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Turquía. Elecciones ¡No está todo dicho! Los y las trabajadoras en lucha tendrán la última palabra.

Partido de Democracia Obrera (Turquía), 30 de septiembre de 2018




El 24 de junio las elecciones relámpago fueron llevadas a cabo bajo estado de emergencia. La oposición no tuvo tiempo de prepararlas, ni tampoco tuvo libertad de expresión. Durante el período previo a las elecciones, todos los partidos fuera de Alianza de la Gente, principalmente HDP, fueron blanco de significativas opresiones. Muchas ciudades fueron testigo de las provocaciones contra la oposición. Siguiendo el cierre de las encuestas, se llevó a cabo una gestión de la percepción masiva de los resultados electorales transmitidos por la Agencia Anadolu, al punto que no estaría mal decir que toda la preparación estuvo lista por parte de Erdogan para enfrentar una posibilidad de derrota.

La oposición y las masas

De acuerdo a los resultados no oficiales, el AKP y MHP gestionaron una alianza para retener un parte significativa de la porción de votos de islamistas y de sectores de extrema derecha, la Alianza del Pueblo. La oposición de los partidos burgueses, por su parte, dejó claro que realmente no quiere movilizaciones masivas mediante su actitud de «vota por nosotros y ya nos ocuparemos de las cosas». Todo lo que consiguieron como resultado fue crear un sueño de democracia, principalmente imaginado alrededor de Muharrem Ince. A pesar del hecho de que podían movilizar masas que habían estado enfrentadas al AKP por la democracia, los y las trabajadoras ante la dirección que dieron a las elecciones, reducción de la democracia a meros votos y con la movilización alrededor de las encuestas terminaron garantizando la victoria de Erdogan.

El capitalismo está en una crisis profunda, por eso ya no se puede dar el lujo de fomentar una democracia. Con la insistencia de sus políticos de cambiar la rabia de la gente en meros votos, los partidos burgueses arrastran a las masas a la derrota. La vida no se construye a través de réplicas contra Erdogan o sátiras. Construir la vida requiere confianza en acabar organizando una continua movilización de las masas.

La victoria parcial del HDP

A pesar de las medidas represivas, el mantenimiento de los escaños en el Parlamento de HDP al superar el umbral de la elección, es una salida positiva para las luchas del pueblo kurdo. No hay dudas que HDP está vacío de un programa revolucionario que pueda llevar a los y las trabajadoras al poder. Aunque, su defensa de los derechos democráticos del pueblo kurdo será la meta hacia el régimen de Erdogan y la Alianza del Pueblo. Esto para explicar que apoyar al HDP y a los millones que representa en su lucha por demandas democráticas será importante para el futuro próximo.


Posibilidades y lucha de clases

La victoria de Erdogan en la primera vuelta de las elecciones presidenciales evidentemente le fortalece así como el poder de destrucción de la Alianza del Pueblo. Sin embargo, los 16 años del gobierno del AKP sólo han traído crisis recurrentes a Turquía. Se ha vuelto imposible evitar las crisis en economía, política y en supuestos procesos diplomáticos.

Consecuencia de las elecciones, la soberanía de AKP se ha garantizado el uso de los recursos del Estado por todavía más tiempo. La burguesía industrial seguirá apoyando al régimen de Erdogan en la medida en que sea capaz de seguir atacando a los y las trabajadoras mediante la bajada de salarios y el poder adquisitivo de los y las trabajadoras, incautación de indemnizaciones y prohibición de huelga. A pesar de eso, el régimen de Erdogan enfrentará dificultades en el futuro próximo no simplemente por las contradicciones entre trabajo y capital, sino también por las contradicciones internas del capitalismo basadas en la lógica de tratar de sacar provecho de la competencia en el mercado, el acceso al crédito, al saqueo y la expoliación. El incremento del déficit de Turquía, los problemas arraigados en el país, como también el crecimiento de la deuda externa hacia niveles impagables bajo el régimen de Erdogan son expresiones concretas de estas dificultades. En el próximo período, Erdogan intentará arreglar estos problemas atacando a los y a las trabajadoras y a la naturaleza. Sin embargo, el capitalismo turco ha entrado en una profunda crisis y no importa qué medidas represivas elija Erdogan para arreglarlo, no será capaz de hacerlo. Es muy probable que recurra al imperialismo para no perder la oportunidad tanto de aparecer «riñéndole», como de pedirle ayuda. Esto tendrá efectos negativos en los y las trabajadoras mientras al mismo tiempo prepara el terreno para su desconexión mental del régimen.

Por lo tanto, la clase obrera tendrá muchas razones para luchar en los próximos días. La liberación no cabe en una urna electoral, ni llega a través de un mero voto. La democracia no reside en un voto; reside en nuestra lucha, la lucha de los y las trabajadoras. Un futuro de confianza sólo puede ser garantizado a través de la lucha de las masas en la movilización y no por la habilidad de contar votos uno por uno. Dada la crisis i la crisis medioambiental en la que estamos viviendo, todavía este hubiera sido el caso incluso si Erdogan hubiera perdido las elecciones a la primera. La urna electoral no fué capaz de evitar la incautación de nuestra indemnización por despido, la disminución de nuestro poder adquisitivo, la destrucción de la naturaleza, o el incremento del precio del alimento básico. El futuro no se escribe en el conteo de números, está determinado por las luchas y la organización de los y las trabajadoras. Como Partido Democrático de los y las Trabajadoras continuaremos utilizando toda nuestra energía para construir nuestro futuro junto con los y las trabajadoras en lucha. en lucha tendrán la última palabra.

Estambul, 30/06/2018

Partido de la Democracia Obrera, sección turca de la UIT-CI

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