Las elecciones del 28M marcaban la debacle de Podemos y el final de Ciudadanos. El nuevo proyecto Sumar queda como una nueva refundación del PCE, desde Izquierda Unida. Si Podemos acabó siendo presidencialista con Pablo Iglesias, en Sumar el verticalismo tiene un claro sesgo estalinista: Yolanda Díaz veta la presencia en las listas de Irene Montero e Íñigo Errejón: la militante del PCE no quiere a nadie que le haga sombra. Firma acuerdo con los Comunes y la cabeza de lista de Sumar por Barcelona hace unas declaraciones a favor de un referéndum pactado por Catalunya, pero rápidamente Díaz sale a corregirla: con Sumar no hay referéndum de autodeterminación de ningún tipo, ni de los utópicos... sólo la mesa de diálogo, consigna que el PSOE ha dejado caer de su programa. Sumar no se plantea cuestionar el capitalismo y tampoco la monarquía, diluye el programa de Podemos-IU aún más, en clara voluntad de hacerlo a medida de un gobierno con el PSOE. Esto, ¿detiene a PP-Vox?

El voto de castigo al gobierno PSOE-Podemos/IU el 28-M

Un merecido castigo: incumplimientos como la derogación de la reforma laboral y la ley mordaza, leyes como la de la vivienda o la de los derechos LGBTI, asesinados en las fronteras como en Melilla, represión como la tanqueta en la huelga del metal en Cádiz, y una mesa de diálogo que sólo ha servido para negociar con ERC el indulto a cambio de acatamiento monárquico y autonomista del Govern, mientras continúa la represión contra activistas independentistas. También es normal que reciba más castigo quien más ha traicionado: la izquierda del gobierno, IU-Podemos.

Para millones que habían tenido ilusiones, el derrumbe de Podemos puede ser un nuevo duro golpe, uno más. Podemos, que llega a más de 5 millones de votos en 2015, quería canalizar el movimiento del 15M nacido en 2011. La crisis capitalista había estallado en 2008-2009. La política de los estados fue imponer programas de recortes contra la clase trabajadora, mientras se entregaban miles de millones para salvar a los bancos. En el Norte de África y Oriente Próximo (Túnez, Egipto, Siria, Libia, Barhein, y más tarde Líbano o Argelia) estallaban levantamientos y revoluciones para deshacerse de regímenes que durante décadas habían empobrecido a los sectores populares. Las grandes huelgas generales en Grecia plantaban cara a los planes de ajuste de la troika. Estos movimientos estaban interrelacionados.

Tampoco es casual que este período coincida con el crecimiento exponencial del movimiento independentista que arranca en julio de 2010 y tiene su máxima expresión en el referéndum del 1 de octubre de 2017 y la huelga general del 3. Las direcciones del procés, ERC y el actual JXC, retrocedieron en un nuevo aterrizaje autonomista: ni el Govern Torra ni el de Aragonès encararon un plan para hacer realidad la República Catalana proclamada en el 2017 y suspendida segundos después.

En Grecia el rechazo político lo canalizaba Syriza, en el estado español Podemos. En Gran Bretaña el ascenso de la izquierda del laborismo británico con Jeremy Corbyn, o la aparición de Sanders en Estados Unidos. Pero ese ciclo político ha terminado. Syriza traicionó a las masas griegas que votaron NO al referéndum sobre el memorando, y Podemos también quiso conciliar los intereses de los sectores populares con los del capital. Son políticas que acaban naufragando, porque en estos períodos de crisis no existe espacio para hacer compatible la voracidad del capital con mejoras para la mayoría. Hace unos días dimitía el líder de Syriza Alexis Tsipras, tras los malos resultados electorales; Pablo Iglesias ya se había ido y ahora vemos la debacle de Podemos. Corbyn fue expulsado del Partido Laborista... Y los verdugos de las revoluciones en el Norte de África y Oriente Próximo (el sirio Al Asad, el egipcio Al Sisi y el tunecino Sayed) encajan las manos en la cumbre de la Liga Árabe.

Sánchez y Díaz son parte del problema, no de la solución

El ciclo ha terminado, hay que sacar sus experiencias. Son momentos de cambio, ruptura. Toda gestión del capitalismo y la monarquía se gira contra los trabajadores y contra los pueblos. O se está con el capital o se está con la clase obrera; o se está con la monarquía o se defiende el derecho a la autodeterminación y la libertad de los pueblos. No hay tiempo que perder. La crisis capitalista agrava las condiciones de vida de los trabajadores, ahora con la inflación, con el capital financiero que especula con nuestras viviendas y quiere hacerlo también con las pensiones... Y el gran capital lo sabe, por eso financia la extrema derecha, que empieza a bajar a la calle, porque son momentos en los que necesitan endurecer la política y aumentar la represión. Y, si es necesario, desarrollar más adelante el fascismo. No es posible detener la extrema derecha y la derecha sin enfrentar las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez-Yolanda Díaz, porque ellos son parte del problema, no de la solución. O se construye una alternativa a la izquierda del gobierno PSOE-IU/Podemos y se reanudan las movilizaciones obreras y populares, o la derecha y la extrema derecha capitalizarán el malestar.

