El pasado 4 de diciembre se aprobó, de forma esperpéntica, la contrarreforma laboral del gobierno PSOE-UP-IU. Además del error del diputado del PP que lo posibilitó, los apoyos finalmente vinieron de partidos de la derecha como C’s o PDeCAT, y se opusieron aquellos que permitieron la investidura de Sánchez: ERC, PNV y Bildu. Este cambio de alianzas pone de manifiesto el carácter y contenido de esta reforma: una estafa a la clase trabajadora que mantiene los aspectos más lesivos de la del PP y que incorpora otros nuevos en favor de las privatizaciones y rescates a los empresarios. También ha vuelto a quedar patente la fragilidad de los gobiernos ante las presiones desde la izquierda y, al mismo tiempo, la debilidad de la izquierda y de los sindicatos alternativos de organizar una respuesta a la altura.

Unas semanas antes de la aprobación de esta (no)-reforma laboral una veintena de organizaciones nos reunimos convocadas por la Taula Sindical de Catalunya (CGT, IAC, CO.BAS, COS, SO y CNT) para dar una respuesta a esta nueva agresión a los y las trabajadoras. En su momento, valoramos positivamente la iniciativa de que los sindicatos alternativos contaran con las organizaciones y colectivos de izquierda para organizar la lucha contra esta reforma, que bien podría ser el punto de partida y de inflexión para unir otras luchas vigentes y organizar un plan de lucha conjunto en respuesta a los ataques de los gobiernos «progresistas» de aquí y de allá, así como a las sucesivas traiciones de CCOO y UGT. En aquella reunión se concretó la propuesta de movilización que llevaban los sindicatos de la Mesa, y también se acordó realizar una concentración el mismo día de la aprobación de la reforma y otra reunión al día siguiente de ésta, para hacer balance y organizar la continuidad de la lucha.

Las movilizaciones del día 29 de enero no fueron muy numerosas en ninguno de los territorios de Catalunya donde se realizaban (unas 2000 personas en Barcelona), ni tampoco lo fueron las concentraciones del día de su aprobación. Sin embargo, en la reunión de balance del día siguiente hubo unanimidad en que se debía dar continuidad a la respuesta y al espacio conjunto de la Taula Sindical y las organizaciones presentes. Varias organizaciones compartieron con nosotros la necesidad de intervenir más en los centros de trabajo informando sobre el contenido de la reforma y difundiendo las próximas acciones y convocatorias, y nos ofrecimos para acompañar a los sindicatos a la puerta de las fábricas para llevar materiales y hablar con los trabajadores de la necesidad de responder para poder dar más fuerza a próximas movilizaciones. También hubo debate sobre nuestra propuesta de organizar un plan de lucha que vaya acompañado de asambleas de trabajadoras y que pueda tener la perspectiva de desembocar en una huelga general.

Hay coincidencia con los sindicatos de la Mesa a la hora de decir que la situación que sufrimos los y las trabajadoras con esta reforma, pero también con los cierres de empresas, ERTEs que van convirtiéndose en EREs, vivienda, pensiones, precio de la luz, privatizaciones de servicios públicos, represión, etc, es lo suficientemente grave como para convocar huelga general. Y también coincidimos en que no hay una situación subjetiva de movilización ahora mismo que haga que esta huelga fuera un éxito por sí misma si se convocara mañana. Pero el gran problema es que organizaciones y sindicatos que dicen esto no están haciendo, ni mucho menos, todo lo posible por generar esas condiciones subjetivas que la hagan posible.

A fecha de hoy, después de casi un mes de la anterior, la Taula Sindical de Catalunya no ha vuelto a convocar ninguna reunión, a pesar de haberse comprometido a hacerlo lo antes posible. Es evidente que así no se generan condiciones para la huelga ni para movilizar a las trabajadoras. Es necesario un giro urgente de la Taula en este sentido, que haga posible organizar una respuesta a la altura y construir realmente la alternativa sindical que necesitamos.

Pedro Mercadé
Delegado sindical de la escuela pública.