Estas elecciones llegan en un momento importante: durísimos recortes contra la clase trabajadora que además hunden la economía, para mantener los beneficios de la banca, y una confrontación entre el centralismo cada vez más rancio del Gobierno y las instituciones del Estado contra la demanda de independencia de un sector muy significativo del pueblo de Cataluña.

Mas intenta maniobrar para desviar este descontento del pueblo de Cataluña, después de haber protagonizado recortes de sueldos y servicios públicos especialmente duras, con un proyecto líder en la privatización. Hace un año Mas tenía que entrar con helicóptero en el parlamento con miles de manifestantes que bloqueaban la aprobación de los recortes y ahora se pasea aclamado como el gran líder que conducirá el país a la independencia. Pero esta maniobra tiene las patas cortas, el pueblo lo volverá a reconocer como la cabeza política de la patronal y que –como sus antepasados- rápidamente sacrificará la causa nacional a sus negocios.

La izquierda parlamentaria ya la vimos en el tripartito, con los primeras los recortes (como por ejemplo hacen en Andalucía), o con leyes como la LEC, que profundizaba la privatización de la educación pública. Ante esta “alternativa” hace falta un reagrupamiento de fuerzas que respondan claramente a los intereses trabajadores, para parar despidos, recortes de sueldos y condiciones laborales, en defensa de los servicios públicos, que esté la gente antes que los intereses de la banca, y se niegue a pagar la deuda pública. Necesitamos una fuerza que esté claramente junto al pueblo catalán y su derecho a decidir, la autodeterminación que niega la constitución monárquica, que busque la solidaridad entre pueblos y trabajadores, contra estas instituciones antidemocráticas que nos legó el franquismo.

El esqueleto de este reagrupamiento tendría que conformarse con la izquierda independentista, las CUP, el municipalismo de base como las CAV y la izquierda revolucionaria (Revolta Global-IZAN, En Lucha, Corriente Roja, Red Roja, Lucha Internacionalista). A buen seguro que habría que ensanchar este esqueleto y dar espacio a muchos sindicalistas, jóvenes y luchadores de movimientos sociales que ven que hace falta una política que rompa con el Estado borbónico y con el capitalismo.

Cómo hicimos con Iniciativa Internacionalista en las elecciones al Parlamento Europeo, con Desde Abajo (DDB) en las autonómicas, o con la CUP-Alternativa por Barcelona, hemos vuelto a proponer en estas elecciones un frente de izquierdas CUP-CAV-DDB. La CUP ha vuelto a rechazar (como en las municipales) formar coaliciones. Finalmente ha decidido presentar una candidatura CUP-Alternativa de izquierdas, en que ofrecen participar a las organizaciones de la izquierda anticapitalista.

No hay condiciones para debatir un programa común antes del cierre del acuerdo y las listas, y la ambigüedad del lema principal “lo queremos todo”, nos preocupa, porque sólo una candidatura que dé respuesta concreta a las necesidades de la Cataluña trabajadora puede ser referente electoral y todavía más importante, un referente de lucha. Estos son los puntos que desde Lucha Internacionalista hemos defendido:

• Medidas concretas contra los recortes y las privatizaciones. En defensa de los salarios, las pensiones y los servicios públicos. No pago de la deuda, sin caer en la trampa de diferenciar deuda legítima e ilegítima. No a los planes de rescate bancario. Nacionalización de toda la banca, bajo control de los trabajadores/as. Ruptura con la Europa de los bancos, ruptura con la Unión Europea.. Este dinero hace falta para los y las trabajadoras: por un plan de urgencia que genere puestos de trabajo públicos y dignos, que pare los desahucios.

• Ruptura con la Monarquía por la autodeterminación. Derecho a decidir: referéndum Ya! República Catalana. Esta formulación troncal tendría que permitir la expresión de fuerzas de la izquierda claramente independentista, con otras que, desde la soberanía del pueblo de Cataluña y el internacionalismo, buscamos una nueva relación entre iguales con los otros pueblos del Estado y más allá europeos en una Federación de Repúblicas.

• Una respuesta internacionalista, solidaria con la lucha trabajadora y otros pueblos por la libertad, contra todo tipo de opresión y explotación.

No hay condiciones para la plena integración sin un acuerdo mínimo en el programa, pero queremos seguir trabajando por aquel proyecto de frente de izquierdas. No somos neutrales respecto de las fuerzas que se presentan a las elecciones. Las CUP-AE presentan una posibilidad para avanzar, cuando establecen como inseparables la lucha por la autodeterminación y contra el capitalismo. Es por este motivo que Lucha Internacionalista apoyamos, vamos en las listas y llamamos al voto a la candidatura presentada por CUP-AE.

15 de octubre de 2012