El pasado 2 de diciembre se aprobó en el Congreso de Diputados la Ley de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público, conocida popularmente como Icetazo. La versión aprobada finalmente contempla algunas mejoras en relación a su versión inicial, fruto de la presión del movimiento de interinas y de las huelgas convocadas últimamente. Pero la ley aprobada sigue dejando fuera de la estabilización a gran parte del personal interino y contiene muchas inconcreciones que tendrán que definirse durante los próximos meses. Por tanto, habrá que seguir la lucha también este 2022.

Mejoras sí, pero insuficientes y para desmobilizar

Pocos días después de la huelga del sector público del pasado 28 de octubre y el éxito de las movilizaciones de ese día, en particular la de decenas de miles de personas en Barcelona, se filtró interesadamente un acuerdo entre los partidos de Gobierno (PSOE-UP-IU) y otros grupos parlamentarios (ERC y PNV) que incluía la posibilidad de que parte del personal interino pueda acceder a la función pública por la vía del concurso de méritos, sin tener que pasar por el actual mecanismo de oposiciones. Esta modificación, que ha quedado incluida en la versión finalmente aprobada del Icetazo el pasado 2 de diciembre, es fruto de la presión del movimiento de interinas y mejora la versión inicial del Icetazo que impulsaban los propios partidos del Gobierno central y que también apoyó ERC. Asimismo, en la versión aprobada, también se da más margen de decisión a las comunidades autónomas en la concreción de próximas oposiciones como que la parte de oposición no sea eliminatoria y se puedan tener en cuenta los méritos de todas las personas que se presenten.

Pero la versión aprobada sigue dejando fuera de la estabilización a gran parte de las interinas en fraude de ley (que llevan trabajando más de tres años en la administración pública) y contiene muchas incertidumbres sobre cuestiones primordiales que deben ir aclarándose en los próximos meses, sobre todo en el marco de las diferentes comunidades autónomas como son: cuántas plazas se ofrecerán por concurso de méritos, quién podrá optar, cuál será la ponderación de estos concursos de méritos o cómo se concretarán finalmente estas futuras oposiciones.

Podemos afirmar que estas mejoras parciales han sido fruto de la movilización del movimiento de interinas y del sindicalismo alternativo, pero también, que el anuncio de éstas entre dos huelgas, con una interpretación edulcorada por parte de los medios de comunicación y de los propios sindicatos que firmaron la versión dura del Icetazo (CCOO, UGT y CSIF), ha tenido una voluntad claramente desmovilizadora. Y hay que reconocer que han logrado, aunque también parcialmente, su objetivo.

Fuerzas y debilidades del movimiento y de la Taula Sindical

Ya dijimos que la huelga del sector público del 28 de octubre, y sobre todo la convocada en Catalunya por la Taula Sindical (CGT, IAC, CO.BAS, CNT, COS y SO) fue un éxito y que podía convertirse en un punto de inflexión a la hora de convocar movilizaciones contundentes sin los sindicatos mayoritarios. Sin embargo, a la desmovilización y confusión generadas por el anuncio de mejoras mencionado, hay que añadir el margen excesivo de tiempo que se dejó para la convocatoria de la siguiente jornada de huelga, que tuvo lugar el 30 de noviembre y que, aunque también fue convocada por la misma Taula Sindical, tuvo un seguimiento sensiblemente inferior a la primera, aunque volvimos a ser miles en la movilización de Barcelona. Una parte del movimiento ya veía bien la versión que debía aprobarse en el Congreso 2 días después y otra parte veía insuficiente que se convocara sólo un día.

En este contexto, CGT Ensenyament convocó también huelga en el sector educativo de Catalunya el mismo día de la aprobación del Icetazo en el Congreso, el 2 de diciembre. Aunque también se llevó a cabo una manifestación digna en Barcelona, el seguimiento volvió a ser inferior a la del 30N y ninguna de las dos últimas huelgas produjeron cambios inmediatos en la ley aprobada.

Teniendo en cuenta las dificultades para movilizar al sector público de los últimos años y que se trata de una lucha que no afecta de la misma forma a todo el personal, el balance de la lucha y las huelgas convocadas no deja de ser positivo. Pero es cierto que, sobretodo en el mes que transcurrió entre la primera y la segunda huelga, no se ha logrado hacer crecer el movimiento incorporando a más personal funcionario ni mantener el seguimiento de buena parte del propio personal interino. Posiblemente ha faltado participación en las asambleas convocadas y seguramente también capacidad de concienciación de que la lucha por la estabilidad de las trabajadoras públicas interinas es primordial para la lucha por unos servicios públicos de calidad. En este sentido, debemos reconocer las dificultades que está teniendo el movimiento en general para dar continuidad a las luchas y, sobretodo, para unirlas. Un ejemplo ha sido la debilidad de la movilización contra los presupuestos de la Generalitat de Catalunya y cómo ésta se ha dado en paralelo, y no conjuntamente, como se intentó desde la Plataforma en Defensa de los Servicios Públicos, con la Taula Sindical y las plataformas de interinas.

Habrá que seguir luchando en los próximos meses

Tal y como decíamos, quedan cuestiones primordiales por concretar y que afectarán directamente al futuro de miles de compañeras y compañeros. Por tanto, será fundamental reanudar el debate sobre la continuidad de la lucha desde este mismo enero. Por un lado, será importante conseguir la máxima participación posible de los y de las propias interinas, pero también del resto de personal público y de todas las usuarias de los servicios públicos.

En el actual contexto de pandemia y mientras vemos la saturación de los CAPs por la falta de recursos, también será muy importante vincular la lucha por la estabilidad de las trabajadoras a la lucha por una sanidad pública y unos servicios públicos con suficiente personal y recursos . Los presupuestos aprobados por los gobiernos de Catalunya y los del Estado van en sentido contrario, y los Fondos Europeos vuelven a estar dirigidos a rescatar a grandes empresas a costa de generar más deuda pública que servirá próximamente para exigir más recortes. Asimismo, la reforma laboral PSOE-UP-IU deja intactos los aspectos más lesivos de la del PP y siguen disparados desahucios, precio de la luz o la voluntad de privatizar y recortar pensiones.

Pedro Mercadé
delegado sindical
de enseñanza pública
Catalunya