Los pensionistas llevamos desde el 2013 en la calle, a pesar del COVID, de las muertes en hospitales y residencias: esta acción y organización con un programa claro de reivindicaciones es consecuencia de la perseverancia y el no desfallecimiento.

Valoración de los logros de las movilizaciones de los y las pensionistas

Estaría bien recordar sucintamente algunos de los logros conseguidos en los últimos tiempos por las movilizaciones constantes en nuestras ciudades durante los lunes al sol. Por ejemplo, de las grandes movilizaciones del 2018 se obtuvo la vuelta del IPC real, con la paguilla a final de año como salvaguarda del poder adquisitivo, cuando el Gobierno de Rajoy había afirmado que "No había dinero para las pensiones”. Y también la retirada del factor de sostenibilidad.

Después de una ardua labor de conseguir firmas en todos los pueblos y ciudades del Estado, el gobierno de coalición se vio obligado a aceptar la Auditoría de las cuentas de la Seguridad Social, gracias a que se consiguió llevarlas al Congreso y que se aprobara la ley 2021/28-12. ¿Cuántas iniciativas legislativas populares lo consiguieron? Ahora solo falta que de manera independiente se atreva a realizarla, para saber dónde ha ido nuestro dinero. El Tribunal de Cuentas ya ha reconocido más de 100.000 millones que tendrían que haberse devuelto a las arcas de las pensiones, para subir las pensiones mínimas.

Hay que destacar, por masivas, las movilizaciones el 16/10/2021 y del 15/10/2022 a Madrid y del 19 de noviembre en todo el estado, tanto con los colectivos de pensionistas como del sindicalismo combativo. Estas movilizaciones han conseguido que los aumentos de las pensiones sean del 8,5% en las contributivas y de un 15% las no contributivas, para el 2023. Es cierto que, aun así, estamos perdiendo poder adquisitivo: un 7,2% entre el 2021 y 2022 por la aplicación de la Reforma del Gobierno de Coalición, que impuso el IPC medio y no el IPC real y derogó la paguilla de salvaguarda de fin de año.

Gracias a la perseverancia de los y las pensionistas, de estar en la calle, se ha conseguido que incluso las direcciones de los grandes sindicatos no se atrevan, junto al gobierno de coalición, a firmar un ignominioso pacto de rentas en salarios y pensiones. Ni a concretar que en la segunda fase de la reforma de las pensiones se endurezca el computo del cálculo de la pensión a treinta años, y a que no se haya puesto en marcha la Agencia de la Seguridad Social. La presión de los pensionistas se ha notado.

El gobierno, con el apoyo de los Sindicatos de CCOO-UGT, todavía no ha acabado con los recortes. Tenemos que estar vigilantes y movilizados porque lo que sí que han acordado es la creación de los planes privados de empresa.

Con estas movilizaciones y logros se ha reforzado el mensaje de que la lucha es el único camino y que, sin conflicto, sin movilización, los derechos se recortan. Y haciendo buena una famosa frase "desde la butaca no conseguirás nada".

Hay que hacer un llamamiento, y dar apoyo, a la lucha del conjunto de los trabajadores y las trabajadoras que están viendo como sus convenios, de manera penosa en 2022, tienen un aumento salarial solo del 2,65%. Sin salarios dignos no hay pensiones dignas, hay que poner sobre la mesa: Salarios y Pensiones por subidas anuales con el IPC real.

Pero no hay que pensar que está todo conseguido, ni hay que ser triunfalistas. Aún hay objetivos que no se han logrado. Debemos valorar lo que hemos conseguido, el camino es muy largo y las presiones de la UE son muy grandes, quedan aún muchas cosas pendientes que tiene mucha importancia para el presente y el futuro de los y las pensionistas. No hay que desfallecer, a pesar de la edad y los achaques, aún queda un largo camino para seguir luchando.

Las tareas pendientes para las próximas luchas y movilizaciones

Estas son las cifras dadas por el Ministerio de la Seguridad Social en su página web para el 2023

Tres millones de pensionistas viven en la pobreza, según la Tasa AROPE y 6,5 millones (un 66%) viven por debajo de lo que propone la Carta Social Europea para España, una Pensión Mínima de 1.084 euros. el equivalente al 60% del Salario medio. La mujer trabajadora es el sector más afectado en las pensiones, ya que si la brecha salarial está sobre un 20% con los salarios de los hombres, crece hasta un 32% en las pensiones. Hay que seguir luchando por la erradicación de la brecha de género. En la actualidad, el SMI 2023 se sitúa en 1.080 euros brutos mensuales.

Todos estos datos nos tienen que servir para armarnos de argumentos y luchar contra la pobreza de un gran número de pensionistas que no llegan al valor del salario mínimo interprofesional y que tampoco llegan a la pensión mínima de 1084 euros, situación que, como hemos dicho, se agrava en el caso de las mujeres. Hay que conseguir recuperar todo lo perdido durante estos últimos años y seguir reclamando que las pensiones tienen que subir sobre el IPC real.

La lucha, hoy por hoy, debe ir dirigida a conseguir que los pensionistas que están por debajo de una pensión mínima de 1084, lleguen a cobrar como mínimo esas cantidades. No podemos permitir que haya personas que sigan estando en el umbral de la pobreza por las políticas cicateras del gobierno del PSOE UP y en su día las políticas del PP.

No podemos distraernos de nuestra lucha, aun así, debemos estar activos ante la defensa de los servicios públicos, debemos aliarnos con el sindicalismo combativo para hacer frente común en esta lucha por la dignificación de la vida de muchos hombres y mujeres que están viendo cómo su pensión y su salario no les permite pagar los servicios esenciales para tener una vida digna. Concluyendo, hay que seguir peleando en las calles. Hay que trabajar y apoyar la convocatoria de una Huelga General que una a toda la clase obrera.

GOBIERNE QUIEN GOBIERNE LOS SERVICIOS PÚBLICOS Y LAS PENSIONES SE DEFIENDEN EN LA CALLE

Pensionistas de LI