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Artículos de actualidad sobre Ucrania



NI VIOLENCIA PATRIARCAL, NI OPRESIÓN COLONIAL. LAS TRABAJADORAS CON LA RESISTENCIA PALESTINA.



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Guerra en el Caucaso:

La OTAN y Rusia contra los pueblos

, 18 de septiembre de 2008




Nuevamente la guerra sacude el Cáucaso… Como si la gente
de esta región no tuviera suficientes y terribles privaciones.
Pobreza extrema, desempleo, ocupación militar y una
permanente amenaza por parte de Rusia, otras grandes
potencias imperialistas y las burguesías de la región, expulsan
a los trabajadores de Georgia, Osetia, Abhazia y de
otras repúblicas del Cáucaso Norte y Sur de sus casas.
Miles son obligados a alejarse de sus familias para buscar
una vida mejor. Los soldados rusos y georgianos son enviados,
al precio de sus vidas, a defender los planes de la
burguesía: convertir a sus pueblos oprimidos en fuerza de
trabajo más barata.

Y así llegamos a esta nueva guerra. Los ataques genocidas
del ejercito georgiano contra el pueblo osetio; los bestiales
bombardeos de las ciudades georgianas por la aviación rusa
con el hipócrita pretexto de “defender” a Osetia … Miles de
muertos, decenas miles de refugiados, miedo y desesperanza.
¿Quién necesita esta guerra? ¿Para qué muere el
pueblo trabajador? Hay que encontrar las razones de esta
nueva masacre.

Puja por quién expolia más la región

La región está siendo disputada por el imperialismo mundial y
por la burguesía y burocracia rusas. Desde luego no hablamos de
una puja de fuerzas iguales. El régimen de Putin-Medvedev, a
pesar de todas las declaraciones patrioteras y triunfalistas, nunca
enfrentará a fondo al imperialismo norteamericano y europeo.
Tampoco va a resistir la colonización del país por parte de los
capitales americanos y europeos, que están dominando aceleradamente
la economía.

Pero lo que sí tiene Putin es fuerza para negociar y aumentar el
“precio de venta” para recibir su porción en el saqueo imperialista.
De esta situación surgen las contradicciones entre el imperialismo
mundial y la burguesía y burocracia rusas. El régimen
de Rusia considera a las repúblicas de la ex-URSS y en especial
el Cáucaso como su “patio trasero” y por eso pelea por el dominio
en esos países. En ellos Rusia tiene una herencia de la
Unión Soviética: bases militares y tropas. Esta presencia militar
fue legalizada por los acuerdos con los gobiernos de las republicas
y por mandatos de la ONU y permitió a la burguesía y burocracia
rusas pelear por dominar política y económicamente la región y
sacar colosales ganancias. Eso sucede en Georgia.

El imperialismo mundial intenta desde hace años someter a
Georgia bajo su control más directo y tener allí las bases para
operaciones militares en la región de Medio Oriente. Eso se refleja
en los mecanismos de expansión de OTAN, que van contra los
planes del régimen de Putin-Medvedev. Éste postula a Rusia como
submetrópolis colonial y quiere ser un socio menor de EE.UU. y
la UE en sus proyectos. Por ejemplo, le propuso a EE.UU. la
explotación común de la estación de radar que controla en
Azerbaiyán para espiar a Irán. Rusia tiene tropas en Osetia del
Sur y Abjazia que bajo la cobertura de “cascos azules” defienden
los intereses de la burguesía y burocracia rusas dentro de Georgia
y son una carta para negociar con el imperialismo americano y
europeo.

Saakashvili: un régimen colonial y agente directo del imperialismo norteamericano

El régimen de Saakashvili en
Georgia llegó al poder sobre la ola
revolucionaria que derribó al podrido
régimen de Shevarnadze – excanciller
del gobierno
restauracionista de Gorbachov en
la URSS. Pero, por la ausencia de
una dirección revolucionaria, las
masas quedaron presas de las ilusiones
en que “Occidente nos ayudará”
y se instauró este gobierno
agente directo de EEUU.
Saakashvili declara abiertamente su
deseo de integrar a Georgia a la
OTAN y se reivindica como un ladero
incondicional de los yanquis.

Georgia tiene menos de 5 millones
de habitantes, pero a pesar de
su pobreza y pequeña población,
tiene 2500 soldados en Irak. El tercer
mayor contingente después de
EEUU e Inglaterra. Ya hace años
trabajan instructores militares de la
OTAN e Israel dentro del ejército
georgiano. Pero al mismo tiempo,
la economía georgiana devastada
por la restauración capitalista, pertenece
ahora en gran parte a capitales
rusos, especialmente la rama
estratégica de energía eléctrica. Los
giros de dinero de trabajadores
georgianos en Rusia conforman más
que 10% de PBI de Georgia. Y son
muchos y poderosos los burgueses
georgianos que asientan sus inversiones
en Rusia y viven en Moscú.
Sin embargo, desde que llegó al
poder Saakashvili el comercio bilateral
cayó drásticamente.

