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Manifiesto provisional de un nuevo proyecto abierto y en construcción

, 9 de septiembre de 2010




La crisis golpea con fuerza la sociedad
catalana. No es una crisis
pasajera, ni sólo una crisis financiera.
Es la mayor crisis desde los años
treinta. Una verdadera crisis histórica
del capitalismo, un sistema basado
en la búsqueda insaciable de
beneficios que lleva a la explotación
creciente de las y los trabajadores y
la mercantilización y depredación de
los espacios y los bienes comunes
de la humanidad y la naturaleza.
Su impacto, con el crecimiento del
paro y la generalización de los cierres
de empresas y EREs, se ve aún
más agravado por el modelo de crecimiento
potenciado por la administración
en los últimos años, basado
en la especulación inmobiliaria, la
destrucción del territorio y la mano
de obra barata. La flexibilización del
mercado de trabajo, los recortes
salariales y de los servicios sociales,
las privatizaciones, y el hundimiento
del mundo rural avanzan sin freno.

El plan de Ajuste de Zapatero,
aplicado religiosamente por el gobierno
de la Generalitat, y la reforma
laboral, son un paso más en los
intentos de que la crisis la paguen
los que no la han causado. Los ataques
contra los derechos sociales
del gobierno español no son un hecho
aislado o puntual. Se enmarcan
en una estrategia coordinada de los
gobiernos de la Unión Europea para
seguir adelante en la construcción
de su Europa del Capital al servicio
de las grandes multinacionales y
para hacer retroceder los derechos
sociales y laborales conquistados
históricamente. Su objetivo es infligir
una derrota histórica al conjunto
de los y las asalariadas y aprovechar
la crisis para reforzar los mecanismos
de dominación. De ahí la
importancia de la próxima Huelga
General del 29S que, para nosotros,
debe ser no un punto y final y un
paréntesis en el camino, sino un
punto de inflexión hacia un nuevo
período de removilización social desde
abajo.

Estamos, en definitiva,
ante una verdadera
huida hacia delante
de los amos del
mundo en su búsqueda
permanente
de beneficios, que
sólo hace incrementar
los aspectos social
y
ecológicamente más
destructivos del capitalismo
global y que
nos aboca a una crisis
social y ecológica
sin precedentes.

Mientras la crisis
golpea con fuerza,
los anhelos de soberanía
del pueblo catalán
quedan, una vez más, enterrados
bajo una Constitución española
antidemocrática y monárquica.
El proceso fallido de reforma del
Estatut, culminado con la sentencia
de un Tribunal Constitucional ilegítimo,
muestra bien claramente
que no hay emancipación nacional
posible en el actual marco legal. La
manifestación del 10 de julio expresó
no sólo el fuerte rechazo a la
sentencia, sino también la afirmación
de la voluntad de decidir del
pueblo de Cataluña y de traspasar
los límites de la Constitución. Aun
así, flotando sobre estas aspiraciones
democráticas, están el regreso
y el aumento de las expectativas
electorales de fuerzas conservadoras
como CiU, que ha sido la
muleta de todos los gobiernos españoles,
tanto del PSOE como del
PP. O bien surgen nuevos proyectos
como los de Laporta o Carretero,
propiciando una candidatura
independentista sin contenido social
y de izquierdas, que buscan
canalizar las aspiraciones
soberanistas hacia una vía muerta
y al servicio del mundo empresarial.

La crisis se entrecruza con la
corrupción que, con los casos
Pretoria y Millet, salpica toda la política
catalana y muestra las complicidades
entre la élite política profesional
y el mundo empresarial. No
hay un palmo limpio en la política
catalana.

Estamos ante un escenario que
pone de manifiesto la naturaleza
antidemocrática del actual modelo
económico y de la Unión Europea,
en un contexto dónde los grandes
partidos y las direcciones de los
grandes sindicatos se han adaptado
totalmente a los intereses empresariales,
la política se ha
profesionalizado completamente y
los centros de toma de decisiones
se alejan cada vez más del conjunto
de la ciudadanía. Un panorama
que abona el terreno para el ascenso
del racismo y la xenofobia y
la derecha populista.

Necesitamos una alternativa
en Cataluña
Para hacer frente a los intentos
de que la crisis la paguemos todos y
todas hace falta la movilización continuada
y sostenida de la población,
organizar la resistencia en cada barrio,
pueblo, centro de trabajo y
estudio...y reconstruir un nuevo tejido
social, el sindicalismo combativo
y los movimientos sociales.

Pero con esto no hay suficiente.
Necesitamos construir una alternativa
en el terreno político que también
ayude a la removilización social
y forme parte de las luchas sociales.
No podemos dejar que los partidos
de siempre digan que nos representan,
cuando en realidad trabajan en
beneficio de una minoría.

