El Turó del Drac de Canet es hoy el centro del ataque contra la escuela catalana, pero ya son una treintena los centros que tienen órdenes judiciales directas de dar el 25% de sus clases en castellano. El gran eco mediático de la campaña puesta en marcha por la derecha, las advertencias de un 155 educativo del PP, las graves acusaciones contra la escuela pública catalana y contra los docentes y familias, inevitablemente nos llevan a revivir el caso de El Palau en octubre de 2017.

Carta abierta a Xavier Pla, nuevo portavoz de Ciudadanos en Sant Andreu de la Barca

En declaraciones al programa "El Descobert" de La Barca Producció TV, ha dicho que en el instituto El Palau "no hubo adoctrinamiento. Hubo un malentendido” (1). Usted lo sabe bien, como antiguo alumno del centro. Pero lo que no está claro es si esta afirmación la compartirá la dirección de su partido. Quizás sería bueno que les explicara de primera mano la realidad del centro. O que el gobierno municipal la convirtiera en una declaración pública de reparación para el profesorado y el centro después de tanto tiempo en su punto de mira.

Usted afirma que en octubre de 2017 "hubo un problema", que el gobierno municipal del que formaban parte "trabajamos de puertas hacia adentro" y "acabamos solucionando el tema", "cómo se debe solucionar, sentando a las dos partes y llegando a un entendimiento” y que “el ayuntamiento medió para volver a la normalidad como hasta ahora”. Son afirmaciones falsas: ni usted ni la concejala de Educación, también de Ciutadans, ni el alcalde, que sí se reunieron varias veces con las familias acusadoras, se sentaron nunca con los profesores/as acusados/as. Es más, la responsable de Ciudadanos en Catalunya, Inés Arrimadas, se indignó de que el Síndic de Greuges viniera al instituto y se reuniera con las familias y con el profesorado, efectivamente para intentar mediar, y le exigió una comparecencia inmediata en el Parlamento.

¿A qué entendimiento se supone que llegaron ambas partes? No se retiró ninguna denuncia y se orquestó una campaña mediática terrible contra el profesorado del Instituto y, por extensión, contra toda la escuela pública de Catalunya, de la que su partido fue parte significada.

Y tan dialogante como parece ahora, yo recuerdo el pleno municipal en el que estuve, como portavoz de la asamblea de docentes del Palau y junto con familias del instituto, y propusimos una declaración a partir de una resolución unánime del Consejo escolar del centro. Fue un pleno con mucha tensión en el que se dificultó el debate y se rechazó la propuesta que negaba la acusación de adoctrinamiento.

Fíjese lo diferentes que habría sido las cosas si eso que ahora afirma sin complejos, “en el Palau no hay adoctrinamiento”, “todo es un malentendido”, lo hubiera dicho en ese momento. Usted ya era entonces concejal de Ciutadans, y su compañera de partido Saray Cantero, concejala de Educación. Ambos formaban equipo de Govern con el PSC. Pero usted sabe que, si hubiera dicho esa verdad entonces, muy probablemente hoy no sería portavoz de Ciutadans en Sant Andreu de la Barca.

Y nos dice que fue "un malentendido" "magnificado" por la situación... Pero el problema no era "la situación" sino la política de quien tenía interés en atizar el conflicto. Su partido utilizó el caso El Palau como ejemplo de lo que ocurría en Catalunya, no sólo de adoctrinamiento sino también de llegar a humillar a los alumnos, cuestión de extrema gravedad. Criminalizaron sin escrúpulos al profesorado, y usted callaba. Repase las citas de las declaraciones en sede parlamentaria de Inés Arrimadas y aún más, de Albert Rivera y su tuit brutal del A por ellos en que señalaba directamente a los y las docentes acusadas y difamadas, y que provocó inmediatamente acosos y pintadas en las paredes del instituto.

Por eso es imperdonable que frivolice y minimice el mal causado, que ha llevado mucho sufrimiento a las personas señaladas, y a que una parte del profesorado pidiera el cambio de centro. Una pesadilla que todavía no ha terminado, porque contra el archivo provisional todavía está pendiente la resolución de los recursos de Fiscalía y de las acusaciones particulares, que siguen manteniendo el caso abierto, por si les conviene volver a la campaña de intoxicación contra la escuela pública catalana. Y sin poder pedir la eliminación de las imágenes de profesorado que han sido motivo de escarnio y que tanto daño hacen cada vez que se vuelven a publicar.

Sin embargo, si hay que reflexionar sobre lo que pasó en El Palau, no es sólo para cicatrizar una herida todavía abierta (a nivel judicial y emocional), sino porque vendrán más Palaus, y usted ya lo prepara y nos dice que aquí, en Sant Andreu, no hay adoctrinamiento, pero que sí existen, “en algunos casos” en “otros lugares”, acusaciones ambiguas para seguir intoxicando a la opinión pública sobre la realidad en Catalunya. Y lo relaciona directamente con lo que está ocurriendo en la escuela de Canet: ya tenemos allí un nuevo Palau, con todo el circo mediático en marcha, por el rechazo a la sentencia del 25% de clases en castellano. Porque la cruzada contra la escuela catalana es parte del ADN de su partido. Y, sobre todo, fuera de Catalunya, da resultados y votos... Pero cuidado con esta estrategia, que de tanto atizar el fuego, al final se pueden quedar cortos y acabar devorados por Vox.

15 de diciembre de 2021.
Josep Lluís del Alcázar Fabregat. Ex-docente de El Palau

NOTA
(1) Cuatro años después (fue en octubre 2017) que a nueve docentes del instituto El Palacio de San Andrés de la Barca se les acusara de delitos de odio contra hijos de guardias civiles, en medio de un brutal linchamiento mediático.