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Francia

Huelga general en Guadaloupe y Martinica

GSI - Francia, 27 de marzo de 2009




Debido al excepcional interés
de la situación creada por la
huelga general en Guadalupe y
en otras colonias francesas,
reproducimos la declaración
del GSI de Francia, sobre estos
hechos silenciados y/o tergiversados
por la prensa burguesa
del estado español.

¡En Guadalupe, como en “la
metrópoli”, el choque con el
gobierno es inevitable!
Desde del 20 de enero, Guadalupe
esta paralizada por la huelga general.
Desde el 5 de febrero, los trabajadores
de la Martinica empujan en
la misma dirección. Las huelgas estallan
en Guayana, a la vez que en
isla Reunión un colectivo de 25 organizaciones
amenaza También con
llamar a la huelga el 5 de marzo.
Como única respuesta a los 2,5
millones de manifestantes del 29 de
enero, como única respuesta a la
huelga general de Guadalupe y
Martinica, los dirigentes de las ocho
confederaciones que habían convocado
el 29 de enero se han pronunciado
por una nueva jornada de
lucha el 19 de marzo. Mientras tanto,
deben volver al Eliseo para encontrarse
con Sarkozy. Por lo tanto,
la urgencia de una respuesta
positiva a las reivindicaciones de los
explotados se pospone, tanto en
“ultramar” como en la “metrópoli”.
La exasperación de los trabajadores
y de la juventud es manifiesta.

Un doloroso pasado siempre presente
La huelga general en Guadalupe ha
hecho resurgir, en el primer plano
de la actualidad, la realidad del colonialismo
en una isla donde la historia
nos interroga a todos. Basta
recordar la dolorosa exclusividad de
Guadalupe al abolir la esclavitud en
1794, y cómo bajo las órdenes de
Bonaparte, volvió la esclavitud en
1802; una reintroducción que se
hizo con sangre: las tropas de L.
Delgrès, coronel mestizo de la armada
republicana, se batieron hasta
el final contra el cuerpo expedicionario
de Bonaparte. Entonces
Guadalupe fracasó donde Santo
Domingo (devenida Haití más tarde)
tuvo éxito.

La segunda abolición de la esclavitud,
en 1848, durante la Segunda
República, dejó una población
negra formalmente libre pero miserable,
en manos de los explotadores
blancos, los colonos, a cuyos
descendientes se les denomina
Békés. Esta realidad se atenuó
durante la segunda guerra mundial,
en el curso de la cual renacieron
numerosos movimientos de resistencia
en las Antillas, mientras el
régimen de Vichy reinaba allí, con
mano de hierro, por medio del almirante
Robert.

En 1952, la “masacre de San
Valentín” con cuatro huelguistas
caídos bajo las balas de la armada,
en Moule; quince años más tarde,
en 1967, durante las revueltas del
25, 26 y 27 de mayo, al término de
un conflicto de más de tres meses
el perfecto dio la orden de disparar:
¡87 muertos!

Este repaso histórico es indispensable
para quien quiera comprender
qué está en juego hoy en
Guadalupe. Las viejas familias
békés son siempre poderosas. Una
pugna entre ellas determina lo
esencial en lo que hace a la economía
de la Guadalupe y la
Martinica, en relación con los intereses
de las trasnacionales. Resultado,
una desocupación del 27%
(cifras oficiales) que alcanza el 60%
en los menores de 24 años; los salarios
más bajos y los precios mas
altos (el 30% más que en la “metrópoli”,
con una inflación del doble),
y un desprecio por la población negra
que se expresa de muchas
maneras.

Si, en las “DOM”, el Blanco es
siempre patrón o cuadro de dirección,
el Negro es siempre obrero,
empleado y con frecuencia parado
o campesino sin tierra. Los que tienen
las riendas de la economía son
siempre los Blancos que vienen de
la “metrópoli” o los Békés.

En este contexto, ¿qué quiere
decir el gobierno Sarkozy-Fillon al
afirmar que está determinado a defender
“el estado de derecho” en
Guadalupe? ¿De que “estado de
derecho” hablan cuando se sabe
que, durante decenios, los escándalos,
los desvíos de fondos públicos,
la corrupción, el clientelismo
frecuente en Guadalupe, encuentra
sus orígenes en París? ¿De que
“estado de derecho” habla el ministro
Jégo, cuando se sabe que
los grupos petroleros, los de las
grandes distribuidoras, de la
hostelería o de BTP hacen lo que
ellos quieren y sin rendir cuentas a
nadie sobre sus actuaciones, en lo
que se hace bien en llamar colonias?

¿Qué solución para
Guadalupe?

¡Los Guadalupenses muestran, a
todos, el llamado a la huelga general
para acabar con esta política,
para acabar con este gobierno! Hoy
todo el pueblo de Guadalupe esta
representado por el LKP (Liana kont
pwofitsyon -colectivo contra la explotación
excesiva) que agrupa a 52
asociaciones, sindicatos y organizaciones
políticas (ver nuestro comunicado
del 25 de enero). Después
del 20 de enero la huelga es general.

