La Saïdia es un distrito compuesto por varios barrios y se ubica en la parte centro/norte de la ciudad de Valencia. Es un distrito compuesto de una parte de clase media y en otra de clase trabajadora lo que diríamos un distrito interclasista y multicultural, es un distrito como otros de la ciudad de Valencia perpetuamente afectado por la agresión de la gentrificación consecuencia de los modelos de ciudad especulativos y dirigidos al turismo.

La gentrificación, además de subir el precio del alquiler y expulsar a los vecinos, te coloca en el mapa turístico, un buen ejemplo es el intento de la ampliación norte del puerto de Valencia que sigue amenazando no solo a nuestras playas y el litoral, sino también a la llegada masiva de turismo.

Pese a ello, la Saïdia, sigue perteneciendo a sus vecinos y vecinas, es un distrito habitable, con vida, con sus propias dinámicas (culturales, económicas) al margen del turismo y la gentrificación, es un barrio que podríamos definir como popular.

Por desgracia estas agresiones también las sufren otros barrios de la ciudad de Valencia, sabido es la agresión que sufrió el Barrio del Cabañal en su día con el derribo de edificaciones con el ánimo de “modernizar” la zona, pero que lo único que escondía eran proyectos especulativos de carácter urbanístico. O el barrio de Benimaclet, con el intento de aplicar un PAI que los vecinos y vecinas rechazan o con el intento de residencia de estudiantes en este barrio donde se ubicaba la antigua fábrica de Letona que de momento se encuentra paralizado.

La protesta del barrio de San Antonio, mayoritariamente de composición trabajadora, se materializó el día 11 de diciembre con una manifestación que recogió más de 500 vecinos y vecinas, no solo del barrio sino de otros barrios con parecidas problemáticas de gentrificación y de intentos de desvirtuar la vida de nuestros barrios.

Las causas de esta protesta del barrio de san Antonio, son el intento de construir un edificio, de grandes dimensiones, que ocupará un espacio de 18.000 metros cuadrados y contará con 575 habitaciones destinadas a uso hotelero y residencia de estudiantes. Según las vecinas y colectivos afectados, un proyecto de esta magnitud supondrá un gran impacto sobre el territorio que afectará negativamente a la vida cotidiana del barrio promoviendo procesos de gentrificación y el consecuente desplazamiento del vecindario, como ya ha pasado en otras zonas de la ciudad de Valencia.

De hecho, la protesta pone el foco en la detección de otros proyectos en el distrito que ratifican estos procesos de mercantilización de la vida en los barrios, como por ejemplo la proliferación de apartamentos de utilización turística, la sustitución del comercio local por franquicias, el vaciado de fincas enteras para ser destinadas al negocio turístico, entre otras.

Carlos Rodríguez (País Valencia)