La diáspora iraní se ha movilizado en todo el mundo en apoyo al movimiento a la revuelta en Iran, que ya se han convertido en el principal desafío al régimen de los aiatolás en sus 43 años de historia. Entrevistamos a Nika Shakarami, pseudónimo de una activista iraní que se exilió en Barcelona hace sólo cuatro años, sigue en contacto con sus compañeros y amigos en Irán y participa en la organización de las protestas aquí. Ha elegido este nombre en homenaje a una chica de 16 años asesinada por la policía en la actual ola de protestas

¿Cómo explicas que el asesinato de Mahsa Amini, una joven desconocida, haya desencadenado esta revuelta?

Masha podría haber sido cualquiera de nosotras, podría haber sido la hija de cualquier familia. Casi todas las mujeres iraníes que no llevan el hijab [pañuelo que cubre la cabeza] colocado de la forma que el régimen exige, han sufrido represión. Desde hace unos años muchas familias tienen miedo, porque sus hijas deciden no seguir las estrictas normas, la nueva generación es más libre, no vivió la guerra y no tiene tanto miedo. Ellas son nuestra esperanza. Y el asesinato de Mahsa causó tristeza y enojo en todo el país. Otra razón es que era una niña inocente que había viajado a Teheran para visitar la ciudad: no era una activista política y social. Su asesinato demostró que nadie está fuera de peligro, aunque quieras tener una vida tranquila. Y también es importante que era una chica kurda: representaba no sólo a las mujeres sino a todos los grupos de iraníes que sufren el racismo del régimen por motivos étnicos o religiosos. Los kurdos empezaron las protestas por Mahsa y en todas las ciudades de Irán les respondieron y salieron también a las calles para apoyarles. El asesinato de Mahsa fue la gota que colmó el vaso: todos queremos el fin del régimen de la República Islámica. En las calles se grita: Mujer, vida y Libertad; Abajo el dictador; Libertad; y No queremos la República Islámica.

¿Puedes explicarnos un poco más cómo funciona la opresión de la mujer en Irán?

La discriminación contra las mujeres es sistemática en Irán. A partir de los 7 años, si una niña no usa hiyab, no puede ir a la escuela, luego a la universidad y luego no puede trabajar sin hiyab o incluso si no lleva el tipo de hiyab que exige el régimen. Dependemos del permiso del marido para viajar, trabajar o decidir la ciudad en la que queremos vivir. Si te divorcias sólo puedes quedarte con tus hijos hasta que cumplen los 7 años, y después la custodia es para el padre, a menos que demuestres que tiene una adicción o problemas morales, cosa que es muy difícil. La herencia de las niñas es la mitad de la de los niños y la pena por asesinar a una mujer es inferior a la de los asesinatos de hombres. Hay muchas leyes como estas. Sólo para poner un ejemplo que viví en persona: a los 13 años me detuvieron porque decían que llevaba los labios pintados: no era verdad, pero la policía me los restregó con fuerza hasta que sangré, y entonces dijeron que mi sangre era pintalabios.

Una de las características esta revuelta es que se han sumado todos los pueblos de Irán, desde los kurdos, hasta los baluchis y el resto.

Durante muchos años, la propaganda del régimen dijo que los pueblos que viven en las zonas fronterizas quieren separarse o que odian al resto de pueblos. O trataron de decir a cada etnia que está sola y nadie se preocupa por ellas. Pero la realidad no era esta: por poner un ejemplo, cuando hubo desastres naturales como inundaciones o terremotos, sobretodo en las zonas más desfavorecidas, todo el mundo se movilizó para ayudar. Ahora con las redes sociales, hemos podido vernos y hablar directamente y entender que tenemos aspiraciones comunes, que sólo nos tenemos los unos a los otros y que el problema no son los pueblos sino el régimen. Los representantes kurdos han tenido una respuesta muy inteligente, llamando a todos los pueblos de Irán a salir a la calle. Hoy en día, todos sabemos que para conseguir un Irán libre y una vida mejor, la única forma es estar más unidos, respetarnos y apoyarnos mutuamente. La gente de Teheran grita el nombre de Zahedan y en Tabriz gritan el nombre de Sanandaj y en Zahedan gritan Teheran y Mazandaran…. Gracias a las cadenas de televisión opositoras en farsi de fuera Irán y especialmente a las redes sociales, podemos saber qué les está pasando a los demás y apoyarnos. En mi opinión éste ha sido el principal motivo de que el régimen intente cortar internet y filtrar las redes sociales: quiere que nos volvamos a perder los unos a los otros.

