En junio habrá en Madrid una reunión de la OTAN. Además, España quiere celebrar los 40 años de pertenencia a la alianza militar imperialista. Una amplia plataforma se está constituyendo para rechazar esta reunión bajo el grito de “OTAN no, ¡bases fuera!”. Lucha Internacionalista forma parte.

La OTAN es el instrumento controlado por el imperialismo norteamericano, para actuar como gendarme mundial e imponer sus condiciones a los pueblos. Numerosas han sido las intervenciones de la OTAN contra los pueblos en estos 40 años: Irak (1991) Balcanes (1992), Kosovo (1999) Afganistán (2003), Irak (2003), Sudán-Darfur (2007), Libia (2011) ). Una a una las hemos rechazado. No son las únicas intervenciones del imperialismo norte americano, hay otras que se realizan bajo el paraguas de la ONU.

España entró en diciembre de 1981 bajo el gobierno de Calvo Sotelo de la UCD, en medio de un rechazo mayoritario. La UCD se hundía dramáticamente, mientras la llegada del PSOE con las elecciones de octubre del 82, ya venía marcada por el auto golpe monárquico de Tejero-Armada del 23 de febrero del 81. Una de las exigencias de los militares encabezados por el Monarca fue la entrada en la OTAN: así se aceleró la entrada con la UCD y se forzó el compromiso del PSOE de no tocarla. Como el resto del paquete de exigencias de esa noche, el Gobierno de Felipe González acataría.

Felipe González precisaba tiempo para realizar el cambio. El referendo prometido -y el último que se ha hecho- no llegaría hasta marzo del 86, en el tramo final del mandato. Felipe González necesitó de mentiras: si él mismo decía en 1981 que "la OTAN legitimaba las dictaduras portuguesa, griega y turca", en 1984 su discurso ya era que "la OTAN reunía a los países democráticos". Necesitó de confusión, con el lema trilero de “OTAN de entrada, no” que preparaba la transición hacia el sí. También de chantajes a la desesperada como el de abandonar el gobierno si salía el no: "quien quiera votar no, que piense antes qué fuerza política gestionará este voto". De una pregunta trampa en el referéndum, acompañando la entrada a la OTAN con tres condiciones que González sabía se incumplirían el primer día. Estas condiciones eran: 1) "no entrar en la estructura militar integrada", y se entró en 1997 con José María Aznar, sin salir en los gobiernos PSOE posteriores, ni con el actual; 2) “prohibición de instalación, almacenamiento o introducción de armas nucleares en territorio español” y el propio gobierno PSOE firmaba con el Reino Unido la no inspección de ningún buque de guerra de los que iban a Gibraltar y se sabía llevaban armamento nuclear; 3) "la reducción progresiva de la presencia militar de Estados Unidos en España"... y ha aumentado.

Sin embargo: sólo el 56’85% de sí contra 43’15% de no, con Esukal Herria, buena parte de Canarias y Catalunya en el no. Los sucesivos gobiernos sacaron buena nota del coste político del referéndum y no se hizo ningún otro referéndum (ni por la constitución europea, ni por la modificación del artículo 135 de la constitución, ni ningún otro).
Los compromisos en materia de estrategia militar se van renovando con la Estrategia de Seguridad Nacional. La última era de Rajoy 2017. Y un año antes de que tocara, el 28 de diciembre 2021, sin hacer ruido y enmascarado con los efectos de la pandemia, el “Gobierno más progresista de la historia”, con el PSOE, Podemos y ministros del PCE aprobaban que: “España, miembro de la UE y de la OTAN, apoyará la cooperación entre ambas organizaciones como eje central de la seguridad colectiva frente a los grandes desafíos globales”. "la UE debe efectuar acciones conjuntas militares que contribuyan a reforzar el vínculo transatlántico", entre otras perlas. O sea, más OTAN, más “vínculo” con Estados Unidos. El mismo 28 de diciembre, el Congreso aprobaba los Presupuestos Generales del Estado, con un incremento récord del gasto militar. El Centro Delàs de Estudios para la Paz denunciaba que el "gobierno progresista" PSOE-IU/Podemos, había batido un récord histórico llegando a 22.796 millones de euros: 1 de cada 5 euros de los que gasta la administración central. Espectacular el aumento del 16,2% en inversiones de armamento.

Más allá de declaraciones y proclamas sobre la paz y las urgencias en materia de inversiones sociales, la realidad militarista e imperialista del Gobierno PSOE-IU/Podemos demuestra la completa subordinación a las exigencias que hacen desde Estados Unidos y la propia OTAN de una expansión en gasto militar.

A pesar de estar de acuerdo con el NO a la OTAN, no firmamos el manifiesto estatal de la campaña. ¿Por qué? Porque lo pone bajo la falsa disyuntiva de bloques en los que el objetivo central de la OTAN sería la confrontación con Rusia y China en una lógica de bloques irreal. La política de la OTAN es una amenaza contra los pueblos, a menudo con la complicidad de Rusia y China y avaladas por el Consejo de Seguridad de la ONU. No hay más que ver que en Siria, único lugar en el que EEUU y Rusia tenían desplegadas tropas, establecieron desde el primer día, un comité de seguimiento conjunto para evitar fricción alguna entre ellos, repartiéndose el trabajo: mientras EEUU buscaba salvar su gobierno de ocupación en Irak y enfrentaba al ISIS también en Siria, Rusia iba a salvar al Gobierno de Asad que ahogaba en sangre una revuelta popular. Sin negar que existan tensiones y conflictos de intereses, ha primado la coexistencia pacífica. Decimos no a la OTAN en todas sus intervenciones, como hemos dicho oa la intervención rusa en Bielorrusia o Kazijistán para ahogar las demandas y movilizaciones populares, o como hemos dicho no a la invasión de Rusia a Ucrania. El mundo no está dividido en dos bloques antagónicos, sino en clases sociales y en pueblos oprimidos.

Dijimos en el 82 ¡No a la OTAN, bases fuera! y lo seguimos diciendo hoy con más fuerza!

Josep Lluís del Alcázar Fabregat