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Elecciones Castilla y León. Voto de castigo para el Gobierno estatal de PSOE-Podemos/IU i crisi en canal del PP

M. Esther del Alcázar, 16 de marzo de 2022




Las elecciones en Castilla y León han tenido componentes de carácter estatal. Sánchez y Casado se han volcado a ellas como termómetro para las siguientes rondas y especialmente de cara a las generales –aunque antes viene Andalucía que, con estos resultados, es difícil que el PP las avance como pretendía-. En Castilla y León (CyL) se venía del triunfo en votos del PSOE que no había podido formar gobierno, cosa que hizo el PP con C’s situando a Mañueco de presidente.

Voto de castigo para el Gobierno estatal de PSOE-Podemos/IU. El bloque de la izquierda en el Gobierno que obtenía en CyL un total de 580.000 votos en el 2019, en estas recoge 423.594, esto es pierden 156.685, esto es el 27% de los votos. Una parte de esos votos a buen seguro engrosó la abstención, que aumentó en más de 100.000, con un repunte de 2’3 puntos.


El PSOE pierde 117.613 votos, esto es el 24’5%. Pero el castigo, una vez más, se ceba en el ala izquierda del Gobierno PSOE-Podemos/IU, esta vez con la aún fresca estafa de la Reforma Laboral. En el 2019 Podemos e IU-Anticapitalistas fueron separados. Obtuvieron poco más de 100.000 votos, con dos escaños para Podemos. Esta vez juntos han obtenido 61.290 votos y un solo escaño. Pierden más de 39.000 votos, el 39%. Un desastre más para IU/Podemos.

Reestructuración en el voto a la derecha. La derecha en bloque (PP, VOX, Ciudadanos) no ha aumentado de votos. En 2019 recibieron 715.375 votos por los 645.687 de ahora: han perdido casi 70.000 votos, que probablemente fueron hacia los partidos localistas. Pero se han aprovechado de que el bloque de la izquierda (PSOE-Podemos/IU) se ha hundido aún más y de la gran dispersión del voto, para subir 3 diputados. Lo que es categórico es la redistribución de voto dentro del bloque, agrandando de manera preocupante la extrema derecha: Vox es el gran valor en alza pasando de 1 escaño con 75.713votos, a 13 con 212.605, arrebatándole en cifras absolutas casi todos los votos a Ciudadanos -no quiere decir que todos sean en forma directa, puesto que hay también traspaso del PP a Vox, y de C’s a PP-, que sigue en proceso de liquidación con 1 diputado. En cuanto al PP pierde casi 55.000 votos, un 16’6%, pero a pesar de ello gana 2 escaños, lo que maquilla el fracaso de la operación de avanzar las elecciones.

Fortalecimiento de las candidaturas locales. De un lado la consolidación de UPL (Unión del Pueblo Leonés), que pasa de 1 a 3 escaños y casi dobla el número de votos (de 28.057 a 51.878) y la irrupción de SoriaYa con 18.390 votos y 3 escaños. PorÁvila consigue también un escaño. En total las candidaturas localistas de la España Vaciada logran 7 escaños. De carácter pequeño burgués, son el reflejo de la desconfianza cada vez mayor de los grandes partidos, que ya se reflejó en las generales, junto a la falta de alternativa que ni PP ni PSOE dan al vaciamiento. Estas candidaturas sacan provecho a la distribución de escaños que beneficiaba a territorios con poca población, puesto que con poco más de 84.000 votos sacan 7 diputados, que contrasta con el diputado de Podemos/IU con 61.0000 votos.

Formación de gobierno Castilla León. Estas elecciones las convocó Alfonso Fernández Mañueco, con el apoyo de Casado, para capitalizar, como hiciera Ayuso en Madrid, el hundimiento de Ciudadanos en su favor, pero el tiro le salió por la culata puesto que quien engulló a Ciudadanos fue Vox, que ahora exige el mismo trato que el partido naranja con una vicepresidencia, varias consejerías y la presidencia del parlamento regional. Ni Casado ni el propio Aznar quieren el acuerdo con Vox en el gobierno, mientas Ayuso empuja al acuerdo. El PSOE le da la abstención para que gobierne en solitario a cambio que en todo rompa los acuerdos con Vox en todo el estado.

Se reabre la lucha en el PP. El golpe a Casado, a quien se hace responsable del anticipo electoral, vuelve a disparar la lucha por la dirección del PP. Ayuso, más propensa al acuerdo con Vox, exige el congreso del PP de Madrid para poder llegar a controlar el aparato. La respuesta del aparato de Casado es que no hay congreso y contraataca con la acusación de corrupción contra Ayuso. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que controla el PP en Madrid, aparece involucrado en la lucha contra Ayuso.

Una nueva derrota del Gobierno progresista. Con el ruido en el PP y las dificultades para la formación de Gobierno en Castilla y León, la derrota del gobierno PSOE-Podemos/IU ha pasado a segundo plano, pero no por ello pierde trascendencia. La política del gobierno PSOE-Podemos/IU alimenta la abstención de quien se siente defraudado y deja un espacio enorme a la oposición de la extrema derecha. Pablo Iglesias comentaba que a Podemos/IU no les iba a pasar lo que a sus homólogos portugueses derrotados en las recientes elecciones, porque Podemos/IU habían sabido dar apoyo al PSOE al entrar en el gobierno. En menos de 15 días los hechos desmintieron las afirmaciones de Iglesias: la caída de Unidas Podemos es brutal, ahora con la pérdida de casi el 40% de los votos.

Pero una cuestión se confirma como meridiana: si no somos capaces de construir una alternativa a la izquierda del Gobierno PSOE-Podemos/IU toda la bronca que genera su gestión de la crisis no hace más que alimentar a Vox, allanando su llegada al gobierno.

Esther del Alcázar i Fabregat

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