La Reforma de Pensiones presentada en el Congreso por el Gobierno, la llamada ‘ley Escrivá’ que realmente es del PSOE-UP, a falta de la segunda tanda de reformas, cumple con todos compromisos adquiridos con Bruselas desde el 2010 por los sucesivos gobiernos. Es una reforma, que asume las del 2010 PSOE y la del 2013 Rajoy, ampliando nuevos recortes para las pensiones presentes y futuras anticipadas. Y da un paso decisivo para privatizar, al menos una parte de las cotizaciones sociales, con los Planes Privados de Empresa, creando ya la Agencia de la Seguridad Social para que puedan entrar las entidades financieras, paso que ni PSOE ni el PP con mayoría absoluta se atrevieron hacer en las anteriores reformas.

Dos de los puntos que en la coalición afirmaban que serían derogados, el Factor de Sostenibilidad y el de Revalorización, solo han sido sustituidos. El de Revalorización, un burdo engaño con el IPC MEDIO que ya hemos visto que deja a los pensionistas con un 3,1% menos de pensión en el 2021 respecto a la Inflación real del 5,5% (420 euros menos al año para una pensión de 1000euros), cuando hablaban de mantener el Coste de la Vida con la revalorización.

Releyendo los acuerdos de coalición vemos que básicamente el gobierno ha seguido el camino de los recortes en las pensiones: Acuerdos de Resilencia con UE, Pacto de Toledo en el Congreso, Pacto Social con los Sindicatos CCOO y UGT y Patronal, que desde 1995 ha garantizado la Paz Social, para unas reformas que permitan sacar las pensiones de los PGE y crear un sistema paralelo privado (llamado complementario) desde los convenios. La misma propuesta deja claro que lo que pretende el sistema es que las pensiones públicas de reparto sean insuficientes y dejar una parte de las cotizaciones en manos de las entidades de lucro financieras.

Las Reformas laborales vs Reformas de Pensiones compromisos con Bruselas

Desde la crisis financiera del 2008, la ofensiva del Capital ha sido recortar los derechos sindicales de los trabajadores con las Reformas Laborales PSOE-2011 y PP-2013 para desarmar las luchas obreras, bajar salarios y condiciones de trabajo. El Gobierno de Coalición, aceptando la del PSOE, prometía la derogación de la del PP, pero hasta el momento aún está vigente y activa, con visos de solo una contra reforma parcial por los compromisos adquiridos con Bruselas y con la Patronal, y contra la libertad de negociación de los trabajadores. Ya lo hemos visto también con el SMI que ha sido un 1,2% para el 2021 con una inflación del 5,5%. Igual con las Reformas de Pensiones los recortes en pensiones y salarios son moneda de cambio para la devolución de las ‘ayudas’, como ya ha ocurrido en Sanidad y en Enseñanza.

Las expectativas del conjunto del movimiento obrero con el Gobierno de Coalición Progresista

La denuncia al bipartidismo del 15M de que el sistema político funcionaba por intercambio de gobiernos, para llevar adelante básicamente una misma política, parece que se ha cumplido una vez más, llevando adelante, con falsas promesas, los acuerdos previamente adquiridos. En el caso de la Reforma de Pensiones yendo mucho más allá de las reformas que PSOE y PP hicieron con mayoría absoluta y que inevitablemente les hizo perderlas dejando un sistema de bloques, que ha resultado igualmente bipartidista.

La idea de Unidos Podemos de una reforma integral del Sistema de Pensiones -lejos de los compromisos anteriores del Pacto de Toledo- que presentó en la primera legislatura del 2018 de Sánchez, creó una cierta expectativa en al movimiento pensionista. Pero quedó en el olvido en esa misma legislatura al volver a la dinámica del Pacto de Toledo, legislatura que acabó precisamente por la revalorización de las pensiones con el IPC REAL, ya que el gobierno de Sánchez defendía solo una referencia al mismo.

El paso a un Gobierno de Coalición PSOE-UP volvió a crear expectativas en el movimiento obrero y pensionista contra las Reformas Laborales y de Pensiones, pero se ha visto que claramente el entorno del Pacto Social y el Pacto de Toledo, es decir la puerta obligada de la Paz Social, aceptada en la Coalición es el camino de las reformas: las pasadas y futuras, como así ha sido en esta legislatura.

Estas expectativas incumplidas del gobierno de coalición afectaron al Movimiento Pensionista y fue la causa de su posterior fragmentación, al comprobar que los sindicatos mayoritarios no solo no reaccionaban, sino que eran cómplices de estas medidas regresivas.

Sin embargo, el movimiento pensionista, aun con esas expectativas, nunca ha abandonado y siempre ha dejado bien claro el NO AL PACTO DE TOLEDO, mientras seguía la lucha continua en las calles por su programa, con gran sacrificio. Ese ha sido el punto de partida para seguir luchando por la unidad de acción, como ya se ha visto en los meses de octubre y noviembre. Lucha que será ahora ya claramente contra la reforma del 2021 de PSOE-UP.

La consigna de Gobierne quien Gobierne, las pensiones públicas se defienden, que ha popularizado la Marea Pensionista, es la clave de la continuación de la lucha, ya que tiene presente que su lucha le arrebató a Rajoy el aumento del IPC REAL en las pensiones, después de hacerle perder, a finales del 2016, la mayoría absoluta y lo podrá hacer y debe hacerlo con cualquier otro gobierno.

La lucha por el salario y la pensión, un mismo eje de lucha de la unidad entre el conjunto de trabajadores en activo y jubilados, junto al rechazo de las Reformas Laborales y de Pensiones.

Sin salario no hay pensiones. La actualización de salarios y pensiones con el coste de la vida es una lucha que une a pensionistas y trabajadores. El IPC Anual en noviembre subió al 5,5%. A los pensionistas se nos anuncia un recorte del 3,1% con la nueva fórmula de revalorización de este año. Los trabajadores en activo perderán hasta un 4,1%, según convenios, ya que los salarios se han negociado, para el 2021, con un 1,5% de media de subida salarial en los convenios y el SMI se ha revalorizado con un 1,2% que representa un 4,4% de perdida de salario, y que hace retroceder por años el objetivo de acercar los salarios a la recomendación de la Carta Social Europea. Este es un claro resultado de una política de Pacto Social; los recortes, ya que la base del pacto es la Paz Social.

La lucha por las pensiones debe entrar en las fábricas, como siempre hemos hecho en el pasado, ya que las pensiones salen del salario en forma de cotizaciones sociales. La lucha contra las Reformas de Pensiones y Laborales y contra la perdida de salarios efectivos debido a la inflación, es un camino de lucha común y necesario para el conjunto de trabajadores.

De hecho, la necesidad de esta lucha conjunta ya comienza a plantearse en las últimas movilizaciones de octubre y noviembre con la participación y convocatoria conjunta, en algunas localidades y autonomías, de pensionistas y sindicatos ajenos al pacto social. En especial en Euskadi. Y en la solidaridad del movimiento pensionista con la lucha de los trabajadores del metal por su salario.

Barcelona Diciembre del 2021
Pensionistes de Lluita Internacionalista