El 6 de abril Sodepau organizó en Celrà (Girona) una jornada con organizaciones que exigen verdad y justicia contra las des apariciones forzosas en el Mediterráneo. Contamos con el brutal testimonio de Fadwa Mahmud, de Familias por la Libertad, y de Mariam Al Hallak, de Familias de César, dos luchadoras sirias que, desde el exilio en Alemania, reclaman que se acabe con la impunidad del régimen de Bashar el Asad, ahora objeto de una operación internacional de blanqueo. En el encuentro también participó Nassera Dutour, de la asociación argelina SOS Disparus, que aún busca desaparecidos veinte años después del final de la «década negra», la guerra que siguió al golpe de estado militar contra el triunfo electoral del FIS en 1991. Las tres compartieron experiencias con entidades de memoria histórica que luchan por que se haga justicia con los desaparecidos y desaparecidas de la Guerra Civil española y el franquismo.

«Ahora todo el mundo habla de la reconstrucción en Siria, dicen que la guerra ha terminado y que hay que normalizar las relaciones con el gobierno de Damasco, pero lo que no dicen es que las detenciones, los asesinatos en las cárceles y las torturas siguen: que cada día se excavan nuevas fosas comunes «, explicaba el Hal·laq, que supo que su hijo murió bajo tortura en Siria cuando se publicó el archivo ‘Cesar’ del fotógrafo militar sirio que desertó con imágenes de 11.000 detenidos asesinados en las cárceles del régimen. Mariam es una de las denunciantes en la querella en Alemania que ha conducido a una orden de búsqueda internacional contra los responsables de cinco centros de detención en Siria donde el fotógrafo desertor documentó los asesinatos.

Fadua no sabe si su marido y su hijo están vivos o muertos. Su hombre militaba en el Partido de Acción Comunista y el hijo había ido a recogerlo cuando regresaba de un viaje a China. Los detuvieron en el aeropuerto. «Tenéis saber que en Siria ni siquiera puedes ir a preguntar dónde están tus detenidos sin arriesgarte a ser detenida tú también. Por eso sólo podemos luchar por la libertad de los presos desde el exilio: debemos ser la voz de las mujeres de Siria que no pueden buscar a sus hijos «, explica. Reclaman el acceso a las prisiones sirias para investigadores de las ONG internacionales de Derechos Humanos y que se obligue al régimen sirio a investigar las muertes bajo tortura.

En el encuentro, que se terminó con un acto público, surgieron varias propuestas para trabajar juntos con la plataforma Tadamon de Barcelona para poner sobre la mesa la situación de las decenas de miles de presos políticos y desaparecidos en Siria en un momento en que, tras el aplastamiento militar de la revolución popular contra Bachar al Asad, se pretende rehabilitarlo internacionalmente.

Cristina Mas