Este 9 de octubre tiene que ser una jornada de lucha, por el derecho de Autodeterminación, contra la monarquía, contra la corrupción, contra los ERES en la industria de la automoción o en la Banca, contra el ICETAZO, por la defensa de las interinas por un puesto fijo, contra los feminicidios, digamos no a la homofobia, por la defensa del territorio, luchemos contra los parques eólicos que invaden nuestro territorio, contra la ampliación de puerto de Valencia, luchemos por recuperar nuestro litoral, luchemos contra los PAI que intentan aplicar en nuestras ciudades, luchemos contra la especulación inmobiliaria de nuestros barrios, por la defensa del campo valenciano, frente a las subidas de la luz, luchemos por la nacionalización de las eléctricas, contra los desahucios, contra la subida desmesurada de los alquileres, por un parque público de viviendas, por la libertad de todos los presos políticos del Estado Español, contra la criminalización de nuestra juventud, contra el fascismo que siembra de odio nuestros barrios, por el cierre de los CIES, por el derecho de los migrantes, por ser un país de acogida, por el derecho a nuestra lengua, por la escuela pública, por la sanidad pública, por la enseñanza pública, por las residencias públicas.

Luchemos contra el Pacto de Toledo y el Acuerdo Social del gobierno de coalición que quiere robar el derecho de una pensión digna a las trabajadoras y los trabajadores,

Hagamos frente a las políticas autonómicas del gobierno del Botánico, no a las políticas autonómicas que solo demandan más financiación o la reciprocidad de las televisiones, necesitamos políticas que defiendan el derecho de autodeterminación y los derechos sociales del pueblo valenciano.

Hay que centralizar las movilizaciones y construir un referente político

Vemos luchas atomizadas. Los y las pensionistas han convocado el 16 de octubre una marcha a Madrid contra la reforma del gobierno. Hay movilizaciones en defensa de la atención sanitaria. En julio las grandes protestas por el asesinato de Samuel. Importantes luchas sindicales como los de las interinas, como la de Tubacex, con más de 210 días de huelga que consiguen la readmisión de los despedidos de Llodio y Amurrio. O la de H & M en Euskal Herria, que han conseguido con 45 días de huelga defender todos los puestos de trabajo y las condiciones. Hay que avanzar en el impulso y la unificación de las luchas hacia una huelga general.

El PSOE-IU/Podemos está al servicio de los intereses de la gran empresa y la monarquía, una política que abre el camino a las derechas.

Necesitamos avanzar en un Frente de la izquierda, las trabajadoras y los trabajadores y los pueblos con la doble ruptura: contra la Monarquía y en defensa del derecho de autodeterminación de los pueblos, anticapitalista y por un plan de medidas de urgencia.

Carlos Rodríguez (País Valencià)