15 de abril de 2020

Los sindicatos y entidades de bomberos de Euskal Herria, Galiza y de los Països Catalans abajo firmantes nos dirigimos a nuestros respectivos pueblos para mostrar la más enérgica repulsa ante la intromisión de unidades del ejército español en tareas de Protección Civil y Emergencias.

Intervenciones con una desproporcionada ostentación de personal, vehículos y material, que obedecen a un impulso político más que a necesidades reales de la ciudadanía. Las imágenes de militares haciendo tareas civiles no tienen otro objetivo que justificar las obscenas partidas económicas que el estado español destina a gastos militares y lavar la imagen de un ejército de dudoso talante democrático.

Los bomberos y bomberas, junto con otra multitud de trabajadores y trabajadoras de nuestros países, formamos parte del personal que ha estado en primera línea desde el inicio, sufriendo la carencia de material que garantizara nuestra propia salud, sin poder acceder a análisis de contagios, con plantillas menguadas, doblando jornadas y turnos, y, en definitiva, poniendo en riesgo nuestra propia salud, con el único objetivo de garantizar la salud de la ciudadanía. En multitud de ocasiones nos hemos ofrecido a trabajar de forma voluntaria fuera de nuestras jornadas laborales, así lo estamos haciendo y lo seguiremos haciendo mientras sea necesario.

Las políticas de austeridad dictadas desde Bruselas, ordenadas desde Madrid y ejecutadas por Gobierno Vasco, Gobierno de Navarra, Xunta de Galicia, Generalitat de Catalunya, Generalitat Valenciana y Gobierno de las Islas Baleares han dejado nuestros servicios públicos bajo mínimos. Los gobiernos de nuestros países han acordado con Madrid, bajo la exigencia del techo de gasto y el cumplimiento del déficit, no apostar por unos servicios públicos fuertes y de calidad, lo que ha supuesto una precarización de los y las trabajadoras y, en definitiva, un debilitamiento del sector público en favor del capital.

Los mismos que nos han adelgazado el sector público hasta la extenuación pretenden vendernos que la solución pasa por mediáticas exhibiciones de Unidades Militares de Emergencia en nuestras calles. Hace muchos años que sufrimos recortes económicos en todos los ámbitos excepto en Defensa, que ha incrementado su presupuesto, el que ha dejado una situación especialmente precaria en sanidad y en emergencias. El ejército ha sido herramienta de represión y control para oprimir la voluntad de libertades nacionales y derechos sociales de los pueblos vasco, gallego y catalán, y de toda la clase trabajadora. El mismo ejército que está patrullando nuestras calles recortando, todavía más, las libertades civiles.

Ante esta crisis sanitaria reivindicamos una salida civil con unos servicios públicos fuertes en las que nuestros respectivos pueblos tengamos capacidad de decisión para gestionar nuestros propios recursos, sin injerencias centralizadoras a toque de cornetín cuartelero.

Gastos militares para gastos sociales.

15 de abril de 2020