Artículos de actualidad de la UIT-CI




Artículos de actualidad sobre Ucrania



No hay liberación en el genocidio: llamamiento al boicot de Eurovisión.



Estás aqui : Portada » Temas » Juventud

Debates y perspectivas del movimiento estudiantil universitario ¿Huelga desde arriba por la ILP o huelga y plan de lucha desde abajo hacia la gratuidad?

Rosario Mendieta, 2 de junio de 2019




Las políticas de privatización de los servicios públicos han tenido un efecto devastador para trabajadoras y usuarios. Los diferentes gobiernos han optado por rescatar a la banca, beneficiar al empresariado y pagar la deuda en vez de atender las necesidades sociales. Por eso, el pasado 29N diferentes sectores (universidades, enseñanza, sanidad, bomberos) hicimos una huelga y movilización unitaria para revertir los recortes de todos estos años. El caso de la educación univer universitaria es alarmante. Tan solo en 2012, con la excusa de la crisis, las tasas subieron un 66% a la vez que disminuyó el dinero público destinado, haciendo caer el peso mayoritario del aumento de la tasa en el alumnado. Se produjo un proceso de elitización de la universidad pública, expulsando a grandes sectores de la clase trabajadora de este derecho. T al es así, que el mismo Parlament aprobó en diferentes ocasiones mociones por la rebaja del 30% de las tasas universitarias. Pero la falta de voluntad política de los diferentes gobiernos ha sido evidente, demostrando al servicio de quien gobiernan. Pero esto no es una novedad y ratifica que los derechos se ganan en la calle y con la movilización.

Este curso los sindicatos de estudiantes, con otras asociaciones, han decidido comenzar el camino de una ILP por la rebaja del 30% y convocan una huelga para el 9 de mayo para «presionar a los políticos que se posicionen a favor». Muchas organizaciones, asambleas y estudiantes no estuvimos de acuerdo con esta orientación, planteando el carácter reformista de esta iniciativa y alertando sobre el riesgo de hacer depender de los tiempos y la composición parlamentaria una cuestión tan básica y urgente que tenemos posibilidad de conseguir ahora en el marco de un gobierno muy débil. Y esto mismo fue parte de la argumentación de la convocatoria del 29N. En este sentido, una huelga ligada a la ILP es un problema. En primer lugar, porque está muy lejos de ser una táctica unitaria y acordada. Pero también porque las huelgas son una herramienta de lucha para ganar derechos concretos, no podemos convertirlas en una medida simbólica. Hacer una huelga en mayo planteándola como acción previa a una ILP -que todavía no está ni presentada ni con las firmas recogidas- es reconocer con anticipación que con esta huelga no ganaremos nada.

Pero además, la consigna por la rebaja de las tasas universitarias, en muchos casos ha sido acompañada de un abandono de una perspectiva de fondo para cambiar el modelo educativo universitario actual. Nunca podemos perder de vista que es con la universidad pública, gratuita y de calidad que podemos revertir el proceso de elitización y privatización y que, incluso en este caso, se continuarán necesitando otras medidas para garantizar el acceso pleno de la clase trabajadora, como son las becas, un cambio total en la estructura horaria de nuestros planes de estudio, el fin del 3+2, el precio de los másteres, etc. Hay que destacar que se estima que la gratuidad de la educación de grado tan solo supondría un 0.1% del total del gasto público. Esto no quiere decir que mientras no luchemos por la rebaja de las tasas (aunque sí tendríamos que replantear el 30%, pues, el aumento ha sido del 66% y nuestro objetivo de mínimos tendría que ser revertir este total) pero, si nosotras mismas dejamos de hablar de gratuidad, estamos naturalizando la situación, adaptándonos a un modelo privatizador y no le damos ninguna perspectiva a nuestra lucha. Tenemos que combinar medidas concretas e inmediatas con exigencias y planteamientos de fondo, partir de lo particular pero siempre para llegar a lo general. Es evidente que no tenemos planteado conseguir la gratuidad de forma inmediata, empezando porqué durante todos estos años, lamentablemente y a pesar de la crítica que hemos hecho muchas en reiteradas ocasiones, prácticamente no ha sido incluida entre las reivindicaciones ni en el discurso del movimiento. Pero si volvemos a poner sobre la mesa y recuperamos esta exigencia, estaremos en mejores condiciones y más próximas a conseguirla. Y es igual de evidente que una rebaja cualitativa del precio de las tasas mediante la movilización es un paso adelante y un triunfo que nos daría más fuerzas para continuar con esta lucha.

Motivos para hacer huelga hay siempre, pero cuándo y si hay condiciones reales para convocarla depende de todo un trabajo previo. Tenemos que recuperar el verdadero sentido de una huelga y darle la jerarquía que hace falta. Y esto tan solo es posible si rompemos con las convocatorias burocráticas y generamos verdaderos espacios colectivos y de base donde se pueda debatir un plan de lucha. Hasta hoy, las huelgas han sido convocadas mayoritariamente desde arriba, monopolizadas por los sindicatos y no han tenido ningún tipo de continuidad para hacer de nuestras acciones un plan de lucha coherente, creciente y con perspectivas y objetivos claros y acordados de forma asamblearia. Es fundamental revertir esta dinámica. Estamos en un contexto político mes favorable para lograr nuestras demandes. Esto dependerá de si somos capaces de organizar un plan de lucha y movilización masivo y desde abajo, es decir, si conseguimos ganar a la base estudiantil para que sea parte activa de esta lucha, generando los espacios organizativos y de debate que sean necesarios.


Ante la convocatoria de huelga de este 9 de mayo la apoyamos pero lo hacemos cambiando el contenido de apoyo a la ILP propuesto por los sindicatos y convocando a organizaciones, asambleas y espacios que compartamos este planteamiento a actuar unitariamente y formar un bloque crítico. También lo ha cemos sin compartir la división entre estudiantes y trabajadoras, pues, la enseñanza pública convoca huelga para el 16. Y al mismo tiempo hacemos un llamamiento a reorganizarnos y debatir a fondo nuestra orientación y a construir un movimiento estudiantil democrático que recupere la necesaria perspectiva de lucha por una universidad pública, laica gratuita, feminista y al servicio de la clase trabajadora.


Rosario Mendieta

Ir a la versión en catalán