Artículos de actualidad de la UIT-CI




Artículos de actualidad sobre Ucrania



8M: IMPRESIONANTE DEMOSTRACIÓN DE FUERZAS DEL MOVIMIENTO FEMINISTA



Estás aqui : Portada » Temas » Internacional

Venezuela

Les razones de la reelección de Chávez

Miguel Sorans, 26 de octubre de 2012




El presidente Chávez ganó las
elecciones del pasado domingo
con 8.062.056 (55,14%) votos,
contra 6.468.450 (44,42%) de
Henrique Capriles, escrutado el
97% de las actas, lo que significa
que se reelige por segunda
vez por un nuevo período de 6
años. La polarización fue aguda,
tal como se preveía. Los dos principales
candidatos del sistema
concentraron el 99,4% de los
votos. Pese a ello la candidatura
de Orlando Chirino y del PSL
logró dar pelea por levantar la
bandera del verdadero socialismo,
logrando que más de 4 mil
trabajadores y jóvenes votaran
conscientemente por una alternativa
obrera y revolucionaria.

Como decían la mayoría de las encuestas,
triunfó nuevamente Chávez,
aunque sobre el final de la campaña parecía que el candidato opositor
Capriles se le acercaba. Finalmente
Chávez ganó con 11% de ventaja, en
21 de 23 estados, y en el Distrito Capital.
Sólo perdió en Mérida y Táchira.

Chávez gana con relativa comodidad
pero no obstante, no les resultó
fácil a Chávez y al PSUV la
campaña y lograr sostenerse. El
descontento con el gobierno en franjas
de trabajadores y sectores populares
era y es muy grande porque
ni cumple con los trabajadores
ni hay buena salud, ni educación ni
seguridad en el trabajo. Por eso en
el último tramo de la campaña,
Chávez giró a reconocer que había
graves fallas en su gobierno:»He
cometido errores, pero estoy totalmente
dispuesto a trabajar más
duro». En los actos casi rogó porque
le votaran, que no lo abandonaran
porque «se les corta la luz, o
no le habían dado la vivienda, o tal
obra no se había terminado». Llegó
al colmo de lanzar un nuevo ministerio
de «Seguimiento» de las promesas,
a partir del nuevo gobierno.

Su centro fue meter miedo diciendo
que si ganaba Capriles le »iban a
quitar lo que ya tenían» (las Misiones,
los subsidios) o las viviendas
prometidas. Esto tuvo su efecto y
mucha gente en duda reafirmó, sobre
el final, su voto a Chávez.

Por otro lado, el liderazgo de la
oposición de derecha, con razón,
no inspira confianza en grandes
sectores populares, donde sigue
asociándosele al golpismo y a los
políticos tradicionales burgueses y
oligarcas, y donde pesó la propaganda
gubernamental sobre el carácter
neoliberal de la MUD y la
posibilidad de que elimine programas
sociales y aplique un
paquetazo de ajuste.

Pese a ello un sector muy grande de trabajadores y sectores populares,
que rompieron con el
chavismo, equivocadamente votó por
Capriles buscando castigar al gobierno.
Entre ellos, un importante sector
de trabajadores petroleros, universitarios,
empleados públicos, y jóvenes
(de cada 4 nuevos votantes, 3 votaron
por Capriles). Chávez sólo aumentó
500.000 votos con respecto a las
elecciones del 2006, mientras que la
oposición burguesa aumentó, con
respecto a ese año, en 2.200.000.

El factor petróleo y el
clientelismo masivo

Hay todavía quienes pretenden
atribuir su nuevo triunfo electoral, a
que Chávez está en la senda
antiimperialista y del socialismo, y
que crece «el buen vivir» en Venezuela.
Esto es falso. En primer lugar,
porque el mismo Chávez ratificó
en su campaña que con su gobierno
seguirán contentos los empresarios
y las multinacionales. "Hasta a los ricos yo creo que
les conviene que gane Chávez… ellos
tienen sus riquezas… tienen sus buenas
casas, tienen sus buenos vehículos".
Y luego de la elección realizó
"un llamado a los venezolanos ricos,
de la clase media, empresarios, profesionales,
a trabajar en conjunto
para hacer realidad lo que consideró
uno de los principales logros de
su gestión: La inclusión de Venezuela
al Mercosur"
(Telesur, 9/10).

En segundo lugar, un factor clave
del triunfo sigue siendo el peso del
boom de los precios petroleros y su
uso discrecional en manos del
chavismo. Las causas de que no se
diera una ruptura mayor, es que no
hay aún una situación de crisis económica
y social, como sí ocurre en
Bolivia, por ejemplo. En Venezuela
sigue habiendo muchos conflictos y
luchas, pero aún atomizadas. Con
el barril de petróleo a 106 dólares,
de promedio en el año, Chávez puede
permitirse tener una política de
subsidios, como, por ejemplo, el programa «Tu casa bien equipada», a
través del cual se pueden adquirir
artículos domésticos a muy bajo precio.

Asimismo el gobierno tiene la
política de entregar una bolsa de
comida semanal y 3000 bolívares
(300 dólares en el paralelo) a cada
familia en los refugios de personas
que se quedaron sin vivienda, a los
cuales además les entregaron un
certificado de vivienda a futuro, mediante
el cual se le promete que se
le entregará una casa. Como parte
de esto, el gobierno lanzó desde
principio de año la Misión Gran Vivienda
Venezuela, que ha tenido un
gran impacto, aunque no se hayan
entregado ni construido todas las
viviendas prometidas.

Chávez ganó pero seguirá
el desgaste y la ruptura al
calor de las luchas

Chávez se fortalece políticamente,
en la coyuntura inmediata,
porque evitó, pese al gran
descontento popular, una derrota
electoral. Pero la realidad es que los
conflictos sociales y las promesas
incumplidas siguen presentes en
Venezuela. El triunfo de Chávez no
cambia que los trabajadores del estado
(empleados públicos, salud, industrias
básicas) tienen sus convenios
colectivos vencidos entre 4 y 5
años. Que los obreros de la acería
estatal de Sidor y del cemento, todavía
no han firmado su convenio.
O que los obreros petroleros tienen
un salario promedio de 300 dólares
y que PDVSA sigue expuesta a nuevas
tragedias como la explosión de
Amuay por falta de mantenimiento.
Y que sigue existiendo una Venezuela
que se cae a pedazos en medio
de la desigualdad social.

Pasadas las elecciones, millones
de trabajadores, jóvenes y sectores
populares, que equivocadamente
dieron su voto por las dos opciones
del sistema, se verán obligados
a enfrentar la realidad movilizándose
por sus reivindicaciones.
Enfrentado al gobierno de Chávez
que seguirá gobernando para los
boliburgueses (NdelT: contracción
latinoamericana para designar a la
llamada «burguesía bolivariana»), los
grandes empresarios y las
transnacionales. El triunfo de hoy se
convertirá en desgaste político, en
confrontación social y nuevas rupturas
de trabajadores con
Chávez. Como lo señaló Orlando
Chirino en su campaña: «gane quien
gane, entre Chávez y Capriles, los
problemas de los trabajadores y el
pueblo continuarán». Y allí otra vez
estará planteada la tarea de construir
una nueva alternativa política,
verdaderamente socialista y de los
trabajadores. Ese fue el sentido del
mensaje dado con la valiente candidatura
de Orlando Chirino y el PSL –Partido Socialismo y Libertad.

Miguel Sorans,

El Socialista, de Argentina

Ir a la versión en catalán