2023 un año electoral: municipales y autonómicas el 28 de mayo, con excepción de Galiza, Euskadi, Catalunya, Castilla León y Andalucía; y generales para fin de año, coincidiendo con el semestre de presidencia española de la UE. El principal error para el o la trabajadora sería esperar de las elecciones solución a sus graves problemas. Además, si las elecciones se hacen en un año de desmovilización, a final de año lamentaremos un gobierno del PP y Vox, como hoy vaticinan las encuestas. Los responsables si ello ocurre serán el PSOE, Izquierda Unida y Podemos que hoy gobiernan contra su base social obrera y popular. Evitar esa situación y empezar a resolver los problemas pasa por movilizarnos y construir una alternativa política a su izquierda.

El Gobierno PSOE-IU/Podemos favorece a las grandes empresas, que recibirán buena parte de los fondos europeos. A falta de algunos datos, los beneficios de las 35 empresas del Ibex para 2022, se volverán a acercar a los 57.797 ME, el récord histórico del 2021. Un contraste insultante con la penuria en la que vive la clase obrera: crecimiento de la pobreza, desahucios… Se cierra el año con una inflación del 8’4%, y un incremento salarial medio por convenios del 2’65%.
El Gobierno Sánchez-Díaz ha aplicado parches -que no soluciones- a los problemas. Se baja el IVA de productos básicos, pero se descarta intervenir los precios ni imponer impuestos a las grandes superficies que han multiplicado beneficios. Lo mismo antes con los carburantes, con la electricidad, el transporte o la vivienda de alquiler. Una política paliativa y asistencial que no toca los intereses empresariales y dispara la deuda pública. Y no hay que olvidar la no derogación de la reforma laboral comprometida. Con los parches sociales y un fuerte aumento de prebendas a las direcciones de CCOO y UGT, el Gobierno ha comprado sus servicios, en un año en que se inicia un nuevo ciclo de elecciones sindicales.

Por ello, la patronal aprieta, pero no ahoga. Sus desplantes le sirven al Gobierno para aparentar ser de izquierdas. En lo esencial Sánchez-Díaz le sirven y un gobierno de la derecha provocaría mayor reacción social. Se hace más difícil movilizar contra el bloque PSOE-Podemos-IU-CCOO-UGT. En Francia o Gran Bretaña hay un fuerte ascenso de las movilizaciones. Aquí la gran patronal confía que la política antiobrera del gobierno le termine de alejar de su base natural, desmoralizándola, para que caiga entonces como fruta madura.

La subida salarial a los funcionarios para 2022 del 3’5% supone perder casi un 5% de poder adquisitivo. Pero para la Policía Nacional y la Guardia Civil el aumento es del 38%, al aplicarse el Acuerdo de Equiparación Salarial. Los Presupuestos del Estado elevan a 154.500 agentes, su "máximo histórico". Pero, lejos de acercar a estos colectivos a la “izquierda” gubernamental, les da más alas para movilizarse junto a Vox y el PP y sus sindicatos de extrema derecha, para impedir que una reforma –que no la derogación prometida- de la ley mordaza pueda reducir la impunidad y las arbitrariedades en la represión.

En plena emergencia social, el gobierno “progresista” -con ministros del PCE- aumenta un 26’31% el presupuesto de defensa, hasta los 12.825 ME. Cantidad que el Centre Delàs aumenta 27.617 ME, al sumar las partidas integradas en otros ministerios, superando ya en 17 décimas el 2% comprometido por Sánchez a la OTAN. La partida de armamento escala el 17%, más del doble de la prevista en Sanidad y Educación.

Sánchez se jacta de haber liquidado el procés independentista catalán. ERC y JXC intentan pasar página del octubre del 2017. Pero para reconstruir la estabilidad autonómica habría que derrotar la capacidad de movilización del pueblo catalán. Hoy las movilizaciones apuntan contra el Govern de la Generalitat, que traicionó la voluntad popular, y le han provocado su crisis. Ciertamente el rey ha vuelto a Catalunya, pero la crisis de estado que abrió el desafío catalán no está cerrada. El a por ellos del rey del 3 de octubre, animó a que actuaran abiertamente y con impunidad los sectores más reaccionarios del aparato del estado, todo valía en defensa de España: jueces bloqueando la renovación del Tribunal Constitucional y el poder Judicial, militares fascistas que reivindican a Franco, militares que rifan una prostituta… mientras los escándalos se suceden en la Casa Real. El régimen del 78 está tocado de muerte, aunque el PSOE corra 40 años después a esconder con la descafeinada ley de memoria histórica los restos del Caudillo o del asesino Queipo de Llano.

El Gobierno PSOE-IU/Podemos es un gobierno burgués, que sirve a los intereses de la patronal y de la monarquía, por mucho que haya opciones más a la derecha. Impulsar la movilización por las reivindicaciones y construir una alternativa política a la izquierda son imprescindibles, así como seguir apoyando la construcción del sindicalismo combativo.

5/1/2023
Lucha Internacionalista