Las estimaciones realizadas durante 2020 mostraban que la tasa de pobreza relativa podía pasar del 20,7 % de 2019 al 22,9 %, lo que supondría un millón de personas más por debajo del umbral de pobreza. Así mismo, vaticinaban que la pobreza severa podría aumentar en casi 800.000 personas.

En el año 2021, un total de 13,1 millones de personas, es decir, el 27,8 % de la población española, estaban en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Con un aumento de casi un punto porcentual con respecto al año pasado, la cifra supone la continuación de la tendencia ascendente en el año anterior.

Es importante destacar, el significativo efecto que tiene el importe de las
pensiones en la generación de pobreza. En el año 2021 en España había
9.992.051 pensiones, de las cuales 3.522.000 tenían un importe inferior al umbral de
pobreza, que era de 681 euros en 14 pagas (9.534 euros al año por unidad de consumo). Estas cifras muestran que el 35,5 %, es decir, más de una tercera parte de todas las pensiones, tenían un importe inferior al umbral de pobreza. Según el tipo, su importe está bajo el umbral en el 38 % de las de incapacidad permanente; en el 27 % de las de jubilación; en el 49 % de las de viudedad, casi todas de mujeres; en el 80,3 % de las de orfandad y, aunque son muy pocas, en el 74 % las de favor familiar. Aproximadamente 44.834 personas. Además, en 2021 el 15% del total de pensiones tiene un importe inferior al umbral de pobreza severa (454 euros).

Hay que señalar que esta lacra del umbral de la pobreza no solo afecta a pensionistas, sino también a personas con salarios muy bajos o/y con trabajo muy precario lo sufren, también emigrantes sin estar regularizados, sufren esta situación de desigualdad social.

El umbral de pobreza para el conjunto nacional en un año determinado se calcula como el 60% de la mediana de los ingresos anuales por unidad de consumo (o renta equivalente) de todos los hogares a nivel nacional. A fecha de hoy aún no está actualizada la cifra del umbral de la pobreza para el 2023, pero podemos tomar como referencia la del 2021.

También tenemos que recordar que en el 2023 el salario mínimo interprofesional está en 1080 euros. Existen muchos pensionistas que siguen sobreviviendo con unas pensiones que no llegan a esa cifra y esa situación se hace insostenible.

Por tanto, existe un número importante de pensionistas y principalmente de mujeres que están por debajo del umbral de la pobreza que no pueden tener acceso a necesidades básicas: calefacción, ropa y zapato apropiado, medicación paliativa, tratamiento dental… o sencillamente llegar a final de mes para una alimentación básica y variada.

Muchos pensionistas llevan años en esta situación con unas pensiones de miseria. Es muy importante no desfallecer a pesar del posible desánimo y seguir luchando en las calles contra las reformas de las pensiones que sigue empobreciendo a los y a las pensionistas, contra las pensiones que no llegan al salario mínimo interprofesional, contra la brecha de género, contra la privatización del sistema público de pensiones.

Es necesario que los trabajadores y las trabajadoras tomen conciencia de que esta reforma de las pensiones del gobierno de coalición les empobrece en el futuro y que esta lucha es una lucha que nos incumbe a toda la clase obrera y que debemos seguir revindicando unos salarios justos para tener unas pensiones dignas.

Es preciso articular la respuesta ante esta situación de empobrecimiento de las condiciones de vida, hay que unir a los trabajadores y pensionistas encabezados por los sindicatos alternativos.

GOBIERNE QUIEN GOBIERNE LAS PENSIONES SE DEFIENDEN

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