Artículos de actualidad de la UIT-CI




Artículos de actualidad sobre Ucrania



NI OPRESIÓN PATRIARCAL NI COLONIAL: ¡TODAS CON PALESTINA! ¡POR UN MOVIMIENTO FEMINISTA ANTI-IMPERIALISTA E INTERNACIONALISTA!



Estás aqui : Portada » Temas » Teoría / Historia

Homenaje a Trotsky a 80 años de su asesinato....

Lucha Internacionalista, 12 de octubre de 2020




Uno de los legados imprescindibles de Trotsky es la batalla sin tregua por la construcción de la internacional revolucionaria, que dio lugar a la IV Internacional.

Proclamación

La IV Internacional se fundó en la Conferencia del 3 septiembre de1938, en presencia de 26 delegados/as representando a 11 de las 29 secciones afiliadas. Se realizó en París bajo estrictas condiciones de seguridad, limitando sus trabajos a un solo día. 3 de los responsables de su preparación habían sido asesinados por la GPU: Rudolf Klement como principal organizador. Erwin Wolf, antiguo secretario de Trotsky y su hijo, Leon Sedov.

Stalin intentaba destruir el legado revolucionario y exterminar a sus dirigentes, pero su obsesión era acabar con el trotskismo y Trotsky. ¿Porqué? Un no trotskista, Leopold Trepper, el organizador de la Orquesta Roja, explicaba que los trotskistas no confesaban ante la GPU porque: “... poseían sobre nosotros la inmensa ventaja de disponer de un sistema político coherente, susceptible de sustituir el stalinismo, y al que podían agarrarse en medio de la profunda miseria de la revolución traicionada.”

¿Había que proclamar la internacional en aquellas circunstancias tan precarias? Para Trotsky, no hacerlo hubiera sido un desastre. Era urgente materializar en forma de partido internacional y de programa el marxismo revolucionario ante una persecución brutal del estalinismo, del fascismo, ante la guerra inminente y preparando el alza de la lucha de clases que llegaría.

Lucha contra el estalinismo

La IV Internacional tomaba el relevo de las internacionales revolucionarias e incorporaba la experiencia de la lucha contra la degeneración burocrática del estado obrero: con el desarrollo de la teoría de la revolución permanente, y la explicación de la degeneración burocrática y cómo combatirla.

La burocratización en el seno de partidos y sindicatos obreros no era nueva. Pero el estalinismo supuso un salto cualitativo levantando un monstruoso aparato de opresión de la clase obrera. En la Revolución traicionada, Trotsky explica que la burocracia es un resultado de la escasez, del retraso en el desarrollo de las fuerzas productivas, del aislamiento internacional, en definitiva, de la derrota de la revolución alemana. Inicialmente la caracteriza de centrismo burocrático, pues se mueve entre el polo revolucionario y el restaurador, con un teoría imposible y reaccionaria, la del socialismo en un solo país.

Pero tras su consolidación en el poder, la burocracia adquiere una nueva dimensión, Trotsky la define como una fuerza contrarrevolucionaria, agente del imperialismo en el seno del estado obrero. Es decir, no estamos hablando de una concepción equivocada de la revolución, sino de una fuerza que quiere destruirla. Es entonces cuando toda la batalla por echarla del poder y restaurar el camino hacia el socialismo exige una Revolución política: toda una declaración de guerra a la burocracia estalinista.

Y es entonces cuando Trotsky plantea el dilema: o se derroca la burocracia por medio de una revolución política o terminará por restablecer el capitalismo liquidando el estado obrero. Décadas más tarde veíamos a la burocracia utilizar el aparato del estado para restaurar el capitalismo en un tercio de la humanidad en que había sido expropiado. No puede haber imagen que siembre más confusión en la conciencia obrera mundial que ver como en China, probablemente la mayor maquinaria de explotación obrera de la historia del capitalismo, se gestiona bajo la bandera roja de un llamado Partido Comunista: es un golpe tremendo en la conciencia de las masas.

