En las últimas elecciones
europeas Iniciativa Internacionalista,
un acuerdo entre
organizaciones soberanistas
y de la izquierda revolucionaria,
tuvo un importante
apoyo en Catalunya en
número de votos, y realizó
numerosos actos reuniendo
a mucha gente animada por
la propuesta. Desde Lucha
Internacionalista, como
grupo participante de la
candidatura, hemos insistido
en la necesidad de dar
continuidad a este acuerdoplataforma
no sólo
electoralmente sino en las
actividades de la lucha de
clase y de los pueblos. Ahora
se preparan las autonómicas,
el tripartito ya ha demostrado
al servicio de quién está.
Dar continuidad a la experiencia
de Iniciativa Internacionalista,
reuniendo más
organizaciones, en un proyecto
que una las reivindicaciones
nacionales con las de
clase, este es el reto planteado.

Los problemas para los trabajadores
y trabajadoras continúan, en
contraste con el discurso oficial que
anuncia la salida de la crisis para
que se acepten mejor los EREs y
los despidos. Un nuevo alud de
EREs se acumula en Trabajo para
este otoño: ROCA, NISSAN,
SEAT... y cada una arrastra miles
de despidos en pequeñas y medianas
empresas proveedoras. Las
cifras del paro no dejan de crecer,
para muchos y muchas se
acaba ya el subsidio de paro y los
420 euros no resuelven ningún problema.
Y para el sector más explotado
de la clase obrera llega una
nueva reforma de la Ley de Extranjería
que la endurece más aún.

Mientras la patronal ha recibido
ayudas públicas millonarios, a los
trabajadores nos queda pagar la
factura. Este dinero público que no
han servido ni para defender los
puestos de trabajo ni para mantener
las condiciones de vida, hoy
vuelve a ser «invertido» en la Bolsa
para relanzar otro ciclo de especulación.
¿Qué ha hecho el tripartit? La
izquierda institucional en el Gobierno
de la Generalitat, que normalmente
reúne el voto trabajador, se
ha limitado a explicarnos que no
podemos hacer nada ante las exigencias
cada vez más crecidas de
la patronal, a firmar todos los EREs
que antes no se han aceptado por
las direcciones sindicales mayoritarias,
y a enviarnos a la policía del
ecosocialista Saura para reprimir
las protestas obreras. Lo saben
también los compañeros de Parques y Jardines o de TMB, contra
quienes su patronal «de izquierdas»
no duda en dar un golpe y otro a
las direcciones sindicales
combativas.

No ha sido diferente la política
del tripartit sobre los servicios públicos:
ha avanzado en la
privatización de los CAP y de la
sanidad pública y ahora lo hace de
la mano de la Ley de Educación
de Catalunya, para entregar una
cantidad todavía más grande de
recursos a la enseñanza
privada, particularmente
la de la
Iglesia. ¿Cómo es posible que esta
ley que ha provocado tres huelgas
generales masivas de todo el
profesorado de la pública y de todos
sus sindicatos, no tenga en
el Parlamento una sola voz que
se oponga a ella en defensa de la
enseñanza pública? Una Ley que
CIU y el Secretariado de EscueLucha
Internacionalista 98, septiembre 2009 5
las Cristianas, próximo a Unió, no
hubieran podido soñar mejor.

Pero no es mejor el balance del
tripartit en defensa de las libertades
nacionales de Catalunya. Las
discusiones sobre financiación no
son sino el chocolate del loro, y una
manera de enfrentar pueblos. Basta
con comparar las partidas que
hoy quieren repartir entre autonomías
para servicios sociales
prioritariamente con las cantidades
que han dado a la banca, a las
grandes empresas o las que gasta
el ejército y las fuerzas represivas,
partidas que la izquierda
institucional no cuestiona nunca. El
«café para todos» del Duque de
Suarez ha sido pensado justamente
para promover el enfrentamiento
entre pueblos y ahogar los derechos
nacionales de Euskadi o
Catalunya en el marco autonómico.
Solo hace falta ver el escándalo
organizado por la consulta de Arenys de Munt (BCN) y la convocatoria
de la Falange. La represión
del Estado impulsa la reorganización
del fascismo, lo hemos
visto en Nafarroa este verano, lo
vemos ahora en Catalunya. Aún
más directamente cuando el
abogado que manda el gobierno
ha sido reiteradamente candidato
de las Falanges.

Queda poco más de un año
para las elecciones autonómicas,
si no se adelantan por una resolución
del Constitucional contra la
reforma del estatuto. 23 años de
CIU fueron más que suficientes
para ver cuáles son las prioridades
del partido de la burguesía catalana:
una política al servicio de la
patronal, de la iglesia y un pacto
estable con la monarquía a cambio
de una parte del pastel. Como
hicieron Cambó y la Liga en los
años 20; para la burguesía primero
está el bolsillo. Pero ha habido
bastante con seis años de PSCERC
y ICV-EUiA para ver que hacen
la misma política. Hace falta
romper la lógica del mal menor,
hace falta avanzar decididamente
hacia la construcción de una alternativa.
Iniciativa Internacionalista
proponía una plataforma basada
en cuatro ejes: el
anticapitalismo, la lucha contra la
monarquía y por el derecho de autodeterminación,
la defensa de los
derechos democráticos contra la
represión y la ley de partidos y la
solidaridad internacionalista.
Si desde ahora empezamos a
recomponer las fuerzas que apoyamos
a I.I. y, bajo estas o nuevas
siglas, unimos fuerzas con los grupos
con que compartimos estos
ejes, podemos hacer posible una
amplia plataforma en la que ninguno
pierda su identidad, y que
construya una alternativa.