rebeldía
significa una tremenda victoria política de la
Asociación de Agricultores del Alto Paraná
(ASAGRAPA), de la Central Nacional de Organizaciones
Campesinas, Indígenas y Populares
(CNOCIP) y de todas las organizaciones e
individualidades nacionales e internacionales que
repudiaron públicamente el hecho y apoyaron la
campaña de firmas.

Pero esta victoria, no debe hacernos bajar la
guardia. El compañero Darío Giménez aún sigue
preso por la misma causa