Los partidos que conforman el
gobierno de la Generalitat se han
mostrado totalmente inservibles
para transformar la sociedad y
mejorar las condiciones de vida de
la población. Las dos legislaturas
de gobierno tripartito hablan por si
solas. La suya es una política al
servicio de los intereses del capital,
socialmente injusta, insolidaria,
destructora del territorio y supeditada
a la Constitución española. El
fracaso del tripartito no hace otra
cosa que preparar el regreso de la
derecha al poder.

Frente al desgaste de los partidos
tradicionales y el fracaso del
gobierno tripartito vemos nacer
nuevas propuestas políticas, como
las opciones independentistas de
derechas y proempresariales y también
alternativas xenófobas y reaccionarias.
La solución a los problemas
actuales sólo puede venir de
la mano de una respuesta de izquierdas,
movilizadora y solidaria.

Necesitamos construir una alternativa
anticapitalista y defensora de
los derechos nacionales y la total
soberanía de Cataluña. Una alternativa
ecologista, feminista, antirracista,
internacionalista y ligada a los
movimientos y a las luchas sociales.

En un momento como el actual,
en plena crisis económica, social y
medioambiental, en pleno aumento
de las aspiraciones soberanistas
del pueblo catalán, con los partidos
mayoritarios salpicados hasta el
cuello por la corrupción, con un ascenso
alarmante de la xenofobia,
con la visita del Papa en Barcelona
el próximo noviembre, y con la Huelga
General del 29S en perspectiva...
no nos podemos quedar quietos
y quietas. Es necesario romper
la resignación y dar un paso adelante.

Es el momento de atreverse.
De no quedarse con lo viejo y trabajar
para construir lo nuevo.

Una voz crítica en las
elecciones al Parlamento...

Es el momento de atreverse.
Con esta perspectiva, varias organizaciones
políticas como
Revolta Global-Izquierda
Anticapitalista, Corriente Roja, y
Lucha Internacionalista, y varios
activistas de movimientos sociales,
nos hemos reunido para impulsar
una candidatura anticapitalista y
defensora de los derechos nacionales
y la plena soberanía de Cataluña.
Una candidatura ecologista,
feminista, antirracista y internacionalista.
El nuestro es un proyecto
abierto, al que esperamos seguir incorporando
nuevas voluntades, personas
y colectivos.

Para nosotros las elecciones son
un terreno más de lucha. No somos
electoralistas, ni hacemos de
las campañas electorales nuestra
razón de ser. Queremos una alternativa
que sea útil para las resistencias
sociales y que aprenda de
ellas. Por eso, nuestra prioridad es
la lucha en la calle. Pero pensamos
que no podemos permitir que los partidos
que monopolizan la representación
política y electoral lo sigan
haciendo. Y pretendan seguir hablando
en nombre de todos y todas
nosotras, mientras gobiernan en
beneficio de las grandes empresas.
Por eso queremos impulsar una nueva
voz que utilice las elecciones para
hacer oír las propuestas de las y los
trabajadores, de los desempleados
y desempleadas, de los y las
inmigrantes, de los y las activistas
de los movimientos sociales, del sindicalismo
combativo...

Pensamos que hace falta romper
con el dilema de quedarse en casa
el día de las elecciones o de seguir
votando por el mal menor. Apoyar al
mal menor es a menudo el camino
más rápido que lleva al mal mayor.

La nuestra es una propuesta en
construcción en la que queremos
sumar el máximo número de voluntades,
con diferentes visiones y procedencias,
pero todas comprometidas
con una transformación radical
de la sociedad y con la lucha
por cambiar el mundo de base.
Es el momento de atreverse, de
no quedarnos en casa.
Tenemos miles de razones para
hacerlo.

¿Qué defendemos?

Queremos representar una voz diferente y defendemos una política de ruptura con el actual orden de
cosas. Una Cataluña anticapitalista, soberana, ecologista, feminista, antiracista e internacionalista.
Las siguientes son nuestras primeras propuestas, unas primeras pistas de trabajo de un programa que
esperamos ir enriqueciendo las próximas semanas con la colaboración de todas las organizaciones, colectivos,
y activistas interesados en que haya una nueva voz como esta en las elecciones al Parlamento:

1. Por el fin de los planes de ajuste y los recortes de los derechos sociales y laborales

Rechazamos la política de los gobiernos de la Unión Europea y del G20, los planes de ajuste y los rescates
de la banca con dinero público. Defendemos la expropiación del sistema bancario y la creación de una
banca pública que tenga como finalidad satisfacer las necesidades básicas de la población.
No a la reforma laboral y a los intentos de precarizar todavía más el mercado de trabajo. Frente al paro
y los EREs exigimos la prohibición de los despidos colectivos y la obligación del pago por parte de los
empresarios de las deudas contraídas en las empresas en crisis. Defendemos la jornada laboral de 35
horas sin reducción de salario, con la perspectiva de ir hacia las 30, y el reparto igualitario del trabajo
doméstico y de cuidados. Pedimos un salario mínimo de 1200 euros y el derecho a un ingreso social
equivalente para todas las personas en paro. Frente a la privatización directa e indirecta defendemos los
bienes y los servicios públicos bajo control social y democrático y el regreso al sector público, en la
gestión y propiedad, de los servicios privatizados. No a la LEC y al Plan Bolonia. No al copago de la sanidad.

