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¡Donald Trump fue derrotado!

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores - Cuarta Internacional (UIT-CI), 21 de noviembre de 2020




El sábado 7 de noviembre se confirmó que el presidente yanqui Donald Trump perdió las elecciones, aunque él sigue diciendo que le hicieron fraude. Esto se da en medio de la pandemia y en la crisis más grave del capitalismo mundial.

Desde la UIT-CI compartimos el festejo de los trabajadores, el movimiento antirracista, el movimiento de mujeres, el movimiento ambientalista y la mayoría del pueblo estadounidense, así como en otros países. Salió derrotado el presidente y multimillonario derechista, imperialista, racista y misógino, que negó el coronavirus, desmanteló el sistema de salud, defendió la policía asesina de George Floyd y somete a los pueblos del mundo con sus planes de saqueo a favor de grandes transnacionales y banqueros. Trump era el presidente del capitalismo imperialista que solo ofrece hambre, desigualdad social y es una amenaza para el planeta con la destrucción ambiental, llegando al extremo de negar el cambio climático producido por el uso irracional de recursos que hacen las transnacionales y los gobiernos capitalistas.

Que festejemos la derrota de Trump no implica apoyar o tener ninguna expectativa en Joe Biden, quien ganó en nombre del otro partido patronal imperialista como lo es el Partido Demócrata. Biden fue el vicepresidente del gobierno de Obama no solo no solucionó ningún problema de los trabajadores, los afrodescendientes o el pueblo pobre, sino que ante la crisis capitalista de 2008 salvó a los bancos y multinacionales e impulsó también los planes de hambre en el resto del mundo.

Por eso la clase trabajadora y los pueblos del mundo no deben depositar ninguna esperanza en Biden, pero sí en las y los trabajadores, en el movimiento antirracista y de mujeres en lucha de Estados Unidos que enfrentaron a Trump en las calles.

La derrota electoral de Trump es también una gran derrota política para toda la ultraderecha mundial, para los Salvini, Le Pen, Bolsonaro, los Orban de Hungría, el partido Vox del estado español, los neonazis de Alemania o de Aurora Dorada de Grecia.

La derrota de Trump es la expresión electoral de la rebelión antirracista por el crimen de George Floyd y la crisis del Covid19

Muy pocas veces un presidente de los Estados Unidos no ha sido reelecto. En los últimos 100 años solo cuatro no se pudieron reelegir. Trump quedará en la historia como el quinto.
La participación electoral fue la mayor en la historia, (…) La participación llegó al 66% de los inscriptos (155 millones). También fue récord el voto por correo que llegó a 100 millones, pese a todos los intentos de Trump por disuadirlo y entorpecerlo.
Millones fueron a votar para sacarse de encima a Trump por el odio a su racismo, a la represión policial y a su negación del Covid 19. La derrota de Trump se explica porque antes estuvo la rebelión antirracista (…)


Una extrema polarización de la sociedad estadounidense a favor y contra Trump

El resultado electoral expresó la extrema polarización política y social que existe en el país. (…) Aunque Biden no logra un triunfo contundente, como habían previsto las encuestas, consigue el también récord de 74 millones de votos para la fórmula del Partido Demócrata. 9 millones más que lo logrado por Hillary Clinton en las elecciones del 2016. Pero Trump no dejó de hacer una buena elección llegando a 70 millones superando en 8 millones su elección de 2016.
Biden (…) Logró tener una diferencia en el voto popular de 4 millones por sobre Trump. Sin embargo, por el sistema de votación indirecto de elección, a Biden le costó llegar a superar los 270 electores (estaría logrando 294) (…)

Trump pierde, pero se consolida como el líder de una extensa franja social ultraconservadora, reaccionaria y racista

Muchos, en Estados Unidos y el mundo, se preguntan como un personaje tan reaccionario y repudiable como Trump pudo lograr 70 millones de votos y ganar la elección en estados importantes, con gran parte de población latina y negra, como Texas y Florida.
El voto a Trump pone de manifiesto la extrema polarización social que existe en los Estados Unidos. (…) Trump se apoya en millones de personas de la tradicional base social de racistas, (…), milicias armadas de la derecha, (…) odio a feministas, ambientalistas como también de una base popular de granjeros (…) donde predomina el fundamentalismo evangélico. Pero también de una franja de trabajadores blancos del viejo cordón industrial en decadencia por la crisis capitalista. No hablamos de la totalidad o mayoría de los obreros los industriales, (…) Pero existe esa franja de trabajadores marginados (…).