¿Cual es la situación económica y las condiciones de vida de la gente trabajadora en Irán?

Es muy dura. El umbral de pobreza en Irán según una investigación periodística es de unos 550 euros al mes, pero el salario mínimo es tres veces menos que eso. Y sabemos que a muchos trabajadores les pagan aún menos. Para las mujeres esta situación es mil veces más difícil, porque normalmente se les paga menos que a los hombres, tienen que trabajar con hiyab, no se les permite hacer algunos trabajos, y muchas de ellas han sufrido acoso sexual. De hecho, el abuso verbal en muchos casos se convierte en una rutina. En los últimos años algunas mujeres intentaron entrar en las organizaciones obreras y romper su configuración: algunos casos los hombres las recibieron bien, pero el régimen los reprimió más y ahora muchos activistas por los derechos laborales (hombres y mujeres) están en la cárcel.
Hemos visto huelgas estudiantiles en la universidad, también del profesorado de secundaria o en la industria petrolera y la del cristal. ¿Cómo se organizan?

No hay una organización única que centralice las protestas: cada universidad y cada fábrica tiene su propio núcleo y se coordinan sobretodo a través de las redes sociales. En cada lugar los activistas organizan su plan en sus núcleos y luego lo publican en las redes sociales y en las televisiones en idioma farsi fuera de Irán y otros grupos deciden apoyarlos. Es lo que podríamos llamar una organización orgánica. Lo hacen así porque el régimen tiene espías por todas partes y reprime a cualquier líder o coordinador de la forma más brutal.

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Irán: rebelión de las mujeres contra el asesinato de Masha Amini

La muerte de la joven Mahsa Amini desató una ola de protestas masivas en Irán. Amini sale en imágenes de cámaras de seguridad colapsando en un centro de “reeducación” donde fue tomada por la policía de la moralidad de Irán para recibir “orientación” sobre su vestimenta. Esta policía forma parte de las fuerzas del orden del país y tiene la tarea de hacer cumplir con las estrictas normas patriarcales de República islámica de Irán, incluido su código de vestimenta que obliga a las mujeres a llevar velo o hiyab en público.

Luego de la muerte de la joven, cientos de miles de mujeres alrededor de todo el país se cortaron el pelo y se quitaron y quemaron sus hiyabs en las plazas. También surgieron miles de videos de protestas populares de docenas de pueblos y ciudades, desde la capital Teherán hasta bastiones más tradicionalmente conservadores como Mashad. Mahasa Amini, de 22 años, es de origen kurdo. En al menos doce ciudades de la provincia de Kurdistán iraní, los comercios cerraron después que las organizaciones kurdas de oposición al régimen convocaron a una huelga. El gobierno iraní ha cortado internet para evitar la convocatoria de nuevas movilizaciones.

Las imágenes que llegan desde este país muestran a algunas manifestantes coreando: “Mujeres, vida, libertad”. Se puede ver como valientemente se enfrentan a la brutal represión y como se quitan sus velos de la cabeza y los queman, también se han visto imágenes de mujeres que valientemente gritan “muerte al dictador” en contra del gobierno y del líder supremo el ayatolá Ali Khamenei.

Desde Mujeres de la UIT-CI nos solidarizamos con las valientes protestas de las mujeres, que en ese país, siguen siendo violentamente oprimidas por el gobierno capitalista y autoritario del presidente Ebrahim Raisi y las fuerzas policiales por el solo hecho de no llevar “bien puesto” un velo. Asimismo, repudiamos a la policía iraní que está reprimiendo ferozmente las protestas y movilizaciones populares donde ya se pueden contabilizar cientos de detenciones de manifestantes y por lo menos cuatro manifestantes fueron muertos por la represión, según la organización Hengaw para los Derechos Humanos. Nos ponemos a disposición y llamamos a organizaciones feministas, políticas, de Derechos Humanos de los países a repudiar estos gravísimos hechos y a realizar acciones unitarias en solidaridad con las mujeres y el pueblo iraní.

Mujeres de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores- Cuarta Internacional (UIT-CI)
21 de setiembre 2022