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DECLARACIÓN DE 29 DE SEPTIEMBRE DE "DES DE BAIX"

Queremos una movilización sostenida

, 29 de septiembre de 2010




Hoy todos y todas hemos hecho huelga, hemos tratado de arrastrar compañeros y compañeras de nuestras empresas, de los barrios, de las universidades... Sabemos cuántas dificultades ha habido que vencer, cuántos miedos, cuántas amenazas de la patronal o de las administraciones. ¿Ha sido un éxito la huelga? ¿Qué seguimiento ha tenido? Todavía estamos en la calle gritando nuestra indignación y es prematuro decirlo. Pero una cosa es indiscutible: desde mañana mismo, tendremos que continuar la lucha. Eso sólo es el principio.

El gobierno no está dispuesto a ceder. Lo que hay en juego no es una reforma laboral circunstancial. Las grandes corporaciones capitalistas que mandan en Europa han dictado a los gobiernos una hoja de ruta inequívoca. Traicionando sus promesas sociales, Zapatero y, a su vez, el tripartito catalán, se han doblegado dócilmente, como si se tratara de una fatalidad y se ha mostrado como un verdadero gobierno al servicio de los intereses empresariales y financieros. La derecha española y, en Catalunya, el nacionalismo conservador, se frotan las manos: ya se ven de vuelta al poder, con buena parte del trabajo sucio previamente terminada por la izquierda conciliadora e institucionalizada. El capitalismo nos quiere hacer pagar la crisis más grave de su historia arrancándonos derechos y abocándonos a la miseria: provocando desempleo masivo, abaratando los despidos, bajando sueldos y pensiones, haciendo de la precariedad la norma, socavando la negociación colectiva, agravando la discriminación de mujeres, de jóvenes e inmigrantes, malgastando los recursos naturales y conduciéndonos al desastre medioambiental ...

Nosotros afirmamos, sin embargo, que hay otra salida, favorable a los intereses de la mayoría social trabajadora: una salida que suponga una redistribución de la riqueza y abra la vía hacia un nuevo modelo social y productivo. Con la expropiación del sistema bancario y la creación de una Banca Pública, bajo control social; ¡con la instauración de una fiscalidad progresiva... Rechazando las medidas de austeridad, se trata, todo lo contrario, de subir el salario mínimo a 1.200 euros, de incrementar las pensiones y de instaurar la jubilación a los 60 años... Que los recortes se apliquen a la Casa Real y a los presupuestos militares! ¡Que se marchen las tropas españolas de Afganistán! La reforma laboral que necesitamos es aquella que prohíba los despidos, que reparta el empleo con la semana de 35 horas sin reducción de salario y facilite la distribución igualitaria del trabajo doméstico y de cuidado, que promueva la estabilidad contractual y la igualdad salarial (entre hombres y mujeres, autóctonos e inmigrantes subcontratados en precario, eliminando los dobles y triples escalas que afectan a la juventud...) Lejos de reducir el gasto, hace falta defender y extender los servicios públicos: mejorar la sanidad y la enseñanza pública, promover el ferrocarril, las energías renovables, la agricultura campesina; hay que emprender una reconversión de la industria con criterios de utilidad social y respeto por el medio ambiente y garantizando el empleo... y hay que abandonar la energía nuclear, los trasvases, las infraestructuras insostenibles. Urge constituir un parque público de viviendas de alquiler social.

Y, más que nunca, se convierte en vital la unidad de la gente trabajadora. ¡Mirad que hacen Sarkozy y Berlusconi! Quieren infectar de racismo a la sociedad. Aquí también tenemos nuestros aprendices de brujo, como hemos visto recientemente de forma alarmante en Badalona o en Salt. Y nuestro gobierno "progresista" bastante que llena de inmigrantes los Centros de internamiento para extranjeros, como el de Zona Franca. ¡Basta de discriminaciones por razones étnicas o religiosas! ¡Igualdad de derechos! ¡Fuera la ley de extranjería!

He ahí los objetivos que pueden abrir una nueva perspectiva. Necesitan nuestra movilización sostenida: la unidad sindical para luchar, impulsar la democracia de las asambleas, la incorporación de los movimientos sociales... Como en Grecia, Italia o Francia, tendremos que ir a nuevas huelgas generales, tendremos que coordinar nuestras fuerzas a nivel europeo. No tenemos que parar hasta tumbar las reformas del gobierno. Y seguir hasta imponer la lógica de nuestros derechos por encima de la tiranía de sus privilegios.

Por eso es necesario organizar la resistencia en cada centro de trabajo y estudio y en cada barrio... un sindicalismo combativo, que favorezca la participación desde la base, alejado del modelo de sindicalismo de concertación institucionalizado y burocratizado de las direcciones de CCOO y UGT, y reforzar los movimientos sociales.

Sin embargo, las luchas sociales, a pesar de ser decisivas, no serán suficientes. Es necesario empezar a construir, desde bajo, un nuevo referente político de izquierdas que también ayude a la movilización social y forme parte de las luchas sociales. No podemos dejar que los partidos de siempre digan que nos representan cuando en realidad trabajan en beneficio del mundo empresarial. El fracaso del tripartito sólo hace que preparar el retorno de CiU al poder y alimenta el surgimiento de las alternativas soberanistas de derechas, como Laporta, y también del alternativas xenófobas y reaccionarias. Pero la solución a los problemas actuales sólo puede venir de la mano de una respuesta de izquierdas y movilizadora.

Con esta perspectiva, varias organizaciones como Revolta Global-Esquerra Anticapitalista, Corrent Roig y LLuita Internacionalista, y diversos activistas de movimientos sociales nos hemos reunido para impulsar, bajo el nombre de Des de Baix, una candidatura anticapitalista y soberanista a las próximas elecciones al Parlament de Catalunya. Una candidatura ecologista, feminista e internacionalista. El nuestro es un proyecto abierto al que esperamos seguir incorporando nuevas personas y colectivos y que quiere romper el dilema de quedarse en casa el día de las elecciones o de seguir votando por el mal menor. Dar apoyo al mal menor es a menudo el camino más rápido que lleva al mal mayor.

Es el momento de atreverse, de no quedarnos en casa. Tenemos miles de razones para hacerlo.

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