Nosotros nos planteamos las elecciones del próximo 23J en esta clave. Cómo podemos ayudar a recuperar las movilizaciones, a crear la unidad entre trabajadores/as y pueblos para enfrontar el capitalismo y la Monarquía. Necesitamos un gran frente como fue Iniciativa Internacionalista-La solidaridad entre los pueblos de 2009 en las elecciones al parlamento europeo, de la que Lucha Internacionalista formaba parte, con decenas de organizaciones en todo el estado. La izquierda aberzale era la principal fuerza política de la coalición y abandonó ese camino, para girar hacia la derecha y el electoralismo, y acabar con un programa socialdemócrata y una alianza con el autonomismo de ERC y el BNG. Hoy la principal referencia política que queda es la CUP-Por la Ruptura, candidatura de la que también participa LI.

Desde la CUP-PR hemos defendido la derogación de la Reforma Laboral y la Ley Mordaza, que se denunciara el Pacto de Toledo y los dos recortes contra las pensiones, la represión en el metal de la Bahía de Cádiz, los asesinatos en Melilla, la represión contra el independentismo y la criminalización de la protesta. Es necesaria una acción aún más decidida, pero sin dar ningún paso atrás. Es necesario también que abiertamente la CUP-PR emplace a un acuerdo a todas las fuerzas que defiendan el derecho de autodeterminación de los pueblos y que defienden los intereses de la clase trabajadora y los sectores populares contra los planes de ajuste. Es el momento de llamar a las compañeras y compañeros que creyeron que era posible realizar un cambio con Podemos (Comuns, Compromís...) que hay que volver a salir a la calle, que hay que volver a construir una alternativa política. Y también a la gran mayoría que se implicó en octubre de 2017 en la lucha por la República Catalana que también es necesario construir una alternativa para hacerla realidad. El 23J vota CUP-PR y organízate en Lucha Internacionalista.

8/7/2023

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¡Plantamos cara!

1. Por la independencia y el final de la represión
a. Somos Països Catalans: trabajaremos por el conjunto de los PPCC.
b. Abolición de la Monarquía, el régimen del 78 y su aparato de Estado
c. Plantamos cara a la extrema derecha, en la calle, las instituciones, y en el ámbito de la memoria
d. En defensa de todas las personas represaliadas por el Estado en la lucha por los derechos nacionales, sociales, de los pueblos y las trabajadoras.
e. Por los plenos derechos civiles, políticos y digitales. Ninguna legislación de excepción que niega derechos: ni ley de extranjería; ni código penal, ni «ley mordaza»...
2. Por el socialismo y la planificación democrática de la economía
a. Recuperamos los derechos, combatimos la dictadura de la deuda, las privatizaciones y los recortes. Ni artículo 135 de la Constitución ni otros que reducen derechos. No pago de la deuda. Que los bancos devuelvan los millones. Hacia la nacionalización y recuperación de la propiedad y gestión pública de los servicios públicos y sectores estratégicos.
b. Contra las reformas laborales y pensiones y su privatización. Sueldos y pensiones con el IPC: NO a pacto de rentas. Ningún sueldo ni pensión por debajo del umbral de la pobreza: ni por jornadas parciales ni por pensiones no contributivas-. Control de precios.
c. Plantamos cara al IBEX 35 y grandes multinacionales por los derechos a la vivienda, los servicios públicos, la salud, la educación, el cuidado y servicios a las personas; contra privatizaciones, en defensa de los servicios públicos. Sistema sanitario y educativo público, único, gratuito y en catalán.
d. Por una Europa y un Mediterráneo de los pueblos y trabajadoras, no a la OTAN, la UE y el FMI. Solidaridad entre pueblos, y ruptura de relaciones con el estado sionista.
3. Salvamos el planeta, aplastemos el capitalismo
a. Frente a la emergencia climática y ecológica: ni grandes infraestructuras ni extractivismo territorial: por una transición ecosocialista
b. Para recuperar el poder y la capacidad de decisión del pueblo sobre la alimentación, el territorio y la energía. No al capitalismo verde.
c. Contra la raíz de los problemas provocados por el turismo masivo y un crecimiento económico desenfrenado.
d. Por un modelo económico ecológico y socialista, que responda a las prioridades sociales.
4. Feminismo para cambiarlo todo
a. Contra los recortes en el sistema público y el reconocimiento y la gestión pública de las tareas de cuidado y reproductivas
b. Basta feminicidios y violencia machista y LGBTfóbica, ¡nos queremos vivas!
c. Trabajemos todas, trabajemos menos. Contra la feminización de la pobreza. Ni brecha salarial ni de pensiones. Trabajadoras del hogar en el Estatuto de los Trabajadores.
d. Por el derecho al propio cuerpo y contra los privilegios de la Iglesia católica. Aborto libre, universal, gratuito, seguro y sin límite de edad.
5. Echemos a la mafia
Levantaremos las alfombras del entramado de intereses políticos, económicos y sociales del Estado español, desde la monarquía corrupta hasta el aparato judicial, y las grandes empresas – principalmente el IBEX 35 –, que mueven las puertas giratorias y marcan las políticas económicas, sociales y de infraestructuras. Privatizaciones y externalizaciones -y su coste- forman parte de esta red de privilegios.
Trabajaremos para construir alianzas con todos los colectivos que, en los Países Catalanes y en todo el Estado, luchan por los mismos objetivos: la autodeterminación de los pueblos, contra la represión y por los derechos sociales. ¡¡Recuperamos las calles!!

8/7/2023