Un mes para acabar de disipar dudas, a quien le quedaran, sobre el gobierno del PSOE-Unidas Podemos: estafa a los y las pensionistas con una subida de 2’5% frente a la del 6,7% del IPC a 1/1/2022 (5’ 5% en noviembre). Pérdida del poder adquisitivo para los y las trabajadoras públicas con el 2% de incremento salarial que fijan los presupuestos (PGE). Aprobación del icetazo, contra el que se hizo la huelga del 28/10/2021. Unos PGE que no responden a ningún giro social ni blindan unos servicios públicos esenciales contra la pandemia, sino que entregan los fondos europeos a las grandes empresas y con espectaculares subidas en partidas militares. Y, por último, la no-reforma de la reforma laboral del 2012, al dictado de la UE, avalada por la patronal porque consolida el modelo actual y aplaudida por la FAES de Aznar. Mientras, el gobierno no hace nada para intervenir los precios ni los beneficios del sector eléctrico. La factura de la luz se ha incrementado este año un 41% de media, según la OCU.

La pérdida del poder adquisitivo de los y las trabajadoras es generalizada. Sólo el 20% tienen algún tipo de cláusulas de revisión de sueldos en el convenio: en 2008 eran el 70%. La media de crecimiento de los salarios en los convenios firmados en 2021 ha sido del 1,5%. Todas estas decisiones del Gobierno PSOE-IU/Podemos han contado con el apoyo de CCOO y UGT. Como también el acuerdo para poner fin a la huelga del metal de Cádiz, firmado sin consulta, cuando ésta se convertía, más allá de un tema laboral, en un problema social y político. El gobierno recompensaba a los grandes sindicatos con un aumento de subvenciones del 93’2% en dos años, más partidas de los fondos europeos para renovación de las sedes sindicales.

Mientras, los compromisos de diálogo con el gobierno catalán siguen sin fechas ni contenidos, sólo como señuelo. Podemos/Comuns hace de puente entre Madrid y Barcelona, ​​dando sus votos a unos presupuestos de la Generalitat, que recortan servicios públicos y privatizan. Y en el cambio de cromos, también el Ayuntamiento de Barcelona aprobaba sus cuentas. Pero la represión no se detiene y la larga lista de casi 4.000 represaliadas esperan turno para pasar por los juzgados. Pero que no se limita al proceso catalán, sino que la hemos visto en la huelga del metal en Cádiz, con los 6 de Zaragoza o en el proceso de ilegalización de Izquierda Castellana.

Si no generamos una alternativa a la izquierda, esta política que da la espalda a las reivindicaciones obreras y populares, será el preludio de un gobierno de Casado/Ayuso y Abascal. La recomposición política y sindical de la izquierda es una exigencia inaplazable. Ante las continuas claudicaciones y traiciones de CCOO y UGT, crecen otras expresiones de sindicalismo combativo. Hay que avanzar en la coordinación de estos sectores, como hicieron en el metal de Cádiz o las interinas, para impulsar la lucha. Junto a la reorganización sindical hay que avanzar con la política, a la izquierda de la nueva refundación del Partido Comunista que enmascara el proyecto de la ministra Yolanda Díaz y que será un nuevo lavado de cara de las viejas direcciones reformistas.

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Chile cierra el paso a Kast: el 19/12/2021, en la segunda vuelta de las elecciones, con una alta participación, Gabriel Boric de Apruebo Dignidad -pacto entre Partido Comunista y el Frente Amplio (PC-FA)-, derrotaba por más de 11 puntos y un millón de votos de diferencia, al candidato de la derecha pinochetista, José Antonio Kast, contra pronóstico. Pero una amplia reacción popular dio a Boric la victoria. Al conocerse los resultados, un gran gentío volvía a ocupar la Plaza de la Dignidad, símbolo del estallido de 2019.

Los antecedentes habían sido el amplio triunfo de octubre de 2020 del apruebo en el referéndum para cambiar la constitución de Pinochet (78% sí, 22% no) y las elecciones constituyentes de mayo de 2021, en las que las listas independientes -y no el frente PC-FA- tuvieron resultados espectaculares recogiendo el deseo de ruptura. Así, un amplio sector que quiere el cambio, no se identifica con el acuerdo PC-FA, y no le vota en la primera vuelta. En la segunda vuelta, ante la amenaza de Kast, interviene masivamente para cerrarle el paso. Nuestras compañeras y compañeros de la sección chilena de la UIT-CI, el Movimiento Socialista de los y las trabajadoras (MST), formando parte de este sentimiento, pidió voto nulo en primera vuelta, y voto crítico para Boric en segunda, ya que no compartimos su programa.

Chile ha sido un paraíso para las inversiones de las grandes empresas multinacionales, y uno de los países del mundo con mayores diferencias sociales. El estado español es el segundo inversor extranjero, después de EEUU: Ferrovial, Repsol, Santander, Telefónica, … Sánchez apoyó explícitamente a Piñera en plena represión del estallido y más tarde envió policía y Guardia Civil para formación de los odiados carabineros. Ahora las multinacionales españolas recelan del giro a la izquierda que reclama el pueblo chileno. Gabriel Boric, en campaña, enviaba un mensaje de agradecimiento a los partidos del Gobierno español, al cual elogiaba por proteger a trabajadores y pensionistas... mal vamos.

La derrota de Kast ha sido un paso muy importante para evitar que cerrara con mano de hierro la lucha del pueblo chileno. Pero todo está por hacer, empezando por liberar a los y las presas, investigando y castigando la represión, derogando la odiada constitución de Pinochet, acabando con la opresión que sufre el pueblo mapuche, reconociendo el derecho al aborto, deteniendo el expolio de las multinacionales de recursos minerales o el agua, y resolviendo las urgentes necesidades de los y de las trabajadoras. Avances que dependerán de la movilización obrera y popular.

Lucha Internacionalistas
5/1/2022