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¡Solidaridad y retirada tropas!

Declaración del PSTU sobre la tragedia en Haití

, 13 de enero de 2010




Una tragedia golpeó profundamente
a Haití. El peor terremoto en
la historia haitiana tuvo su epicentro
junto a la capital del país, destruyendo
dos tercios de Puerto Príncipe.
Los primeros números
estimativos hablan de 100 mil muertos.
Las escenas que comenzaron
a ser divulgadas muestran una situación
terrible, con muertos en las
calles y heridos sin atención bajo
los escombros.

No hay como no emocionarse con
la situación haitiana. El pueblo negro
del país más pobre del continente
se enfrenta con otra brutal tragedia.
Pero no se pueden atribuir las
consecuencias sólo a la dimensión
del terremoto. La grave tragedia de
la naturaleza cayó sobre un país devastado
por el capitalismo. El terremoto
no tendría esas siniestras consecuencias
si el país se encontrase
en otra situación social.

El desempleo está entre el 70 -
80% en Puerto Príncipe. Los pocos
empleados viven con un salario
mínimo de algo más de 200 pesos.
No existe una estructura nacional
de asistencia médica real.

Hay poquísimos hospitales públicos
en todo el país, que no pueden
cumplir ningún papel relevante en
la actual situación. Ahora, los pocos
hospitales también están destruidos.
Tampoco existe un servicio
de bomberos. Después del terremoto,
después de ver sus casas
derrumbarse, eran los propios sobrevivientes
los que intentaban recatar
a los que quedaron bajos los
escombros. Los heridos se amontonaban
en las plazas sin posibilidad
de que alguien los atendiera.

Muchos esperan la muerte

La tragedia haitiana va a ser utilizada
para defender la Minustah (Misión
de la ONU para la
Estqabilización de Haití), las tropas
de la ONU lideradas por soldados
brasileños que mantienen la ocupación
militar del país desde hace
cinco años. En los próximos días,
muchos intentarán demostrar la
necesidad de la Minustah en este
momento. Pero el objetivo real de
las tropas no tiene nada de humanitario.
Su función es la de asegurar
la implementación del plan económico
neoliberal al servicio de las multinacionales
instaladas en el país.

Esas grandes empresas consiguen
producir textiles a bajísimo precio
(gracias a los miserables salarios) a
pocos kilómetros de EE.UU. Es decir
pagan un salario aún más bajo
que en China y en un lugar mucho
más cercano.

Los hechos desmienten la propaganda
capitalista a favor de la
Minustah. No hubo ninguna mejora
social en los cinco años de presencia
de las tropas. La ocupación militar
sirvió para reprimir
movilizaciones de los obreros
haitianos, como en agosto de 2009,
en la huelga de los trabajadores textiles
por un salario mínimo de 200
gourdes (380 pesos [unos 3,45 •]),
que terminó con dos muertes. Sirvió
para reprimir a los estudiantes
que se manifestaban contra las tropas
y tuvieron más de 20 presos el
pasado mes de noviembre.
Y ahora, en el momento del terremoto,
los relatos de los sobrevivientes
muestran la ausencia de la
Minustah, cuando más se necesita
de una real acción humanitaria. La
descripción de un grupo de estudiantes
brasileños que están en Haití es
impresionante: «la situación se está
complicando- describen- recorriendo
las calles en busca de agua, vimos
muchas personas heridas en
la calle, muertas, casas derrumbadas
y personas retirando los escombros,
además de luchas por comida,
saqueos, un tiroteo, y lo peor,
aparentemente, todo eso sin la presencia
de ningún tanque, carro u
oficial de la ONU en esos primeros
momentos de terror de la población.

Sólo nos enteramos de que las tropas
estaban removiendo los escombros
del Hotel Montana, uno de los
hoteles de clase alta, donde deberían
estar personalidades de la
ONU.»

Existe una enorme distancia entre
la solidaridad que los trabajadores
necesitan en este momento y la
legitimación de la ocupación militar
de Haití. Desde el PSTU estuvimos
desde un primer momento en contra
de la ocupación, demostrando
su carácter pro imperialista. En este
momento en que el dolor del pueblo
haitiano conmueve al mundo,
queremos afirmar nuestro llamado
a la solidaridad con los trabajadores
y también nuestro más absoluto
repudio a la ocupación militar. Más
que nunca, estamos en contra de
la presencia de esas tropas que
sólo defienden al capital imperialista
y se muestran inútiles cuando la
acción humanitaria es necesaria.

El PSTU llama a los obreros, trabajadores
y estudiantes de todo el
mundo a hacer una campaña de
solidaridad con los trabajadores
haitianos, a través de los sindicatos,
recogiendo contribuciones en
las bases, para que podamos enviarlas
al movimiento obrero haitiano.
La Conlutas (Coordinación Nacional
de Luchas de Brasil) y sus sindicatos
ya están proponiendo una campaña
en este sentido. No confiamos
en el gobierno haitiano ni en el brasileño,
ni en la Minustah, como «solidarios
» con el pueblo. La ayuda podría
ser utilizada para sofocar la revuelta
hoy existente en el pueblo
haitiano, así como perderse en la gigantesca
corrupción presente en el
país.

El imperialismo muestra su cinismo en Haití. Los mismos
gobiernos que dieron 25 billones de dólares para salvar a los
bancos en la crisis económica, ahora ofrecen 145 millones
de dólares a Haití. La ONU gastó en los cinco años de ocupación
militar 3.500 millones de dólares, y ahora «ofrece» 10
millones para ayuda.

Exigimos del gobierno brasileño, que tanto habla de su solidaridad
con el pueblo haitiano, el retiro de las tropas de ocupación
y la utilización en ayuda humanitaria del dinero que
sería gastado con ellas. El gobierno se comprometió a enviar
10 o 15 ridículos millones de dólares en ayudas, cuando gastó
600 millones de dólares en mantener las tropas hasta el
día de hoy.

¡Toda la solidaridad con el pueblo haitiano!

¡Fuera la Minustah y la ocupación militar de Haití!

¡Exigimos al gobierno brasileño el retiro de las tropas
de Haití y la transformación de sus gastos en una verdadera
ayuda humanitaria!

Partido Socialista de los Trabajadores Unificados

São Paulo, Brasil, 13 de enero 2010

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