¿Por qué Saakashvili comenzó
la guerra? La guerra iniciada con el
ataque a Osetia que terminó en
una fulminante derrota en pocos
días, puede parecer un suicidio del
régimen de Saakashvili o un fatal
error de cálculo. No podemos descartar
esa hipótesis. Pero hay otra
posible explicación. Esta guerra fue
preparada con tiempo y este régimen
hace tiempo que vive una situación
desesperada. Con la crisis
económica mundial y el crecimiento
de las privaciones para los trabajadores
y campesinos, el régimen
de Saakashvili, que nunca fue muy
estable por haber llegado a caballo
de una ola revolucionaria, está buscando
un “apoyo” sólido.

Desde el inicio se postuló para ser
un sirviente incondicional del imperialismo
norteamericano en la región.
Por otro lado, ahora intentó ganar
el apoyo popular interno a partir de
exacerbar el sentimiento patriótico
en una situación de guerra contra
un poderoso y odiado enemigo
externo.

La guerra de Putin-Medvedev

El gobierno ruso hace aparecer
sus acciones militares como una
“defensa del pueblo osetio”. Pero
eso es una completa mentira. En
su época, las tropas zaristas invadían
a los países europeos bajo el
pretexto de la “defensa de hermanos-
eslavos”. Mucho antes, el Vaticano
justificaba las expediciones
de saqueo al Medio Oriente como
la “liberación del santo sepulcro”.

Y en esta situación el régimen de
Putin-Medvedev hace lo mismo,
incentivando los prejuicios
chauvinistas de las masas rusas.
Los acontecimientos muestran que
Rusia no defiende a nadie. Las “tropas
de paz” no evitaron ni frenaron
la masacre contra el pueblo osetio.
Miles de muertos osetios son una
clara demostración de la “eficacia”
de las “tropas de paz”.

En verdad, para la burguesía y
burocracia rusas, así como para todas
las otras, los obreros y campesinos
osetios son sólo una
“monedade cambio”. Ningún ejército
burgués tiene como objetivo proteger
a los explotados y oprimidos.
Más aún, el ejercito ruso no protegió
ni a sus propios soldados. Los
medios de información rusos “disfrutaban”
al hablar sobre soldados rusos
muertos… para justificar la brutal
respuesta militar sobre Georgia.

Y así han seguido. ¿Son en defensa
del pueblo osetio, los bombardeos
de – ciudades georgianas
distantes de Osetia del Sur – Poti,
Zugdidi y Gori? ¿Son en defensa de
los osetios los miles de trabajadores
georgianos asesinados? Es evidente
que no. Son una agresión
contra el pueblo georgiano no menor
que la brutal agresión de
Saakashvili contra el pueblo osetio.
Las “tropas de paz” rusas no dan
ninguna paz. Al contrario, son tropas
de ocupación destinadas a la
guerra, para expandir el control. No
sólo las tropas rusas, todas las tropas
de ocupación. En Irak, en
Afganistán, en Kosovo, en Haití, en
Líbano – en todo lugar éstas sirven
a la opresión y explotación.

Gobiernos imperialistas: directores del “espectáculo”

Es casi imposible imaginar que
Saakashvili decidió atacar a Osetia
y a las tropas rusas en esa República
sin una señal oculta por parte
de EEUU. Pero al mismo tiempo,
frente a la respuesta rusa, la reacción
de los gobiernos occidentales
fue muy moderada, sólo un apoyo
moral a Georgia y las posteriores
“enérgicas declaraciones” de rechazo
a la invasión rusa. Ahora
Saakashvili, después de la derrota,
comenzó acusar a los gobiernos
imperialistas por no haber reaccionado
con una posición más tajante.
Con los acuerdos firmados por
intermedio del presidente de Francia,
Sarkozy, con Medevedev y luego
con Saakashvili, queda claro que
la política imperialista fue aprovechar
esta guerra como pretexto para
su objetivo principal: instalar en
Georgia sus tropas “de paz” (con
cascos de la ONU o de la OTAN)
en la región cercana a Irán e Irak,
donde tiene graves problemas. Y
no dejar exclusivamente a las tropas
rusas. Y Saakashvili cumplió su
papel de títere en este juego.

Un primer resultado: el imperialismo puede expandir sus tropas

Los acuerdos firmados en Moscú
y Tbilisi, impulsados por Sarkozy,
y avalados por Bush, incluyen dos
puntos principales: “la preparación
de una operación internacional de
paz en la región” y “las garantías
internacionales de seguridad y estabilidad
para Abjazia y Osetia del
Sur”. Todo esto abre la posibilidad
de la instalación de fuerzas militares
imperialistas no sólo en Georgia
como hasta ahora, sino también en
Osetia del Sur y Abjazia.