Queremos la jubilación a los 60 años y nos oponemos a los planes inminentes de reforma de las pensiones.
Exigimos una reforma fiscal que grabe a las grandes fortunas y combata su fraude fiscal, y la abolición
de los paraísos fiscales. Defendemos una política de vivienda basada en la creación de un parque público
de viviendas para alquiler social no superior al 25% del salario y una moratoria inmobiliaria. No a los
desahucios por impagos de hipotecas de hogares afectados por el fraude inmobiliario o el paro. No al acoso
inmobiliario que sufren muchas familias, a menudo de pocos ingresos y de edad avanzada, muchas de ellas
mujeres mayores.

2. Por la plena soberanía y la autodeterminación

Defendemos la plena soberanía del pueblo catalán y rechazamos la Constitución española monárquica
de 1978. El proceso fallido de reforma del Estatuto muestra claramente que la vía estatutaria es una vía
muerta y que la satisfacción de los anhelos de soberanía del pueblo catalán exige romper con la Constitución.
Defendemos el ejercicio del derecho a la autodeterminación a través de un referéndum con el
objetivo de lograr una República Catalana que pueda decidir libremente el vínculo que quiere tener con el
resto de pueblos ibéricos y de Europa.

3. Por un modelo económico y social sostenible

Nos oponemos al actual modelo productivista y consumista. Reivindicamos la expropiación del sector
energético y el cierre de las nucleares. Defendemos las energías renovables, el territorio y el transporte
público. No a la MAT, al trasvase del río Ebro y a las infraestructuras que destruyen el territorio. Queremos
un mundo rural vivo, un banco de tierras público, una ley de transformación artesana, y una Cataluña libre
de transgénicos. Por la soberanía alimentaría. No a la PAC. No al maltrato de animales.

4. Por el fin del racismo y la xenofobia

Denunciamos el auge del racismo y la xenofobia, a menudo fomentados desde las instituciones, que busca
convertir a los inmigrantes en el chivo expiatorio de la crisis. Queremos la derogación de la Ley de Extranjería,
el cierre de los centros de internamiento, la defensa del derecho a hospitalidad hacia las personas «sin papeles»,
y los plenos derechos de ciudadanía para la población inmigrante. Despenalización del «top manta».

5. Por la igualdad entre hombres y mujeres

Defendemos el fin de las discriminaciones laborales y salariales de las mujeres, la ampliación del permiso de
maternidad y paternidad, una red pública de hogares de niños y el reparto igualitario del trabajo doméstico y
de cuidados. Reivindicamos la despenalización del aborto y su inclusión en la red pública. Queremos una
política con medios reales para combatir la violencia de género que supere los límites de la legislación actual.

6. Por la defensa de las libertades democráticas

Defendemos las libertades y los derechos democráticos básicos amenazados en nombre de la lucha contra
el terrorismo y la inmigración. Exigimos la derogación de la Ley de Partidos. Nos oponemos a la criminalización
y represión de los movimientos sociales y queremos la despenalización de la okupación. Pedimos la derogación
de las ordenanzas cívicas autoritarias aprobadas en muchas localidades de Cataluña.

7. Por una Cataluña solidaria con el resto de pueblos del mundo.

Exigimos al gobierno catalán y a los gobiernos de la UE el boicot y el fin de los acuerdos y relaciones de
cualquier tipo con el Estado de Israel. Pedimos el fin inmediato del bloqueo de Gaza. Defendemos la
causa del pueblo Saharaui. Pedimos la disolución de la OTAN, la desmilitarización de la Unión Europea y
reivindicamos una Europa de los pueblos y de los y las trabajadoras. Queremos la abolición de la deuda
externa y la deuda ecológica. Denunciamos la política imperialista de las multinacionales catalanas en los
países del sur.

8. Por unos medios de comunicación democráticos y una cultura desmercantilizada

Pedimos una Ley de medios de comunicación que favorezca el control democrático y potencie los
medios alternativos. Defendemos el software libre, el fin de las patentes de software, y el libre intercambio
de productos culturales. Nos oponemos a la política de la SGAE y al Canon Digital y defendemos una política
cultural que favorezca la creación artística desmercantilizada.

9. Por el fin de las discriminaciones a gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, queers e intersexos.

Nos oponemos a cualquier tipo de discriminación social o laboral por motivos de opción sexual y a las
visiones reaccionarias sobre la familia. Pedimos la despatologización de la transexualidad.

10. Por la transparencia y la no profesionalización de la política

Finalmente, pedimos medidas reales contra la corrupción y la impunidad con que actúan los políticos y los
empresarios corruptos y medidas a favor de la transparencia y el control público de la administración. Queremos
una política no profesionalizada. Exigimos la limitación de los cargos públicos a no más de 2 mandatos
y con salarios que no sean superiores al salario público medio. Defendemos el derecho a voto a los 16 años.

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