El gobierno lanza a bombo y platillo la rebaja de las peonas pa poder cobrar el subsidio agrario y la renta Agraria de la que somos beneficiarios los jornaleros/as andaluses y extremeños.
Una medida más bien con cierta intencionalidá política electoralista que no aborda la triste realidá que padece er jornalero a lo largo de su historia, la reforma Agraria y la cuestión de la propiedá de la tierra.

Sigue por lo tanto vigente, la firma del patrón como requisito indispensable pa poder cobrar el subsidio agrario, sin que ningún gobierno que presumen o presumieron de progresistas lo derogue.

Una firma del patrón terrateniente pa que un jornalero/a no sólo tenga derecho a un mísero subsidio, si no que depende de la firma del "amo" pa poder darse de baja por enfermedá común.
Aquí siempre se ha puesto al jornalero por debajo del terrateniente, desde que tenía que trabajar de sol a sol por salarios de hambre. Antes se necesitaba un salario miserable pa poder sobrevivir y ahora se necesita la firma del patrón pa cobrar un mísero subsidio y poder malvivir.

¿Qué sentido tiene que en pleno siglo 21 exista er requisito de la firma del terrateniente pa poder tener derecho a un subsidio, salvo el de seguir otorgando a los dueños de las tierras el poder de controlar la vida de los jornaleros en los pueblos?

La firma del patrón aumenta la corrupción, el fraude y la humillación de los trabajadores/as del campo, sometiéndolos, haciéndoles perder su dignidá al mendigar unas peonás de patrón en patrón.

Hace años cuando se firmó el decreto 2.697/1986 por el que se establecía la firma del patrón como requisito imprescindible pa cobrar el subsidio agrario, un alto cargo político socialista de la junta de Andalusia dijo con desprecio: "vamos a ver ahora donde van a encontrá gente para sus movilizaciónes el SOC y CCOO”. Un sistema que adormeció y cambió las conciencias de muchos trabajadores convirtiéndolos en pensionistas dóciles y resignaos.

El gobierno actual logra así un rédito político haciendo creer que vela por los interese de los jornaleros y a su vez consigue mayor credibilidad y apoyo entre la burguesía terrateniente que no teme en ningún momento por una verdadera reforma Agraria, ni huelgas, ni revueltas jornaleras, mientras los jornaleros estén ocupados pendientes de subsidios y de ver si salen o no a las obras del PER.

Los terratenientes siguen de esta forma teniendo un gran peso en los pueblos decidiendo no sólo quien trabaja en las tierras, sino quien cobra o no er subsidio. Mientras, ellos aumentan sus benéficos con grandes cosechas, ayudas millonarias y el empleo de maquinarias modernas en las recolecciones.

No deja de ser una controversia, que un gobierno de "izquierdas" siga obligando a los jornaleros/as andaluses y extremeños a presentar peonadas firmadas por er patrón. Mientras permite que los patrones terratenientes hagan fraude a la Seguridá social no apuntando toas las jornadas reales a los trabajadores/as der campo y no se controlen los abusos, los robos en los salarios y la explotación en los tajos por parte de una patronal Agraria que nunca cumplió las leyes laborales ni los convenios colectivos. Una patronal que como bien decimos antes, decide quién cobra o no el subsidio, pero que no está obliga a cumplir sus responsabilidades con los trabajadores.

Por muchas rebajas de penas que haya, mientras no desaparezca este requisito, continuará el fraude, el chanchullo, el amiguismo y la clientela política.

El engaño y los abusos lo practican aquellas personas que no son ni nunca fueron obreros agrícolas. Estos son los mayores beneficiarios y los que con mayor facilidad consiguen las peonás, según sean amigos o familiares de terratenientes, encargaos o manijeros.

La realidá es que gente que no ha pisao er campo en su vida, cobran el subsidio agrario con más facilidá y en perjuicio de los verdaderos jornaleros/as con la espina trocha, las manos encallesias y los huesos molios.

Gente de la pequeña burguesía de los pueblos que mediante el chanchullo y complicidad de muchos ayuntamientos engordan sus cuentas corrientes con el cobro del subsidio mientras los auténticos, los legítimos beneficiarios, tienen que emigrar a Francia, a la Mancha o a Navarra.
Unas rebajas de peonás de pan pa hoy y jambre pa mañana y que no solucionan en na el problema del jornalero y de la tierra en Andalusia.

Javier Ballesteros. Córdoba

• Hemos respetado en todo lo posible el original, con los giros y pronunciación andaluzas.