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La degradación medioambiental causada por el pillaje imperialista

Haití después de los huracanes

Redaccíón, 18 de octubre de 2008




Desde hace tiempo Haití está embarcado en un largo periodo de desesperación
y desolación que ha sido aún más profunda con los huracanes del
2008. Después del paso de Fay, Gustav, Hanna e Ike, el país quedó exhausto
para contar sus innumerables muertos, familias sin techo, niños huérfanos y
desaparecidos. Y todo esto, en medio de la crisis económica de un país bajo
ocupación imperialista.

En todos los rincones del país hay tierras bajo inundaciones, desprendimientos, grandes
cuantidades de tierra arrastrada por el mar, innumerables árboles desarraigados, ganado
ahogado, casas bajo el agua y demolidas, sin olvidar los puentes y carreteras destruidos.
La población tanto urbana como rural parece haber caído en la resignación, está
esperando. Sin embargo, todo indica que la situación está a punto de reventar, pues
la economía del país ya había recibido un gran golpe con las decisiones del gobierno
haitiano ligado a las políticas de FMI, Banco Mundial, Organización Mundial del Comercio,
Banco de Desarrollo Interamericano, USAID, etc. Las políticas de rapiña y explotación
imperialista de estas instituciones, junto con la impotencia y la corrupción del
gobierno títere haitiano, empeoraron aún más los efectos de la catástrofe natural, y
dejaron al país sin poder responder al desastre.

Degradación medioambiental

Una de las razones de que los huracanes siempre golpeen Haití es la degradación
medioambiental. No obstante, esta degradación es la consecuencia de las preferencias
económicas, sociales, culturales y políticas de la clase dominante – preferencias
basadas en la distribución desigual de la riqueza, que fomenta el pillaje de los recursos
del país y permite que un grupo de explotadores acumule fortunas. Precisamente por
esta razón en el sector de la agricultura los campesinos tienen dificultades de encontrar
tierras para cultivar y están obligados habitar en las montañas con la esperanza de
plantar algo para comer para sus familias.

Por otra parte, el país está pasando desde hace tiempo de una crisis energética. El
Estado haitiano en las manos de la burguesía pro imperialista no está capacitado para
resolver este problema. El consumo de madera está creciendo cada día más – existen
cantidad de panaderías, lavanderías etc. que utilizan madera, y también andamiajes
hechos de madera- mientras el gobierno no se mueve para buscar otras alternativas
de energía o incrementar la producción de madera. No existe ningún plan de
reforestación ni proyecto de conservación del medio ambiente. Tampoco existen
políticas de urbanización por lo cual la gente se monta chabolas donde puede encontrar
un sitio. Barriadas míseras están creciendo como setas en todo el país.

Esta nefasta situación en la que se encuentra el pueblo haitiano ha llegado en una
coyuntura donde el país ya sufría de una crisis alimentaria y de incrementos en el coste
de vida. Lo que es aún más preocupante es que las ayudas humanitarias son casi
siempre insuficientes y no llegan a las víctimas del desastre. La gran mayoría no tiene
ningún tipo de asistencia sanitaria ni algo para comer. Innumerables víctimas que
sobrevivieron el desastre natural, murieron después a causa del hambre.
El pueblo haitiano, sin comida, sin asistencia sanitaria y sin techo, aún está sufriendo
del desastre de cuatro ciclones y el país está a la espera de reconstrucción. Hace falta
una reforma agraria total. Habrá que definir claramente las zonas para la agricultura,
para la construcción, para la explotación de los bosques y para la conservación forestal.
El país tiene que ser autosuficiente en su producción de alimentos y ejercer su
soberanía alimentaria. Hay que acabar con la presión económica sobre los recursos
naturales y construir, controlar y subsidiar alternativas energéticas.

Es esencial denunciar la deuda externa (no pagar los 5 millones de dólares de deuda
de servicio en septiembre) y canalizar este dinero en la reconstrucción del país.
Para poder reconstruir Haití, el pueblo tiene que acabar con la ocupación imperialista
y el reinado de sus aliados nativos, y construir su propio gobierno.

Artículo elaborado con los materiales facilitados
por el sindicato Batay Ouvriye de Haití.

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