El llamamiento de los diputados
locales, el 15 de febrero, a “disminuir
la huelga general dejando abrir
los comercios” es rechazado. Los
huelguistas empiezan a cortar carreteras.
El gobierno amenaza. Ha tarda do demasiado tiempo en tomar la
verdadera medida del conflicto y de
quienes lo dirigen. Y Jégo empieza
a mostrar signos de debilidad; su ministro,
F. Fillon, lo llama a París, pero
determina mientras tanto no aflojar
de manera significativa, por miedo a
propagar el fuego en las últimas colonias
y en “la metrópoli”.

Por su parte, los trabajadores
guadalupenses son pacientes, muy
pacientes. Durante más de cuatro
semanas han estado en huelga,
con calma y determinación, ¿habrá
sido tan estúpido el gobierno de
tomar esta calma como una debilidad?
La apuesta del gobierno
Sarkozy-Fillon por dejar pudrir el
conflicto es, como bien se puede
comprobar, un grave error político.
Estos últimos días, el LKP ha
puesto al gobierno en la obligación
de respetar sus compromisos,
igualmente ha puesto en evidencia
las mentiras del ministro de las colonias.
Nada está, pues, solucionado:
no hay soluciones sobre la vivienda,
ni sobre los precios, ni sobre
el empleo, ni, de manera particular,
sobre los salarios. Respecto
a lo esencial, nada. El gobierno, el
MEDEF (organización patronal francesa)
y sus mandos locales no aflojan
nada.

Las declaraciones sobre “el estado
de derecho” están llenas de
veladas amenazas y de pensamientos
retrógrados; en adelante, las
provocaciones amenazan multiplicarse.
Mientras, cuando se está
indicando la necesidad de “romper
el sistema monopolístico” de una
economía “que es la hereditaria de
las sucursales de la época de la
colonización”, llamando “a refundar
la economía y después poder también
refundar lo social” (AP 16 febrero
2009), Jégo da a conocer el
alcance de los enfrentamientos que
se están desarrollando en el seno
del propio aparato de Estado burgués.

El miedo está en el camino
de cambiar de campo…

Durante la noche del 16 al 17 de
febrero, los enfrentamientos entre
los manifestantes y la CRS se convirtieron
en revuelta. El aeropuerto
de Pointe-à-Pitre se cerró. Mientras
tanto, ¿no es tiempo de ir hacia
delante? El mismo presidente
(PS) del Consejo Regional de
Guadalupe reconoce que los diputados
institucionales corren detrás
del movimiento: “es una crisis política,
es una crisis institucional, y se
está al borde
de la sedición”
(V. Lurel, en
France Infos,
el 17 de febrero
2009).
En la noche
del 17, durante
la represión
de las revueltas,
J Bino, un
sindicalista militante
de la
CGTG, cae
muerto por
una bala, en extrañas circunstancias,
al volver a su casa después
de un mitin.

¿No es momento ya en
Guadalupe de ocupar las fábricas,
los comercios, las explotaciones
agrarias, de tomar los libros de
cuentas? ¿No es tiempo, en esta
comunidad, de elegir los comités
para definir las necesidades concretas
de la población e imponer las
medidas en consecuencia?
En realidad, Guadalupe se encuentra
en una situación de doble
poder, esto es, por otra parte, lo
que el mismo V. Lurel reconoce
implícitamente. Entonces ¿no es
tiempo de que el LKP tome el control
de los bancos y nacionalice la
SARA, filial de Total? ¿No es tiempo
de que el LKP asuma el poder
en Guadalupe, contra las instituciones
capitalistas coloniales y contra
los diputados locales que están unidos
a la preservación del orden colonial?
Esto, bien entendido, será contrario
al “estado de derecho” pero
será conforme al estado de las necesidades
en que se encuentran
sumidos gran número de
guadalupenses a causa de los capitalistas
y del gobierno a su servicio.
El pueblo de Guadalupe debe
poder decidir su futuro. Los trabajadores
de Martinica, Guayana,
Reunión, Mayotte, Polinesia o Nueva
Caledonia están ante las mismas
perspectivas. Los trabajadores de
la “metrópoli” tienen el deber de
apoyar las peticiones y el combate
de los guadalupenses contra el estado
colonial.

¿Qué solución para todos?

Son numerosos, en las fábricas y
en las oficinas, los trabajadores que
se lo preguntan. Los originarios de
Guadalupe, de Martinica o de Reunión
y, en general, todos los trabajadores
se preguntan: después de
que la huelga general sea patente
en Guadalupe desde el 20 de enero,
¿por qué han esperado hasta el
5 de febrero para llamar a la huelga
en Martinica? ¿Por qué, en Reunión,
la convocatoria de 25 organizaciones
para salir a la calle es solamente
para el 5 de marzo, cuando sin
embargo las reivindicaciones son
parecidas a las de Guadalupe y
Martinica?

