Los brutales ataques LGBTIfóbicos que estamos presenciando a diario son una prueba más de la total impunidad de la que goza el fascismo en nuestras calles. La ultraderecha institucional aprovecha todos los altavoces que se le brindan para perpetuar discursos reaccionarios e impulsar iniciativas machistas, homófobas y tránsfobas, como el pin parental o las terapias de reconversión.

Por su parte, gobiernos supuestamente progresistas se jactan de elaborar leyes en favor de la igualdad LGBTI, cuando hace apenas unos años incluían el nazismo como ideología protegida dentro de los delitos de odio, despolitizando y banalizando la violencia contra los colectivos oprimidos. Las leyes que se aprueban en defensa del colectivo se quedan en papel mojado si no se reglamentan ni se dotan del presupuesto necesario para su completo despliegue, y las continuas idas y venidas de los grupos parlamentarios (tanto del Estado Español como de Catalunya) evidencian la falta de voluntad política para llevar a cabo las medidas necesarias para paliar la situación en la que vivimos las personas LGBTI.

La historia demuestra que la única forma de conseguir nuestros derechos es luchando por ellos en las calles, por eso condenamos cualquier tipo de agresión LGBTIfóbica y llamamos a la autoorganización del colectivo LGBTI: hagamos frente al fascismo en las calles, ¡basta de LGBTIfóbia! ¡Ninguna agresión sin respuesta!

Cris Darriba