El capitalismo en grave crisis nos vuelve a colocar ante la disyuntiva histórica de socialismo o barbarie. Pero no es posible ganar a las nuevas generaciones a la lucha por el socialismo sin comprender las bases y el combate histórico contra la degeneración burocrática estalinista.

El ejemplo de la traición de Stalin en la revolución española

El papel contrarrevolucionario del estalinismo no se limitaba a la URSS, sino que extendía por la red de partidos comunistas. Un ejemplo de ese papel se había dado en la revolución española, una revolución que podía haber cambiado el curso de la historia. A la que Trotsky dedicó decenas de páginas siguiendo vicisitudes y debates.
A nombre de la revolución por etapas, la Internacional controlada por Stalin, impuso la política de frentes populares: un frente con la supuesta burguesía democrática para enfrentar el fascismo. En realidad, esta política estaba al servicio del intento de pacto de Stalin con Francia y Gran Bretaña, en el que se comprometía a ser un elemento de orden del estado burgués democrático.

Efectivamente el frente popular ganó las elecciones del 36 en un ascenso de masas, pero como respuesta al alzamiento militar fascista estalló la revolución obrera. La revolución era el único instrumento para las masas de vencer a Franco, después que la república burguesa fuera incapaz de resolver sus más elementales demandas. Pero el estalinismo se enfrentó violentamente a la revolución obrera en nombre de la república burguesa agónica, con las armas en la mano, no dudando en torturar y asesinar a sus dirigentes: como el trotskista Wolf, Andreu Nin secretario del POUM, o anarquistas como Camilo Bernieri. El frente popular abrió las puertas a Franco.

La política de frentes populares no se acabó en los 30. Numerosos ejemplos de frente popular demostraron que renunciar a la independencia de clase conduce inevitablemente a la derrota. Por ello frente a gobiernos de colaboración de clase, levantamos la independencia de clase, por gobiernos de los y las trabajadoras.

Si importante es el partido, éste no es nada sin un programa. Y la IV Internacional aprobó en su Conferencia de fundación el Programa de Transición: la agonía del capitalismo y las tareas de la IV Internacional.

Un programa para responder a una época histórica, la definida por Lenin como el imperialismo, fase superior del capitalismo, época de decadencia, de guerras y revoluciones.

El programa arranca afirmando que “Las condiciones objetivas de la revolución proletaria no sólo están maduras, sino que han empezado a descomponerse.” La civilización humana avanza hacia la catástrofe que sólo puede evitar la revolución socialista. Toda la tarea estratégica del periodo es “superar la contradicción entre la madurez de las condiciones objetivas de la revolución y la falta de madurez del proletariado y de su vanguardia.”

Para ello el Programa de Transición arranca de la dialéctica de la lucha de clases, partiendo de las luchas más inmediatas de las masas para articular las consignas que permitan llegar a una única conclusión: la revolución socialista, el poder de los trabajadores/as.

Esta es y sigue siendo la tarea actual porque el periodo histórico no ha cambiado. El Programa de Transición sigue siendo el esqueleto fundamental del programa revolucionario, el método y los objetivos estratégicos siguen siendo los mismos para superar “La crisis histórica de la humanidad se reduce a la dirección revolucionaria.”

Los Syriza, Podemos o el Socialismo del siglo XXI de los bolivarianos, son expresiones del viejo programa mínimo que combate el Programa de Transición, con la búsqueda de reformas imposibles del capitalismo para aplazar la lucha revolucionaria de las masas. Un objetivo utópico y reaccionario que se gira contra las masas.

Por ello, conscientes de las dificultades que ha atravesado el trotskismo en estos 80 años identificamos nuestra tarea en los términos de avanzar en la reconstrucción de la IV Internacional, que conserva íntegramente el objetivo de gobiernos obreros y populares que construyan un verdadero socialismo en todo el mundo.

INTERVENCIÓN Josep Lluis del Alcázar en nombre de LI, en el acto de homenaje de la UIT-CI
27/9/2020

Ir a la versión en catalán