Esta polarización ha crecido con la crisis social combinada con la rebelión antirracista, el crecimiento del movimiento obrero, de mujeres o contra el cambio climático, Millones creen en el discurso locoide de que Biden puede “llevar al socialismo”, (…). A mayor crisis social, crisis económica y luchas populares, mayor crecimiento del polo racista y fascistizante.

También muchos analistas se sorprendieron con un leve crecimiento de votos de Trump en sectores de población latina y negra. Cosa que es cierta. (…) Pero el 87 % de las y los electores negros votaron contra Trump, siendo un voto decisivo para su derrota (datos Reuters 4/11). Y, pese al voto cubano de derecha en Florida, a nivel nacional dos tercios del voto latino fue contra Trump.

En síntesis, Trump perdió, pero consolida su base social y va a intentar quedar como alternativa para las elecciones del 2024. El “trumpismo” no deja de ser una expresión de la crisis del Partido Republicano. (…)

Un cambio de mando del imperialismo yanqui en medio de su crisis global

El cambio de jefe imperialista también fue festejado en las alturas. La derrota de Trump fue bien recibida por sus competidores y aliados de las grandes potencias capitalistas como la Unión Europea (UE), Reino Unido, el Vaticano o Canadá. Biden fue, rápidamente, felicitado por Angela Merkel, Emmanuel Macron, Pedro Sánchez y el Papa, entre otros. Rusia y China guardan silencio, por ahora. (…)

El triunfo de Biden y los demócratas no solucionarán la crisis global que sufre el sistema capitalista-imperialista. (…). Con Biden es previsible un cambio en donde vuelva a primar la negociación, tanto con sus pares de las potencias capitalistas como con los gobiernos de las semi colonias. Volverá la vieja combinación imperialista de “zanahoria con garrote”.
Pero no hay posibilidades de que Biden supere la crisis política global capitalista. Además, está inmerso en la propia crisis política y social de su país. (…)

Lo seguro es que Biden no representa ningún cambio positivo para la clase trabajadora y los sectores populares de los Estados Unidos y del mundo. Biden y el gobierno imperialista del Partido Demócrata, va gobernar en nombre de las multinacionales, el capital financiero y el FMI. Al comienzo de su gobierno (asume el 20 de enero) adoptaría algunas medidas cosméticas como quizás adherir al limitado Acuerdo de Paris del cambio climático o volver a la Organización Mundial de la salud (OMS), de donde se retiró Trump. Pero el centro de la política de Biden será seguir, con “rostro humano”, tratando de descargar la crisis sobre las y los trabajadores, con nuevos planes de ajuste y hambre impuestos por las multinacionales y el FMI.

La unidad de los trabajadores, las trabajadoras y los pobres del mundo será la poderosa herramienta para seguir enfrentando al imperialismo yanqui, a sus gobiernos aliados y a sus planes de recortes y ajustes. En la perspectiva de lograr gobiernos de la clase trabajadora que abran el camino del cambio de fondo de terminar con el capitalismo y avanzar hacia un verdadero socialismo.


Desde la UIT-CI llamamos al pueblo trabajador estadounidense, al movimiento de la mujer, al movimiento antirracista, ambientalista, a seguir movilizado por sus urgentes reclamos ante el nuevo gobierno y a formar una nueva alternativa política independiente. Hay que ofrecerle una alternativa a las y los miles que salieron en todo el país a festejar la derrota de Trump. Una alternativa al bipartidismo capitalista-imperialista. Un nuevo partido o movimiento de izquierda unitario e independiente que represente verdaderamente los intereses de la clase trabajadora, la juventud y el movimiento antirracista.

Unidad Internacional de las y los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)

10 de noviembre de 2020

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