El Parlament de Catalunya aprobaba el 6 de septiembre el marco de convocatoria del referéndum de autodeterminación e, inmediatamente, el Gobierno catalán aprobaba el decreto de convocatoria para el 1 de octubre. La respuesta del Gobierno y del Tribunal Constitucional –como era previsible- no se ha hecho esperar y ha llegado la prohibición con amenazas penales contra los precursores y contra quien colabore. El PSOE y Ciudadanos han cerrado filas con Rajoy. El problema del referéndum catalán no es un problema de Catalunya, ni una cuestión de forma. La Constitución niega el derecho de autodeterminación, Franco ya avisó que lo dejaba todo atado y bien atado, desde la impunidad de los crímenes del aparato del estado hasta la unidad de la Patria. Es falso quienes dicen querer un referéndum y que el pueblo catalán decida pero que se podía hacer de otra forma, porque el régimen lo ha dejado bien claro en estos seis años. Son simples excusas para plegarse al centralismo del régimen.

El 1 de octubre está sobre la mesa si se abre la puerta a la liquidación del régimen del 78 o si continuamos con él y profundiza su carácter más reaccionario como ha venido haciendo este último periodo con el PP y la crisis capitalista. Ciertamente la corrupción impregna los estados capitalistas, porque si todo es mercancía, también lo son las voluntades políticas, todo tiene un precio, todo está en el mercado. Pero los extremos a los que se ha llegado en el Estado español son consecuencia del grado de impunidad con el que se hace la supuesta transición de régimen-. Si quedan ocultos los crímenes del franquismo, si la mayor parte del aparato judicial y represivo franquista quedaba intacto y bendecido, quien iba a cuestionar a quien desde el poder aprovechase de su cargo, empezando por la familia real. Este ha sido el reino de la impunidad.

Pero es también el régimen que traicionó las aspiraciones y luchas contra el franquismo. No sólo el derecho de autodeterminación, también defendían la reforma agraria contra los terratenientes, la separación completa con la iglesia, la escuela y la sanidad pública… es decir, aquello que define un estado laico y de democracia formal, esto es república. Por esto en la lucha por el referéndum del 1 de octubre en Catalunya nos estamos jugando abrir la puerta a las aspiraciones de otros pueblos, y también a la resolución de esas reivindicaciones pendientes, tan pendientes como acabar de recuperar los miles de muertos que el franquismo dejó en las cunetas.

Lucha Internacionalista forma parte de la Unidad Internacional de Trabajadores - IV Internacional y desde ese internacionalismo de clase que llamamos a la clase obrera de todos el estado e internacional a hacer suya la defensa del derecho de autodeterminación en Catalunya. La unidad entre trabajadores y pueblos no puede ser el resultado de la imposición como lo es bajo la monarquía a o en el franquismo. La unidad que la clase trabajadora necesita será el resultado de la libre determinación de los pueblos, esta es nuestra lucha por una federación de repúblicas socialistas. Como escribía Marx a los trabajadores británicos ante la lucha por la liberación de Irlanda: La clase obrera inglesa «no sólo debe ayudar a los irlandeses, sino que debe tomar la iniciativa para la ruptura de la unión pactada en 1801. Si no hace esto, el pueblo inglés será un instrumento de las clases dominantes, porque tendrá que actuar junto con ellas contra Irlanda.» Y completaba en otro escrito Frederic Engels: «El pueblo que oprime a otros no puede liberarse. La fuerza que emplea para a los demás acaba por girarse contra él mismo».

La represión del estado que se hoy se lanzará contra el pueblo de Catalunya será la que mañana se utilizará contra otros y las luchas obreras y populares. ¿Qué van a hacer CCOO y UGT ante la represión que desatará el estado? No responder es apoyar la opresión, es ponerse al lado de la Monarquía y el PP, como está haciendo el PSOE. Por ello llamamos a impulsar actos y movilizaciones solidarias en todos los rincones del estado, e internacionalmente. Hay que derrotar la represión del estado monárquico. Hacer posible el referéndum del 1 de octubre.

07/09//2017