El pasado miércoles 28 de octubre una veintena de furgonas de la BRIMO (Mossos d’Esquadra) desalojaron violentamente la Casa Buenos Aires, un espacio social autogestionado -que ha construido comunidad vecinal en Vallvidrera- iniciado en la primavera del 2019. El caso de la Buenos Aires es un claro ejemplo de complicidad entre las instituciones públicas con los fondos buitres y la iglesia: el gobierno municipal de Colau se había comprometido a la protección del edificio, suspensión de las licencias urbanísticas, expropiación de la finca y retirada del proceso judicial, pero nunca llevó a cabo ninguna de esas medidas.

La respuesta popular ante la represión y la vulneración de derechos de las que viven y dan vida a este espacio fue desbordante, no solo por parte de vecinas y sindicatos de vivienda, sino también por muchas otras organizaciones y movimientos de la ciudad, que estuvimos presentes tanto en el momento del desalojo como en la manifestación convocada esa misma tarde bajo la consigna de “Recuperem la Buenos Aires”.

El caso de la Buenos Aires condensó la rabia y el descontento social y se convirtió en un símbolo de denuncia ante todos los desahucios (alrededor de 800 en la ciudad en poco más de un mes), lo que se materializó ese mismo sábado en una multitudinaria manifestación por las calles de Barcelona. El “Efecto Buenos Aires” no termina aquí, estaremos en pie en cada desahucio, contra su represión y contra sus mentiras. No permitiremos que echen a ninguna vecina del barrio, nos encontrarán de frente.

Cristina Darriba