Pero sobre todo, ¿por qué, después
de haber llevado su decisión
al 9 de febrero, los dirigentes de las
ocho confederaciones sindicales de
la “metrópoli” llamaron a una nueva
jornada de huelga solamente para
el 19 de marzo? El 19 de marzo, es
decir, seis semanas después de los
sucesos de la jornada de huelga del
29 de enero, cuando todo indica
que el gobierno esta determinado a
no conceder nada tangible a
Guadalupe, cuando Sarkozy ha reafirmado,
desde su show de hora y
media del 5 de febrero, su intención
de proseguir las contrarreformas
pro-capitalistas, cuando L.
Parisot, presidente de MEDEF, reafirma
todos los días su negativa a
aumentar los salarios.

¿Por qué esperar, cuando los profesores-
investigadores de 75 universidades
están en un proceso de
huelga desde el 26 de enero y cuando,
desde entonces, los estudiantes
discuten contra la ley “LRU” de
privatización de sus universidades?
La respuesta es simple: los dirigentes
de las organizaciones sindicales
son en su mayoría militantes del
PS, del PCF, de los Verdes, del Nuevo
Partido Anticapitalista (NPA, ex-
LCR) o de sus satélites respectivos.

Estas organizaciones luchan por
una Europa social, por una Europa
capitalista “reformada”, a pesar de
la crisis sistémica del capitalismo. No
quieren una ruptura revolucionaria con la Unión Europea. También, por
lo mismo, desestiman la única Europa
social posible para los trabajadores:
los Estados Unidos Socialistas
de Europa. Por otra parte, piensan
que un nuevo impulso de la
economía capitalista es posible.
Sin embargo Sarkozy ha sido claro:
nada de relanzar el consumo ni
de incrementar los salarios. Desde el
punto de vista de MEDEF, la más
mínima medida social real es insoportable.

Si no ¿por qué se empeñan
en rechazar, con el riesgo de una
guerra civil o hasta de una guerra
colonial, una subida salarial de sólo
200 euros para los salarios más bajos
en Guadalupe? Si, como los trabajadores
de Guadalupe, es lo que
nosotros queremos, ¡tendremos que
conquistarlo mediante una lucha
amplia y claramente determinada!
Esta lucha será dura, dado que
el gobierno está dispuesto al enfrentamiento
con la clase obrera. Dado
que, como en Guadalupe, su respuesta
a las justas reivindicaciones
de los trabajadores y de los jóvenes
será la represión.

El 18 de febrero, los dirigentes de
las confederaciones sindicales y la
patronal se reunirán en el Elíseo,
donde se reencontrarán con lo que
piensan todos ellos que es satisfacer
las reivindicaciones del MEDEF
y de las altas finanzas, quieren hacer
pagar a los trabajadores y a la
juventud la crisis de los capitalistas
y de los especuladores. El 18 de febrero
deberán, a la vez, abordar
también la situación en Guadalupe
y en Martinica ¡Qué frescura! ¡Qué
vergüenza!

Limitándose en cuanto a lo esencial
a vulgares declaraciones de apoyo,
los dirigentes, en los hechos,
han buscado aislar a los trabajadores
de Guadalupe, después a los de
Martinica; juegan con que el tiempo
que pasa trabaja, a favor del gobierno,
para los capitalistas.

Cuando se cristaliza el atentado a
la gran mayoría los trabajadores de
este país, en primer lugar sobre los
salarios y sobre el empleo, Sarkozy
les explica que tendrán quizás, eventualmente,
trabajo ¡si renuncian hoy
a las reivindicaciones sobre los salarios!
En las empresas, los trabajadores
se sienten muy próximos a los
Guadalupenses y a los Martinicos en
huelga. La propaganda vergonzosa,
sobre un supuesto racismo anti-Blanco
en las Antillas, ha fracasado lamentablemente.

La tensión se vuelve
palpable, la exasperación está en
lo más alto, como en la víspera de
las revueltas del 2005. El enfrentamiento
es en lo sucesivo inevitable
contra este gobierno y su política al
servició de los capitalistas.

¡Los trabajadores de Guadalupe
y de Martinica señalan el camino!

¡Los sindicatos deben ponerse al
servicio de los trabajadores!
¡Las centrales sindicales deben llamar
a la huelga general!

¡Huelga general por los salarios,
el empleo, la vivienda, los servicios
públicos, la educación pública y la
sanidad!

¡Huelga general por nuestras reivindicaciones!
¡Huelga general para acabar con
esta política al servicio de los capitalistas!
¡Huelga general para acabar con
este gobierno y este régimen!

¡Huelga general para iniciar el camino
hacia un gobierno de los trabajadores!

Paris, 18 de febrero de 2009

Grupo Socialista Internacionalista -
Sección Francesa de la Liga
Internacional de los Trabajadores
(Cuarta Internacional)

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