El 3 de octubre, al caer un obús sirio dentro de la frontera turco sobre un pueblo, Akçakale, cinco ciudadanos han perdido su vida. El Gobierno turco del Partido del Desarrollo y Justicia (AKP), utilizando esa incidencia para fortalecer su política intervencionista en Siria, bombardeó como respuesta posiciones militares sirias y obtuvo en el Parlamento una autorización que permite el envío tropas a países extranjeros.

Ante el proceso sirio el Gobierno de AKP se encuentra en un callejón sin salida. Después de que retirara el año pasado su apoyo al régimen de Assad, intentó construir un bloque de oposición bajo su tutelaje para poder controlar la revolución siria, pero fracasó en su empresa. También le dejó sorprendido el creciente control del pueblo kurdo en la parte Este de Siria. Por eso el Gobierno turco, tanto para impedir la formación de una libre zona kurda en Siria, como para poder controlar el proceso de la revolución siria, está activamente apoyando la creación de un “corredor de seguridad” (no-flight zone) en la parte siria a lo largo de la frontera turca.

Sin embargo, actualmente el imperialismo no tiene la previsión de meterse en una guerra en Siria; así que ni la creación de una zona de seguridad, ni la intervención de Turquía por su cuenta en Siria tienen viabilidad por ahora (hoy). Los gritos bélicos del Gobierno del AKP, no son más que un rugido nacionalista para poder disimular su fracaso en la política siria.

Esto no quiere decir que una intervención imperialista en Siria nunca estará en el orden de día. Cambios dramáticos en el escenario político pueden empujar esa posibilidad a la agenda del imperialismo. Sea (que) cual sea la situación, nosotros los revolucionarios siempre estamos en contra de cualquier intervención de los países como EE.UU., Turquía, Gran Bretaña o Francia (agrupados bajo la lema de “Amigos de Siria”); o de los Gobiernos que como el ruso, (Rusia), chino, iraní (, que) apoyan al régimen sirio.

Cualquier intervención extranjera en Siria perjudicará primero de todo al pueblo sirio que está luchando heroicamente contra el régimen de Assad, y daría legitimidad a este régimen . El pueblo sirio que enfrenta al régimen dictatorial de Assad no necesita el “apoyo” del imperialismo ni del Gobierno Turco que quieren secuestrar la revolución. Lo que se necesita en Siria es la solidaridad internacional organizada de la clase trabajadora y la Izquierda mundial.