El pasado 18 de enero llegaron a Motril 16 rifeños. Huían de la represión marroquí, querían pedir asilo, pero los llevaron al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Murcia, junto a otros activistas y expresos políticos.

Han escapado de la persecución que todavía sufren quienes, como ellos, decidieron reclamar para su pueblo, mejoras sociales. Son algunos de los cientos de activistas del Rif que en 2016 y 2017 desafiaron al régimen marroquí de Mohamed VI en lo que se conoció como el Hirak, un movimiento social que en esta atrasada región norteña, abandonada y reprimida por la monarquía alauita desde que España salió del protectorado marroquí. La respuesta de la Casa Real alauí— fue contundente.

"Están en peligro, pueden ser los próximos presos políticos del Hirak si son deportados. Caer en las manos de quien estás huyendo, de un dictador, en un país sin libertad de expresión, de reunión, de manifestación...", aseguran sin dudar.

La policía española, ya comenzó los trámites para su deportación. Y la solicitud asilo fue denegada y su abogado, no puede preparar el recurso por el poco tiempo que les dan y por la prohibición de las visitas al CIE de Murcia por la pandemia.

Por todo esto, decimos NO a las deportaciones y exigimos, la puesta en libertad de todos los rifeños detenidos y que se respete el Derecho de Asilo.

LI- Inmigración

Barcelona, 4 de febrero de 2021