Estos acuerdos de expansión del
imperialismo fueron firmados por
Putin. A pesar de las múltiples contradicciones
y roces, eso muestra
claramente su subordinación al orden
global como agente del imperialismo.
Todas sus frases patrióticas
y denuncias contra la OTAN
son más teatrales que efectivas.
Con este acuerdo se hace cómplice
de la entrada directa del imperialismo
en la región.

Como dijo Lavrov, el ministro de
relaciones exteriores ruso: ante su
proyecto para Georgia los EEUU
tendrán que elegir entre “su prestigio”
y “aceptar un socio real”. Es
decir, aspira a ser un socio menor de Bush. Mientras tanto, en
Georgia se reunieron los agentes
directos de Bush. En Tbilisi
Saakashvili organizó un acto masivo
donde participaron los presidentes
más obsecuentes al imperialismo
en Europa del Este
(Georgia, Ucrania, Estonia,
Lituania, Letonia, Polonia).

Saakashvili llamó a la liquidación
de la CEI, Comunidad de Estados
Independientes, formada luego
de la disolución de la URSS. El
presidente de Ucrania, Yushchenko,
firmó un decreto sobre severas
restricciones al movimiento de
la flota rusa basada en el puerto
de Sevastopol, en la península de
Crimea. También el parlamento
ucraniano registró un proyecto de
ley sobre la supresión de los
acuerdos de fundación de la CEI.

Bush prometió llevar a Georgia
una campaña “humanitaria intensiva”
bajo de dirección del Pentágono
y también prometió “ayudar”
a Georgia a recuperar sus fuerzas
armadas, diezmadas luego de
la derrota militar. Saakashvili ha
dicho que los militares norteamericanos
tomarían el control sobre
los aeropuertos y puertos
georgianos. Todo esto refleja la
clara intención del imperialismo de
instalarse de inmediato en la región.
Lo que propone Saakashvili
es convertir a Georgia en colonia
completa del imperialismo, en el
Cáucaso. Una plaza para las operaciones
militares cerca de Irán.

Ivan Baguirin

dirigente del POI,
sección de la LIT-CI en Rusia

Nuestra posición: defender los intereses de los trabajadores

En esta aventura organizada por la burguesía y burocracia de distintos tipos y
países, hay una sola lucha que coincide con los intereses de los trabajadores:
la resistencia del pueblo osetio contra la agresión georgiana, su lucha
por el derecho a la autodeterminación.
Todo lo demás: la agresión de Georgia, la ocupación de las tropas rusas en
Osetia, los ataques rusos contra las ciudades georgianas, va contra los intereses
de los trabajadores de todo el mundo. En esta situación la tarea principal de los
trabajadores es enfocar la situación desde posiciones de clase, combatiendo la
propaganda de los gobiernos burgueses: el patriotismo, las salvadoras “tropas de
paz”, las “misiones humanitarias”, etc. Es decir, la tarea es unirse contra la burguesía
y sus guerras criminales. Por eso nuestras consignas ante esta situación son:

- No a la expansión de OTAN! Fuera las manos imperialistas del Cáucaso y Europa
del Este.

- Inmediato retiro de las tropas rusas de Georgia, de Osetia del Sur y de Abjazia.Como mostraron los acontecimientos, ellos no defienden, sino que son un instrumento
de agresión.

- Por el armamento para la autodefensa de los pueblos osetio y abjazio.Como muestra la situación en Irak, en Palestina, en Afganistán, sólo el pueblo
armado puede resistir e imponer derrotas incluso a los ejércitos muchos más
poderosos.
En Osetia del Sur comenzaron a aparecer milicias y destacamentos de resistencia,
en Osetia del Norte muchos voluntarios se alistaron para resistir contra la
agresión georgiana. Si el régimen ruso quisiera proteger al pueblo osetio de la
agresión georgiana, podría enviar armamentos y permitir el libre paso a los voluntarios.
Pero las autoridades rusas bloquearon todas estas iniciativas de las milicias
para no perder el control de la situación.

- Por el pleno derecho de autodeterminación y unificación del pueblo
osetio, incluso hasta su independencia.
Pero no es posible ninguna autodeterminación con la presencia de las tropas
extranjeras. El Imperialismo considera Georgia como una potencial base militar.
Para Rusia el pueblo osetio es una simple “moneda de cambio”.

- Los trabajadores georgianos necesitan derribar el régimen de Saakashvilique sirve al imperialismo, organiza el genocidio de sus hermanos de clase de otra
nacionalidad e impone una guerra criminal al pueblo georgiano. Este régimen no
tiene derecho a existir. Tampoco los trabajadores rusos necesitan al régimen
policial y autoritario de Putin, que impone privatizaciones, carestía, colonización
y guerra al compás de canciones patrióticas. En el 2000 los trabajadores
rusos confiaron en el régimen “fuerte” de la guerra y ahora no tienen nada a excepción
de inflación y persecuciones a los sindicatos y minorías nacionales. Los trabajadores
no deben equivocarse otra vez.

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