Este año hemos celebrado la 23a Escuela de Verano de LI del 28 al 31 de julio en Mas Gorgoll, en Palamós. Hemos pasado cuatro días discutiendo sobre la necesidad de la construcción de un partido revolucionario dotado de un programa que responda a la realidad actual con perspectiva socialista. Lo hemos hecho además con la participación de compañeras del MAS portugués y del IDP de Turquía (secciones de la UIT-CI), que han compartido con nosotros sus experiencias.

En la primera jornada, celebrada en Barcelona el 28 por la tarde, hicimos una pequeña introducción al tema, discutiendo las diferencias entre los conceptos «clase en sí» y «clase para sí», y cómo el partido revolucionario representa la máxima expresión del segundo. También hablamos del rol de los sindicatos y de los partidos, así como de las diferentes corrientes con fundamentos históricos (anarquismo, socialdemocracia, estalinismo y trotskismo).

El segundo día, ya desde Palamós y en un entorno magnífico con piscina y espacios de ocio, estudiamos el concepto de «programa», que establece el marco de comprensión común de la realidad y las tareas que se derivan para la consecución del objetivo revolucionario. Vimos cómo el programa es fruto de la experiencia diaria común y, por tanto, el hecho de que está sujeto a discusión y cambio permanente para adaptarlo de la mejor manera posible al análisis científico de la sociedad.

Para caracterizar con el máximo de exactitud el estado actual, introdujimos los conceptos de etapa -actualmente imperialista, "época de guerras y revoluciones de amplitud mundial"- y situación. Esta última puede ser no revolucionaria, contrarrevolucionaria, prerrevolucionaria o revolucionaria, y puede variar según el país o región. La definición de la situación nos permite desarrollar un programa diferente en cada caso, que responda a un análisis esmerado de la realidad conservando los objetivos estratégicos hacia la revolución. En este punto, hicimos una crítica al “programa de mínimos” de la socialdemocracia, así como al establecimiento de un “programa de máximos” sin ningún vínculo con la realidad. En oposición a estos dos, discutimos que lo mejor era el «programa de transición».

Por último, planteamos la necesidad del programa de responder a tres problemas fundamentales: el Gobierno, el Régimen y el Sistema. En este contexto, distinguimos entre consignas democráticas, mínimas, parciales, transitorias y revolucionarias, y descubrimos que en todas ellas existe un potencial revolucionario si tenemos en cuenta que en ningún caso son asumibles de forma completa y verdadera bajo el capitalismo en la etapa imperialista. Para terminar el día, nos fijamos en la diferencia entre la propaganda, que busca dar muchas ideas a un grupo reducido de personas, y la agitación, dirigida a hacer llegar muy pocas consignas que permitan incidir en puntos clave del movimiento de masas.

El domingo 30 de julio abrimos el día discutiendo sobre los tipos de partido y, especialmente, sobre el partido leninista, caracterizado por el centralismo democrático, la naturaleza revolucionaria y antireformista, y la intervención diaria en las luchas de las trabajadoras y los sectores populares. Intentando comprender en profundidad cada uno de estos conceptos, empezamos debatiendo el significado de "centralismo democrático", basado en un equilibrio entre la máxima discusión interna y la actuación unitaria en las luchas. En este punto, descubrimos las debilidades de las corrientes que sacrifican a la democracia o al centralismo. Asimismo, recordamos la importancia del periódico como elemento vertebrador de una política común del partido.

Por lo que respecta al tercer punto, reconocimos en la práctica diaria de las militantes del partido la importancia de la intervención en las luchas que se dan a nivel local y mundial. La necesidad de corroborar en la realidad la crítica que hacemos desde el partido es un mecanismo que se encuentra en las entrañas del marxismo y su relación dialéctica entre lo subjetivo (la idea) y lo objetivo (la realidad). Por último, acabamos discutiendo sobre el proceso de construcción del partido revolucionario y las diferentes fases por las que pasa: el núcleo fundador, el partido de vanguardia y el partido de masas.

Valoramos la importancia central que damos a la Escuela de Verano. Un espacio para la formación de las militantes y de otras compañeras cercanas a LI donde podemos discutir y debatir conceptos que nos ayuden en nuestra intervención diaria en los movimientos y luchas. Te invitamos a ver el vídeo resumen de la Escola d’Estiu que encontrarás en el QR adjuntado.

Marc del Alcázar Julià
Juventud LI